
Los padres de un menor de edad estudiante del Colegio Oxford, campus Las Quintas, denunciaron el ataque en contra de su hijo por parte de un compañero que pudo dejarlo ciego al recibir un golpe en uno de sus ojos. Aunque los hechos fueron denunciados, las autoridades educativas y los directivos de la institución calificaron la agresión como “un accidente”. Por ello ahora buscan justicia por medio de los tribunales.
Lo que parecía ser otro día común en la vida de la familia Adame Flores, se convirtió en el inicio de un peregrinar entre dependencias públicas e instituciones de salud luego de que su hijo de 12 años fue víctima de una agresión a manos de un compañero de clase donde pudo perder la visión de un ojo.
Era el 30 de mayo del 2019. Lauro Xavier y sus compañeros iniciarían el ensayo de graduación en una de las aulas de The Oxford School, en el campus Las Quintas, ubicado en la colonia 15 de Reynosa.
Un video captado por una cámara de seguridad de la institución, al que Hora Cero tuvo acceso, registró el momento en el que niño agresor, identificado como Efraín, toma impulso y golpea con su puño a Lauro Xavier en el lado izquierdo del rostro quebrándole los lentes.
En ese momento la víctima se tapa el ojo izquierdo mientras la sangre corre por su cara y, acompañado por quien parece ser profesor, desaparece de la escena.
El día 31 de mayo del 2019, Lauro Armando Adame Garza y Deisy Mariel Flores González, padres del menor golpeado, enviaron un oficio al representante del Colegio The Oxford School Campus Las Quintas donde le informan que debido al golpe su hijo “tuvo que ser suturado por el Médico Cirujano Plástico Dr. Antonio Ramos Torres, ya que tenía tres heridas en el área de la cara, debajo justamente del lado izquierdo”.
Agregan que el médico “les sugirió que lo viera un oftalmólogo ya que las heridas habían sido muy cerca del ojo.
“El Médico Cirujano Oftalmólogo Dr. Manrique González Montemayor, quien lo revisó y quien aseveró que había tenido mucha suerte porque una de las heridas está a milímetros de su lagrimal, de haber llegado ahí pudo perder su ojo. Revisó su vista y demás para graduarle nuevas micas. Estaba realmente sorprendido de cómo pudo un niño de 12 años con su puño romper una mica de policarbonato, ya que es un material duro y resistente que se usa regularmente para que no las rompan”, cita el documento del cual se tiene copia.
En su queja por escrito los padres de el menor afectado demandaron al colegio una sanción contra el agresor.
“El hecho de que ustedes le pongan al niño un reporte mayor o menor, o lo suspendan o lo expulsen, no le va a quitar las cicatrices que tendrá Lauro de por vida. Pero sí me gustaría que ustedes hicieran responsables a los padres de Efraín de los gastos que hemos hecho y seguiremos haciendo mientras dure el proceso de mejoría de sus cicatrices producto del accidente. También le solicitó que me informe por escrito de todo lo que vaya a hacer al respecto esta institución y las resoluciones que le den al caso”, citan.
Meses después del ataque el colegio no tomó ninguna acción disciplinaria contra el agresor, a quien incluso llegó a justificar, lo que provocó que los padres del afectado decidieran solicitar el apoyo de la justicia e interpusieron una denuncia penal por el delito de lesiones que generó la Carpeta de Investigación Especial 42/2019 que se encuentra radicada en la Unidad General de Investigación Especializada en Justicia Para Adolescentes.
A la vez, y de acuerdo a documentos oficiales a los que se tuvo acceso, la Secretaría de Educación en la entidad recomendó “sanciones administrativas de ser necesario; por encubrimiento, omisión y/o negligencia si fuera el caso a todos los actores involucrados dependientes de su autoridad”.
INICIA EL PEREGRINAR
Deisy Mariel Flores González, madre de Lauro Xavier, recordó que el día de la agresión contra su hijo esperaba en el estacionamiento la salida de su hijo, pero al ver que el tiempo transcurría se preocupó y mandó a su menor hija a buscarlo.
Los terribles momentos que vivió después quedaron plasmados en un oficio con fecha del 11 de noviembre del 2019, dirigido a Georgina Aparicio Hernández, titular del Centro Regional de Desarrollo Educativo de Reynosa, dependiente de la Secretaría de Educación Pública.
Este oficio buscaba “ponerles en conocimiento las violaciones a la Ley de Educación para el Estado de Tamaulipas, llevadas a cabo por la Institución Educativa The Oxford School, Campus Las Quintas”.
En el escrito la mamá declara que: “Llegamos a enfermería y mi hijo menor, Luis Xavier, estaba temblando, con gasas manchadas de sangre en el rostro y atendido por la enfermera del Colegio y la Psicóloga la C. MS. Banda, quien estaba limpiando la sangre que había en las piernas y los brazos de mi hijo. La suscrita preguntó ¿qué fue lo que pasó? Y la directora del plantel me responde con un tono fuerte “FUE UN ACCIDENTE”, yo vuelvo a preguntar, pero ahora me dirijo a mi hijo y él estaba temblando sin poder contestar. La enfermera del Colegio me refiere que SI ACASO NECESITA DOS O TRES PUNTADAS y que me va a dar un pase médico para el HOSPITAL LAS FUENTES (sic.)”.
