Son las 6:30 de la mañana. La llave de la regadera gira a tope, pero el chorro de agua sale con poca fuerza, apenas para ducharse despacio muy cerca de la pared.
El problema no radica en la presión, sino que están bombeando menos para administrar el agua y esa es una de las medidas que desde comienzos de 2022 ya se toman para ahorrar el vital líquido en algunos municipios como Reynosa y Ciudad Victoria que, de acuerdo con los pronósticos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se verán más afectados por la falta de lluvia.
Y es que, de acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, se están anticipando precipitaciones continentales por debajo de los parámetros establecidos para este año 2022 (Hora Cero 577).
Según las previsiones esto agravaría el escenario catastrófico en el que ya se encuentra el noreste de México por la falta de abastecimiento de agua, tanto para consumo urbano como agropecuario.
Además se contempla la expansión de incendios forestales, como el que ya se observa en el municipio de Gómez Farías en la reserva ecológica El Cielo, por lo que la esperanza recae en la próxima temporada de huracanes del Atlántico que iniciará hasta finales de agosto.
Y es que los pronósticos meteorológicos a esta altura del año no son optimistas, ya que se sigue esperando sequía, mucho calor y menos humedad debido a un fenómeno atmosférico conocido como ‘La Niña’.
‘EL AÑO DEL AGUA’
Reynosa ha sido uno de los municipios que mayor cantidad de recursos ha invertido en los últimos años para atender la problemática ya que, con relación a su crecimiento poblacional, es una de las localidades con más rezago en el servicio y fugas en la descarga de residuales, incluso desde antes que empezara a faltar el agua.
La presente administración hasta el momento ha realizado obras por 75 millones de pesos y en el Plan Municipal de Obras se estima aplicar hasta 454 millones en 2022 (lo cual representa el 60 por ciento del presupuesto) con el objetivo de poder eliminar o reducir al mínimo permitido la falta en el suministro y mejorar la red municipal de drenaje sanitario (convirtiéndose en la inversión más grande en la historia que será hecha).
Los trabajos realizados en la planta potabilizadora Pastor Lozano, de la colonia Loma Linda son cruciales para superar los tandeos -en términos normales de abastecimiento- de los diferentes sectores, incluidos los más populares y habitados en la parte poniente y sur.
El alcalde Carlos Peña Ortiz expresó que esta inversión es para eficientar el servicio y la calidad del importante líquido, para lo cual decidió nombrar a éste como “El Año del Agua” para Reynosa.
“La Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado aplicará 18 millones de pesos y la ciudad estará invirtiendo 57 millones para el cárcamo, sumando un total de los 75 millones de pesos, con ello, evitamos y damos por concluidos los tandeos”, declaró a principios del mes de enero.
No obstante, ante el panorama de fuerte sequía de este 2022, que ya afecta a los estados de esta parte del país, cuidar el agua hoy ha tomado un rol fundamental y eso podría condicionarla, causando que se multipliquen los tandeos, al menos mientras no se presenten precipitaciones copiosas.
Entretanto el municipio de Reynosa tiene proyectado construir un tanque de almacenamiento en la zona poniente, especialmente para los sectores de San Valentín y Bugambilias.
“Tenemos pensado invertir 450 millones de pesos en el tema de agua, vamos avanzando para atender las carencias que más duelen a los ciudadanos con estas obras de infraestructura”, mencionó el edil a medios locales. También consideró inversiones en materia de drenaje pluvial, con miras al añejo problema de las inundaciones.
TRES DE CADA DIEZ NO PAGAN
Por su parte, el gerente local de la Comapa, Alfonso Gómez Monroy, ha dicho que más allá del destino de recursos públicos al mejoramiento de la infraestructura hidráulica de la ciudad, ahora también se tendrá que lidiar con una gran amenaza de falta de agua por causa de la carencia de lluvias.
“Actualmente nos encontramos en la tercera de cuatro fases de sequía. La cuarta es la que están viviendo en Monterrey, que estamos aquí a un ladito y consideramos que somos muy afortunados, porque tenemos el río Bravo a un lado, pero nos encontramos sujetos a las cuotas de la
Conagua, porque a su vez a nosotros nos la venden”, comentó.
El funcionario puso en relieve la posibilidad de que las cantidades asignadas, por medio de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) puedan en su caso ser menores de las establecidas.
“Lo que queremos es que la gente considere eso y que empiecen a tomar conductas sobre la protección a este importante recurso. No debemos tirar el agua, regarla o lavar carros de manera irresponsable. Necesitamos hacer un buen uso de lo que ya tenemos, porque si eventualmente esto se sigue poniendo peor el agua nos la van a racionar y empezaremos a tandearla a toda la ciudad, como le están haciendo en Monterrey”, especificó.
Gómez Monroy reconoció un gran problema no solamente de aquellas personas que practican el ‘huachicoleo’, sino también entre quienes ya cuentan con instalaciones registradas ante el organismo operador.
