
Por Rafael Martínez
En Reynosa hay mundo desconocido para muchos, donde los hombres con poca ropa son aplaudidos por decenas de mujeres eufóricas en busca de un momento alegre o incluso sexual.
Al igual que en otras ciudades del país, en esta frontera existen strippers quienes son generalmente contratados para amenizar despedidas de soltera.
Pero no todo son despedida de soltera, asegura Ejalte de León Gonzati, stripper y físico constructivista, quien a sus 28 años le ha tocado ver de todo en el mundo del baile por dinero.
Entre sus experiencias “El Veni” -como lo conocen en el mundo del modelaje-, explica cómo algunas de sus clientes lo invitan a pasar una noche de pasión y lujuria e incluso hay quienes buscan incluirlo en un trío sexual.
“Me ha tocado experiencias de todo tipo, desde las personas más accesibles y respetuosas hasta aquellas que andan buscando otra intensión que no es el baile”, relata.
Dijo que el 70 por ciento de las personas que asisten a una de sus presentaciones son gente a las que jamás se imaginó ver en un evento de este tipo.
Sin decir nombres, “Veni” menciona que entre su clientela se encuentran empresarios, y funcionarios públicos de la región, quienes lo contratan para amenizar sus fiestas y le han pagado sus servicios hasta con viajes.
Para mantenerse en forma, León Gonzati se ejercita desde hace 12 años practicando el box, además de acude con regularidad al gimnasio.
“Inicie por medio de amistades que me invitaron a bailar. Primero me dijeron que había unas personas interesadas en un baile y después de meditarlo mucho me lancé” recuerda.
Aclaró que es una opción de trabajo que le permite tener un ingreso extra, mientras hace lo que más te gusta.
“Un baile es un baile y yo voy a trabajar sean hombres o mujeres y después de terminar me retiro como muchos otros de mis compañeros, pero claro, hay algunos que deciden quedarse”, dice.
Mientras cambia de aparato para seguir con su rutina de ejercicio, “Veni” asegura que en muchas ocasiones su empleo se presta a malas interpretaciones.
“Soy una persona divorciada con una hija y soy responsable de los gastos y compromisos, nunca me he enfrascado en otra cosa que no sea el baile, prefiero tener la conciencia tranquila y evitar malas interpretaciones en un futuro” expresa.
De hecho Escarlet, su hija de cinco años, conoce la vida de gimnasio pues la mayor parte del tiempo lo acompaña.
Para “Veni” su mayor satisfacción fue descubrir que puede vivir dignamente de su cuerpo, únicamente es necesario trabajarlo.
Mientras se prepara para iniciar el entrenamiento de bíceps y mientras es cuestionado sobre los nombres de gente reconocida que lo haya contratado. Suelta una sonrisa.
“Mira en esto te encuentras de todo, desde empresarios, funcionarias y personajes políticos reconocidos en Reynosa y Estados Unidos.
“El baile es algo que hago y no me avergüenzo, incluso me han hecho proposiciones de todo tipo, desde económicas hasta sexuales”, relató.
DINERO, COCHES Y VIAJES
Algunos clientes de los colegas de “Veni” pagan en efectivo el servicio que se les proporciona, sin embargo hay hombres y mujeres que se enganchan en el deseo y proponen liquidar la cuenta con viajes, coches o incluso el cuerpo.
“Depende mucho de las personas y sus posibilidades pero te ofrecen de todo, hoy en día es muy variado, hay de todo tipo de bailarines” señala.
Lamenta que el modelo de stripper es un oficio que se ha prostituido, pues hoy es más visto como un trabajador sexual que como un bailarín.
“La competencia es muy clandestina, todo se maneja por debajo del agua, muchos lo hacen por aventura o pasatiempo”, indicó.
Explica que las proposiciones indecorosas no pueden faltar.
“Te avientan indirectas de todo tipo, desde tríos con esposas, parejas, amigos, novias, personas solteras y hasta orgias”, sentenció.
Resalta que el 50 por ciento de las personas que están en un baile piensan que el stripper no solamente va a bailar, sino a vender tu cuerpo.
“No hay lugares donde haya bailarines para ir a apreciar, eso se terminó porque como te digo, la gente piensa que somos prostitutos cuando por el contrario somos seres humanos” explica.
El también preparador físico camina entre el gimnasio y nadie lo reconoce, pocos saben de su vida nocturna.
“En las fiestas es normal que te topes con todo tipo de gente y cuando las personas me hacen una proposición indecorosa únicamente me limito a decirles que no, que hay más compañeros que pudieran hacerlo”, aclaró.
Precisa que luego de una noche larga de trabajo su mayor confort es llegar a casa y ver a su pequeña Escarlet en cama descansando.
“Mi hija es mi mundo por eso prefiero la mayor parte del tiempo terminar rápido de trabajar para regresar a casa y descansar para pasar los fines de semana con ella, por eso no me gusta desvelarme” precisa.
Para concluir, Ejalte de León Gonzati explica que todos los stripper son seres humanos que también sienten, pues al final ven este oficio como una profesión más para salir adelante en sus vidas.