Agregan que al preguntarle a su niño qué había sucedido les contestó que: “ESTABA PLATICANDO CON EFRAIN Y EL ME ESTABA DICIENDO QUE RIVERA (otro compañero de clase) SE ENOJABA BIEN FEO CUANDO LE HABLABAN DE LA NIÑA QUE LE GUSTA Y EN ESO SENTÍ EL GOLPE (sic.)”.
En el documento la quejosa narra cómo los directivos del colegio minimizaron el hecho y hasta lo intentaron justificar.
“La directora C. KARLA TAMAYO y la psicóloga del Colegio MS. BANDA antes que nada vuelven a referirnos que FUE UN ACCIDENTE, y nos exponen que el niño EFRAIN, era un alumno que no tenía ninguna nota negativa en su libreta, ni reportes y que tenía excelentes calificaciones y que no fue su intención hacer lo que hizo, que estaba jugando y que definitivamente “FUE UN MAL ACCIDENTE”.
Añade la impresión que les provocó ver el video de la agresión.
“Fue demasiado impactante para nosotros ver ese video, le referimos a la directora que eso no fue un accidente sino una AGRESION FISICA, la psicóloga MS. BANDA, refiere que SI APARENTABA SER UNA AGRESION FISICA, pero la directora TAMAYO justifica la acción diciendo que era la primera vez que el niño EFRAIN hacía algo así y nos dice que no podían ponerle alguna amonestación por lo mismo, sentimos que tenían inclinación por defender o justificar la acción del menor EFRAIN”.
En su relatoría de los hechos, los padres del menor afectado revelaron la forma en la que los directivos del colegio le dieron largas a ofrecerles una solución al asunto.
“Los Directores C.C. Karla Tamayo y Timothy Ryder, piden hablar conmigo en su oficina, y me refieren que suspenderían al niño EFRAIN, que les diera unos días; mi esposo LAURO ADAME GARZA, fue a solicitar el video del incidente y el C. Director TIMOTHY RYDER, le dice que ocupa una orden judicial y le dice que no se preocupe, que era un hecho que EFRAIN sería expulsado del Colegio, solo que ellos pedían que le permitiéramos terminar el ciclo escolar y que mientras estaría en otro salón de clases, que le diera para el jueves 06 de junio del 2019”.
Incluso el colegio ofreció a la familia regresarles el dinero de inscripciones y colegiaturas no solo del niño afectado, sino de sus hermanos que también estudian en la institución.
“También nos manifestaron que si queríamos podíamos pasar a caja a recoger lo que habíamos pagado de inscripciones y con todo gusto se nos regresaba el dinero, y la papelería de mis tres hijos. Lauro Xavier se reincorporó a la escuela después de varios días, personas entre ellos directivos MS. TAMAYO, psicóloga MS. BANDA y el maestro de Inglés MR. GUZMÁN, hablaron con LAURO XAVIER, haciéndole ver que fue un accidente; inclusive los directivos de la escuela me sugirieron que no fuera a su ceremonia de graduación, para que no se sintiera incómodo”.
El oficio concluye relatando el acercamiento que tuvo con ellos el abogado del Colegio The Oxford School, Campus Las Quintas.
“Tuvo un acercamiento con nosotros, para platicar y llegar a algún acuerdo, nos ofreció tranquilidad y seguridad, manifestando que el menor de nombre EFRAIN, sería cambiado de campus del colegio, mismo que al momento de regresar a clases no cumplió”.
Ante la falta de respuesta por parte del colegio, los padres afectados acudieron ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas para exponer el caso de su hijo y solicitar una medida cautelar.
Ante el requerimiento de la comisión, Nereyda Martínez Mendoza, gerente administrativo de la institución educativa envió un oficio con fecha 11 de noviembre del 2019 donde asegura que la institución tiene un reglamento que sanciona este tipo de hechos.
“Es importante mencionar que esta institución cuenta con un reglamento interno, tanto para los alumnos, como para el personal docente en donde hacemos énfasis de que tenemos que propiciar una sana convivencia en los tres pilares que sostienen este colegio, padres de familia, maestros y alumnos”, cita el documento del cual se tiene copia.
LAS REUNIONES
De acuerdo a un acta informativa de la que Hora Cero tiene copia, a las 10:00 horas del 21 de noviembre del 2019, se reunieron en la sala de juntas del Centro Regional de Desarrollo Educativo de Reynosa, Georgina Aparicio Hernández, titular del CREDE, Homero López Ortiz, jefe del sector escolar número 29, Teresa de Jesús Flores Tovar, supervisora de la zona escolar número 261 y los padres del menor afectado.
En la minuta de la reunión se detalla que se le solicitó al jefe del Sector Escolar 29, Homero López Ortiz que mencione cuáles fueron las medidas que se tomaron para resolver este problema pero “no manifestó ningún comentario”.