“De cada diez usuarios nada más pagan tres, aparte de que hay mucho robo también y eso lo hemos estado últimamente atacando. Nosotros debemos cobrar el agua que nos vende la Conagua para no quedarnos con un déficit, que es lo que había estado sucediendo todos estos años, entonces necesitamos que la gente se dé cuenta de que esto viene y viene muy en serio”, advirtió el gerente.
Lamentó una falta de cooperación ciudadana para poder cuidar este recurso cardinal de los habitantes de Reynosa.
“Grandes civilizaciones se han perdido por la falta del agua y no queremos que nos pase como a nuestros vecinos de Nuevo León. Acabamos de iniciar una campaña muy fuerte en las escuelas sobre la cultura del agua para inculcarle a los niños que estén pendientes del buen uso que se le da al agua y cuando ellos lleguen a sus casas también sean partícipes de estos valores”, mencionó.
Gómez Monroy dijo que por lo pronto cada domicilio tiene garantizados hasta 250 litros de agua por día, por lo que el gasto diario de la ciudad supera los 60 millones de litros (una cifra que se acerca a los dos millones de metros cúbicos de manera mensual), ya que la Comapa tiene registrados 254 mil usuarios entre industriales, comerciales y domésticos.
EL ‘ORO TRANSPARENTE’
De vital importancia es el manejo del agua tanto que, además de peligrar la producción agroalimentaria en los campos agrícolas del centro y norte de la entidad, los habitantes de los municipios más poblados deberán modificar temporalmente sus hábitos cotidianos.
Ante el miedo de quedarse sin el vital líquido para poder cubrir las necesidades domésticas y empresariales, especialmente en los meses de junio, julio y agosto, que tanto la iniciativa privada como algunas personas en diferentes puntos de la localidad se están preparando con cisternas y tanques de almacenamiento.
De hecho, los negocios que se dedican a la venta de estos envases ya están registrando un repunte.
Por lo pronto, ese es un tema al que los representantes del comercio local y las industrias le están prestando una mayor atención.
“Hasta el momento hemos tenido garantizado el servicio, aunque sí se prevé que en dado caso que haya una falta de agua esto obligue a tener que dosificar la entrega por parte de la Comapa, ya sea en tandeos o con algún otro mecanismo; sí habría una afectación, porque la mayor parte de los comercios no tienen instalaciones con depósitos para prever esta situación, por lo que estaríamos presentando problemas en aquellas actividades que requieren el uso del agua potable.
“Algunos negocios ya están previendo este panorama y tomando las precauciones debidas para poder tener una reserva de agua que les permita continuar sus operaciones, sobre todo en el tema de los restaurantes y bares, donde ésta tiene una mayor demanda”, detalló Roberto Cruz Hernández, titular de la Cámara Nacional de Comercio en Reynosa (Canaco).
El entrevistado hizo énfasis en la importancia de que los ciudadanos entiendan que la escasez de agua es ya una realidad.
“Debemos aprender a utilizarla de una manera responsable, ya que es un recurso que difícilmente podremos recuperar y en la medida que hagamos consciencia y no desperdiciemos el agua es como podremos evitar problemas en un futuro”, manifestó.
NO HAY AGUA PARA TODOS
El mal pronóstico llega en un momento en el que algunas entidades federativas como Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila han entrado en una añeja y compleja disputa por el suministro de agua para sus territorios, dado que las presas se secan. Las cuencas de los ríos y los embalses también, tanto naturales como artificiales.
Ninguna autoridad quiere cederla y esto está provocando fuertes disputas políticas para conseguirla.
En Nuevo León no abandonan su interés de suministrarse incluso desde otras zonas geográficas, con un costo de al menos 30 mil millones de pesos, lo cual representa el doble de lo que esto pudo haber costado en el año 2015, cuando el ex gobernador, Jaime Rodríguez Calderón, desdeñó el denominado proyecto del acueducto del río Pánuco “Monterrey VI”.
Pero para Tamaulipas también es una preocupación, ya que el sistema lagunario de la entidad y algunas presas como la Vicente Guerrero y Falcón están muy por debajo de su capacidad, con niveles del 75, 31 y 6 por ciento, respectivamente, según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
“La sequía es en toda la zona norte definitivamente y aquí también sufrimos un faltante importante de agua que está muy por debajo de la capacidad de conservación. Tenemos las expectativas de que este 2022 los niveles de las presas por lo menos se mantengan y con eso podamos continuar (para el año que viene)”, refirió Alfonso Carmona Arteaga, titular de la representación mexicana de CILA en la zona.
Las necesidades de abastecimiento que tiene la región no son pocas y es un gran esfuerzo el que diariamente se realiza para que la gente pueda tener dicho recurso al abrir la llave desde la comodidad de su casa.
“Al menos para esta zona del bajo río Bravo anualmente ocupamos 250 millones de metros cúbicos hasta un máximo de 300 millones, dependiendo de las condiciones climáticas”, informó.
Pero si no llueve y las temperaturas son muy elevadas esto agravará el panorama de la sequía. Los meses de mayo, junio, julio y agosto van a ser fundamentales durante el estiaje de las cuencas para el abastecimiento de los campos agrícolas y de ciudades como la de Reynosa.