En la ciudad hay decenas de personas que en grupo o individualmente encabezan shows travesti y que cada fin de semana son contratadas para animar con sus mímicas risueñas y movimientos cadenciosos las fiestas que se realizan ya sea bajo el ardiente sol de la región o cobijadas por el manto nocturno.
Hace algún tiempo, Laura León, Amanda Miguel, Thalía, Gloria Trevi, entre otras personalidades imitadas por travestis de la ciudad, solo se presentaban en lugares de convergencia gay perteneciendo a un público específico que los aceptaba por el vínculo entre ambos.
Ahora es diferente, paradójicamente la diversidad de público la han obtenido al salir de esos recintos y presentarse con brillos y lentejuelas en casas-habitación de alguna colonia o salones de fiestas, para amenizar desde un “baby shower” hasta quinceañeras, cumpleaños, despedidas de soltero, posadas y todo evento al que se le pueda agregar un plus.
El ambiente es de plena algarabía, la asistencia se enciende con las representaciones de sus artistas favoritos al grado que piden una canción tras otra sin dejar de aplaudir para incentivar a esas chicas tan “diferentes” pero similares en proporciones a las estrellas de la farándula.
Y es que, la diversión inicia cuando “ellas”, bien maquilladas y delineadas, llegan al festejo y se apoderan de la atención de los asistentes deleitándolos ya sea con los movimientos atrevidos de Gloria Trevi, la fuerza intrínseca de las canciones de Jenny Rivera o la coquetería de la “tesorito, Laura León.
HAY DEMANDA
Ab Beyonce Yoselinn, quien forma parte del grupo “Las chicas que brillan de noche” conformado por cuatro travestis más, narra el ir y venir en tacones que le ha tocado vivir en los últimos años a raíz de las constantes contrataciones que le hacen para llevar a cabo su espectáculo, ya sea sola o con sus compañeras.
“Ahora lo estoy viendo, desde hace tres o cuatro años he tenido mucho trabajo de show cada fin de semana. Este año pensé que no iba a ver contrataciones pero he tenido bastantes”, dice Ab Beyonce quien tiene siete años de experiencia en el espectro de los shows travesti.
Comenta que un número artístico tiene un costo de 700 pesos por tres canciones que resultan insuficientes porque la concurrencia termina suplicando más a las “divas”, aunque eso termine costando el doble de la referida cuota.
Ella es diestra en interpretar a Jenni Rivera, Paquita La del Barrio, Amanda Miguel, Mónica Naranjo, Gloria Trevi. Cuenta con la indumentaria adecuada para imitarlas y aunque solo hace playback logra la animación con movimientos y gestos diversos.
Al momento de solicitar su show dialoga con el cliente para acordar lo que se puede realizar durante el espectáculo, esto con la finalidad de desarrollarlo en un marco de respeto para evitar
situaciones conflictivas.
Enfatiza que pide a las personas que no haya niños si es que desean que el show sea atrevido y que se avise a los asistentes sobre el acto para no originar molestias que pasen del sonrojo al enojo.
“Los shows se llevan con respeto, a veces te agarran las pompis pero jugando y eso entra en el ambiente que está imitando un travesti. A veces las mismas esposas piden que me siente en las piernas de los hombres y hasta foto me toman con ellos”, señala.
Ab Beyonce, o “La Wera” como se le conoce por la frondosa peluca rubia que ostenta en su cabeza, refiere que su amplia clientela no se acota por las preferencias sexuales, ya que lo ha contratado tanto “heteros” como “gays” y no ha encontrado conflicto alguno con esto pues es
solo un trabajo.
Destaca que un factor que ha fomentado la contratación de este tipo de espectáculos en la localidad es que ahora las personas prefieren divertirse en viviendas para evitar la inseguridad que se registra en la localidad.
Bastan unas bocinas y un dispositivo para reproducir las pistas para que comience la función y el público se olvide de cualquier aflicción.
Mientras los hombres avientan piropos a carcajadas, las mujeres solicitan las clásicas canciones para despechadas que las hacen vibrar.
“Llegamos a las fiestas y nos dice el público que ya llegó la diversión y es cierto porque cuando comenzamos las imitaciones comienza la fiesta”, asegura.
Ab Beyonce comenta que el grupo de “Divas” mejor conocida como “Las chicas que brillan de noche” tienen en mente deleitar a los clientes quienes a su vez las complacen a ellas al momento de aplaudirles o felicitarlas por los números artísticos.
“Somos las chicas que brillan de noche porque esa noche brillamos y salimos a complacer a la gente. Hacemos nuestro show y emocionada nos dice la gente que quieren volver a repetirlo, tengo clientes que año tras año me contratan”, dice.