En cambio le pidió a la supervisora Teresa de Jesús Flores Tovar, a quien le habían delegado la investigación, que informara lo que había hecho.
En el acta informativa se lee: “la supervisora al escuchar y leer que los daños físicos del menor fueron provocados por accidente da por cierta esta versión, la supervisora manifiesta que dio recomendaciones de forma verbal a la institución y sugirió que físicamente fueran separados los menores involucrados, hizo mención también que las autoridades del Colegio le preguntaron que si por causa de un accidente era correcto la expulsión al menor responsable del accidente ya había incurrido en otras faltas o agresiones a sus compañeros, por lo que las autoridades del colegio respondieron que nunca se había presentado un hecho de esta índole; en base a esta información la supervisora les recomendó que elaboraran un traslado a otra institución (sic.)”.
Sin embargo, tal y como se lee en la minuta, la supervisora reconoció que su determinación la tomó basada exclusivamente en los dichos de los directivos del colegio y sin revisar ninguna de las evidencias que hay sobre los hechos, como el video del ataque.
“MARTIN GIL ESCOBEDO CARMONA, pregunta a la supervisora si la escuela le había mostrado video y evidencias del accidente, respondiendo que no, también le preguntó si había seguido los lineamientos y protocolo que debe seguir una supervisión, ante tal cuestionamiento responde que no, que todo se había hecho de manera verbal (sic.)”.
Días después de esta reunión, el 25 de noviembre del 2019, la titular del CREDE ordenó por escrito a Homero López Ortiz, jefe de Sector 29 de Primarias que “a la brevedad posible realice la investigación correspondiente y de ser necesario ejecutar y/o solicitar a las instancias correspondientes las sanciones administrativas de ser necesario; por encubrimiento omisión y/o negligencia si fuera el caso, a todos los actores involucrados dependientes de su autoridad, por el hecho de que han transcurrido 5 (cinco) meses y medio y a la fecha no existe un acuerdo escrito aprobado entre familiares del agresor y el agredido, mucho menos un resolutivo de las autoridades dependientes de su jefatura”.
Sin embargo, denunció el padre del niño golpeado, esta orden fue ignorada.
“Hasta ahorita aquel niño no ha sido citado ni se ha presentado a declarar, mi hijo ya ha ido dos veces a la Agencia Especializada en Menores, antes hubo una mediación y nosotros fuimos pero ellos no se presentaron la primera vez, y la segunda vez no quisieron mediar”, expresó.
Ocho meses después del ataque, la jefatura de sector no ha emitido ninguna sanción contra el colegio, lo que generó un nuevo reclamo oficial por parte de la titular del CREDE, por medio de un oficio con fecha del 14 de enero del 2020 del que Hora Cero tiene copia.
“Por su parte la C. MTRA. GEORGINA APARICIO HERNANDEZ, haciendo uso de la voz, manifiesta estar preocupada por la nula respuesta del responsable del sector 29 MTRO. HOMERO LOPEZ ORTIZ toda vez que con fecha 25 de noviembre de 2019 se le envió oficio donde se le solicita formalmente su intervención en el caso y no se obtuvo respuesta hasta el día de hoy 10 de enero de 2020. A lo que los quejosos manifiestan que es importante para ellos que las omisiones de las autoridades sean anexadas al expediente y derivado de esto se anexe en las actas de extrañamiento correspondientes en sus expedientes (sic.)”.
MARCAS EN LA MENTE Y EN LA PIEL
Además de las cicatrices en su rostro, Lauro Xavier debe cargar con las cicatrices emocionales que le dejó esta acontecimiento, por lo que fue necesario que recibiera atención psicológica.
“Lo diagnosticaron con ansiedad social, no dormía, no comía, veía sombras detrás de él, vivió algo así como un shock post- traumático”, platicó su madre.
Indicó que desde muy pequeño su hijo ha sobresalido en equipos de futbol asistiendo a competencias locales, estatales y nacionales, pero a raíz de esto, ya no quería jugar y dejó de interesarle este deporte.
“Mi hijo es delantero, pero si alguien se le acercaba para meterle el cuerpo el dejaba el balón antes de que el defensa le llegara, tenía miedo de que lo agredieran”, expuso el jefe de familia.
El menor siempre fue conocido com un chico sociable, atento, dedicado y amoroso con su familia, pero se volvió retraído, poco participativo y hasta con una actitud un tanto agresiva, pues respondía de mala manera y evitaba cualquier tipo de comunicación.
Afortunadamente gracias a la ayuda profesional y al esfuerzo y amor de su familia salió adelante y actualmente poco a poco se desempeña de forma normal en sus diferentes actividades.
Estos padres dijeron estar decepcionados con la situación y afirman que nunca buscaron una compensación o indemnización económica, solamente que la escuela aplicara una sanción correspondiente por el bienestar de todos los que forman parte de la comunidad estudiantil.
“Lo que yo quiero es un cambio, no puede ser que sea la primera denuncia contra un colegio privado. Uno paga una mensualidad por algo, pensando en que en una institución de este tipo sus hijos estarán mejor y resulta que no, no está seguro. No puede ser que no se haga justicia”, finalizó el padre del menor.