Este órgano considerado como símbolo del amor romántico por excelencia es a veces olvidado y no siempre recibe la atención ni los cuidados suficientes para tener una vida armónica y saludable.
La relación del corazón con el amor data de muchos siglos atrás y existen diferentes teorías sobre su origen, como aquella que dice que cuando los antiguos médicos egipcios realizaron las primeras disecciones en cuerpos humanos y observaron la cantidad de arterias, venas y nervios que parecían brotar del corazón creyeron que de él surgían las emociones.
En la actualidad no pueden faltar los dibujos, pinturas e ilustraciones de todo tipo en las que se muestran corazones rosas y rojos en detalles para regalar al ser amado, sobre todo a causa del Día del Amor y la Amistad.
Así, el corazón es el símbolo del amor por excelencia, pero… ¿qué tanto amor le damos a nuestro corazón?
La Organización Panamericana de la Salud menciona que la enfermedad cardiovascular es la causa número uno de muerte en todo el mundo, y que son 520 millones de personas que viven con enfermedades cardiovasculares.
Mientras que, en México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) afirma que en el año 2020 un total de 218 mil 704 personas fallecieron por diversas enfermedades del corazón.
Fuentes de Salud federal informan que en el año 2020 se registraron 5 mil 828 fallecimientos en Tamaulipas debido a enfermedades cardíacas, siendo esta la principal causa de mortalidad, seguida por Covid-19, que tuvo 4 mil 802 casos.
El cardiólogo Nelson Eloy Ochoa Becerra aseguró que las enfermedades cardíacas disminuyen la calidad de vida de las personas considerablemente, sobre todo en quienes son diabéticos.
El médico certificado por el Consejo Mexicano de Cardiología habló también sobre la arterioesclerosis, la cual dijo, es la obstrucción de las arterias coronarias, no solo del corazón, sino de todo el cuerpo, por una placa compuesta por colesterol, calcio, grasa y otras sustancias, así como su endurecimiento.
Esta placa puede llegar a desprenderse y llegar a los vasos sanguíneos más pequeños, pudiendo llegar a provocar un ataque cardíaco o cerebral.
El especialista en cardiología y medicina interna, habló sobre la insuficiencia cardiaca, la cual dijo, es una enfermedad que se produce cuando el músculo del corazón no bombea suficiente sangre al organismo.
Dicha patología puede afectar a cualquier persona sin importar la edad o el sexo, aunque perjudica más a personas mayores de 60 años.
Ochoa Becerra dijo que este padecimiento, aunque es una afección crónica, también puede presentarse repentinamente.
LA PREVENCIÓN ES POSIBLE
El también miembro de la Sociedad Mexicana de Cardiología apuntó que la mejor forma de tratar dichas enfermedades es mediante las visitas de evaluación con el médico.
“Estas enfermedades son prevenibles si se tratan a tiempo, siempre y cuando exista un monitoreo adecuado que permita su detección y tratamiento”, mencionó.
Añadió que el primer paso es realizar un electrocardiograma, el cual revelará el ritmo y función cardíaca y del resultado dependerá cada cuándo acudirá el paciente a revisión.
Si los resultados son positivos y libres de problemas, y no presenta factores de riesgo, las visitas al médico serán cada tres o cuatro años, pero si el paciente es mayor de cuarenta años y tiene varias probabilidades de cardiopatías deberá hacerse revisiones anuales.
Sobre el ejercicio, dijo que favorece una mejor salud en las personas, y que el más recomendado es el de tipo aeróbico, como lo es el caminar, correr, trotar, nadar, entre otros.
“Las personas de 50 años o más que nunca se han ejercitado pueden empezar con 30 minutos al día y los más jóvenes igual también, pero deberán aumentar de nivel de forma gradual”, explicó.
Sin embargo, quien padece enfermedades genéticas no deberán practicarlo.
La alimentación es otro aspecto complementario de la buena salud cardiaca, y la dieta debe ser baja en grasas y carbohidratos, además, debe privilegiarse el consumo de frutas y verduras, así como manejar porciones adecuadas, pues todo exceso es negativo.
Ochoa Becerra recomienda también ingerir cinco comidas balanceadas al día y en
cantidades pequeñas.
Deberá reducirse el exceso de grasas hidrogenadas, también conocidas como “trans”, ya que afectan el colesterol y pueden disminuir el flujo de sangre.
Agregó que es fundamental reducir la ingesta de sal pues ocasiona retención de líquidos, no importa si se utiliza en la mesa para aderezar la comida o si se utiliza durante su preparación. Es recomendable beber gran cantidad de agua para eliminar el exceso de sodio del cuerpo.
Mantenerse en el peso adecuado es fundamental para mantener una buena salud cardíaca, pues con el sobrepeso, el trabajo del corazón aumenta.
A pesar de que las emociones sí influyen sobre la salud, sobre todo, debido al estrés, no son el factor más importante y representará un riesgo mayor al combinarse con otros agravantes.
SIGNOS DE ALARMA
Existen algunos síntomas que son indicadores de un infarto, los cuales son:
– Falta de aire
– Fatiga
– Cansancio
– Dolor en el pecho que puede irradiar hacia los brazos o cuello.
Aunque estas molestias no son específicas de una enfermedad cardíaca, sí requieren atención, sobre todo si se presentan en personas diabéticas, hipertensas, fumadores o con antecedentes familiares de infartos en edades tempranas.
Explicó también que estos padecimientos no son solamente característicos de
enfermedades cardíacas, por lo que al presentarse deben acudir inmediatamente a su médico.