TRANSFORMARSE ES TODO UN SHOW
Para convertirse en Ab Beyonce Yoselinn, Néstor Román Vargas Martínez, su verdadera identidad, tiene que someterse a un largo y extenuante proceso de maquillado que incluye varias capas de diversos polvos por todo el rostro, retoques, pestañas, pupilentes y pelucas rubias.
Paso a paso Néstor, quien es estilista y cuenta con un trabajo formal en un sindicato, muestra como su rostro se va inclinando hacia lo femenino sepultando los rastros masculinos que conserva, principalmente una barba cerrada que tiene que rasurarse unas horas antes de cada show.
Comúnmente se maquilla en los lugares donde va a realizar su presentación, sin embargo, en esta ocasión para demostrar la transformación lo llevó a cabo en su estética ubicada en la calle Villarreal del Fraccionamiento Reynosa.
Sentado frente a un espejo comienza a colocarse los polvos, entre estuches de pinturas que son como cofres con tesoros, inicia la elección de los colores que habrá de utilizar para trasformar su rostro.
“Tengo que poner maquillaje de barra en lo que es mi barba cerrada, luego los polvos canela, lo que es el bronceado las perlas del natural dos hasta que quede mi cara blanca. Luego siguen las sombras, me pongo de 4 a 8 y finalizamos con las pestañas”, explica mientras hábilmente pasa por su rostro una pequeña brocha.
Dice que en el universo de los travesti es fundamental conocer sobre maquillaje para aplicar las tonalidades adecuadas y evitar exageraciones que impidan que el transgénero luzca como debe.
Mientras sigue la entrevista, Néstor, de 37 años de edad, sigue explicando las fases para lograr el cambio de hombre a mujer. Señala como aplica pintura en su nariz al grado de que se vea respingada y cómo delinea sus labios y se frota un cepillo en ellos para hacer que resalten.
“Son los trucos que le llama uno, a mí me gusta maquillarme y maquillo a las que no saben, me gusta bastante y como soy también estilista me gusta practicar conmigo”, enuncia Néstor que poco a poco va logrando esconder sus facciones masculinas.
Después de colocarse las sombras, retocarse las cejas y enchinarse las pestañas, Néstor se coloca una media en la cabeza que le ayudará a sujetar la peluca con unos broches y no se le caiga al momento de la presentación.
Ya está casi listo, sólo falta el vestuario con el que se presenta y que él mismo elabora con las medidas exactas para que luzca su cuerpo.
“Yo mismo hago mis vestuarios para que queden a mi gusto, así no batallo. Por ejemplo, el que tengo para imitar a Jenni Rivera de espalda y vuelo abajo, el de Gloria Trevi es muy rabón con vuelo atrás”, pronuncia antes de retirarse del lugar para regresar transformada, ya despojada de Néstor.
MUJER POR UN RATO
Por la puerta de la estética entra una rubia alta, de largas y negras pestañas, vestida con un corsé y una falda asimétrica corta de enfrente y larga de atrás, que le otorgan otro aspecto, el aspecto provocador que todo travesti quiere resaltar.
Es Ab Beyonce quien con una sonrisa en su rostro dice estar lista para la función. Camina ligeramente por la estética sobre unos tacones negros de aguja con plataforma que la vuelven más alta de lo que es.
“Vestirme de mujer todo el día no es lo mío, soy un gay normal de día pero de noche en el show travesti soy mujer. Lo hago sólo por un rato para complacer al público”, dice.
No hace falta preguntarle para saber que personifica a Jenny Rivera, personaje que interpreta con emoción, según comenta.
Se nota a leguas la confianza que tiene en sí misma, ya no es la de hace unos años que se sentía rara cuando la miraban extraños, eso ya aprendió a manejarlo. Ahora es la que transmite emociones con sus imitaciones que practica por las tardes observando los videos musicales de los artistas que interpreta.
“Esto te sale de adentro, cuando imitas y ves a la gente emocionada se siente increíble. Las mujeres se emocionan con las canciones de Jenni y quieren matar a su hombre y los hombres no saben cómo hacerle para callarme”, pronuncia.
Dice que entre más pasa el tiempo y aumentan sus espectáculos por la ciudad ha ido madurando, no todo es fiesta y ganar algo de dinero. Comenta que no en pocas ocasiones ha realizado con sus compañeras shows gratuitos en beneficio de personas de escasos recursos.
A Ab Beyonce le agrada que la preferencia que últimamente han tenido los shows travesti en la ciudad y espera que se mantengan las circunstancias para que siga habiendo funciones en un marco de respeto a la diversidad sexual.
Externa desconocer el momento en que pondrá fin a su pasatiempo preferido, ya que el espectáculo es su vida y mientras tenga vida y energía seguirá desarrollándolo, eso si no decide de un momento a otro decir: “¡hasta aquí!”.
“Voy a seguir pero no sé hasta cuando, aburrirme jamás es nomas decir un hasta aquí”, finaliza Ab Beyonce, una chica que brilla de noche con sus interpretaciones.