
Después de cuatro años de residir en Reynosa, Tamaulipas, a donde llegó buscando cruzar de forma ilegal a Estados Unidos, Francisco Lastor Mejía, de 41 años de edad, está a un paso de ver cumplido su sueño de regresar a su natal Escuintla en la República de Guatemala.
En el año 2008, debido a la situación económica que padecían él y su familia, Francisco decidió probar suerte y cruzó a México buscando llegar a la frontera con Estados Unidos e ingresar ilegalmente a este país con la finalidad de encontrar un trabajo.
Lamentablemente la falta de recursos económicos le impidió pagarle a una persona para que lo internara en territorio estadounidense.
Al paso de los meses, Francisco comenzó a trabajar en esta frontera para reunir el dinero suficiente para poder cruzar por el río Bravo.
Sin embargo, una noche después de salir de su trabajo, tuvo un accidente que le partió la columna vertebral y lo dejó inválido.
Para hacer las cosas peor, hace unos meses una extraña infección comenzó a afectar su pierna, al grado que hubo días en que la herida estaba completamente abierta.
A pesar de todo el sufrimiento que padeció, ahora el panorama es distinto para “Chapín”, como es conocido entre sus compañeros del albergue donde le dieron posada durante todos estos meses. Con semblante lleno de esperanza y felicidad, dijo sentirse muy entusiasmado de saber que pronto estará de nuevo con su familia en su país natal.
“Lloro de alegría de que voy a regresar con mi familia que no he visto desde hace cuatro años, llevo cuatro años estando lejos de ellos ya que en 2008 decidí salirme de Guatemala porque la situación económica era deplorable”, mencionó entre lágrimas.
A Francisco lo esperan en Guatemala su padre de 80 años y sus cinco hermanos, a quienes no ha visto desde que salió de su hogar en busca de la forma de cruzar de forma ilegal hacia Estados Unidos.
“Hablé con una de mis hermanas y me dice que están ansiosos de verme, que no me preocupe ya que allá están mis patojos (niños), que son mis cinco sobrinos para que me ayuden en todo”, indicó.
Entre llanto, dijo estar infinitamente agradecido por el apoyo que le han brindado en Reynosa.
“Realmente pensaba que me iba a quedar solo y sinceramente creí que me iba morir aquí en México, sin nadie a mi lado, ya que tenía años sin tener comunicación con mi familia.
“Siento el milagro que Dios está haciendo conmigo y el apoyo de mucha gente a quienes agradezco su bondad. Hay un gozo enorme en mi corazón porque veo la gracia que Dios hace. Personas que ni siquiera me conocían han llegado a visitarme como si fueran mi familia, eso me hace levantarme, me hace sentir apoyo de gente mexicana que me ayuda y me ama”, indicó.
A lo largo de tres semanas la salud del migrante ha mejorado de forma impresionante, su palidez y rostro demacrado cambiaron por un semblante lleno de vida y alegría, además de que sus heridas han sanado gradualmente.
“Tengo suerte de haber encontrado buenas personas, como mi amigo Oscar de la Garza, a quien conocí en el Albergue Victory Home, y quien me apoya y me ha ayudado abrir puertas de organizaciones y a tocar corazones de mucha gente”, mencionó.
“Chapín” aseguró que Dios lo protegió, porque muchos de sus compatriotas se han muerto sin poder cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
“Les aconsejaría a todos mis paisanos que no se arriesguen a perder sus vidas buscando cruzar a Unión Americana, es un sueño que se puede convertir en una pesadilla.
“En todos lados podemos salir adelante trabajando y administrando el dinero, yo buscaba trabajar allá para ganar dólares, pero nunca pude lograrlo, solamente Dios sabe qué habría sido de mi vida en otro lugar”, narró.
A pesar de que todavía no se define la fecha de su traslado, Francisco tiene muchos planes para cuando esté de regreso en Guatemala.
Su intención es ejercer el oficio de carpintería, por lo que espera haber recobrado la vista para entonces, ya que su deseo es salir adelante por su cuenta.
“Chapín” padece glaucoma y según los estudios que le han efectuado, existe la posibilidad de que recupere la vista por medio de una cirugía láser.
“Quiero trabajar con mis manos ya que no puedo caminar, soy carpintero y sé hacer trabajos buenos, sin embargo, necesito tener bien mi vista para usar la cinta métrica y poder trabajar para salir adelante”, indicó.
Gracias a que muchas personas de Guatemala, México y hasta Colombia lo han apoyado económicamente, en los próximos días será operado.
Su amigo Oscar consiguió que le realicen esta cirugía en el Hospital Carlota de Montemorelos, Nuevo León. Incluso la Cruz Roja delegación Reynosa le otorgará el traslado en ambulancia hasta este nosocomio con la finalidad de que el guatemalteco regrese a su casa ya operado de la vista.
Además, Francisco espera que el gobierno y las organizaciones consulares o de migración lo apoyen económicamente.
En Guatemala conocen su historia por lo que varias organizaciones y funcionarios públicos han alzado la mano para brindarle apoyo de seguro médico y pensión, por lo que “Chapín” tiene la fe de que esto sea cierto y que cuando este en Escuintla le brinden el apoyo prometido.
SUS ANHELOS
El guatemalteco ansia estar de regreso en su lugar de origen y comentó que desea comer “Kak’ik”, una sopa de chunto (pavo) que contiene una variedad de especies de las cuales destacan el achiote, cilantro, chile seco, tomate de árbol, miltomate, ajo, canela, clavos de olor, pimienta de castilla, entre otros ingredientes.
“Ya saboreo comerme un ‘Kak’ik’ es una comida tradicional de Guatemala parecido al mole que se prepara aquí en México pero en caldo y con picante”, describió.
Para Francisco todo lo que le ha pasado últimamente es un sueño, dice estar nervioso de viajar en avión, ya que será su primera vez, pero mencionó que será un nueva aventura que espera ver a través de sus ojos, que desea ya estén sanos para entonces.
“Es como un sueño para mí, quiero ver las nubes porque estaré más cerquita de Dios en el cielo y aprovecharé para pedirle bendiciones para todas las personas que me tendieron la mano”, comentó.
Su amigo Oscar de la Garza, señaló que están haciendo los ajustes necesarios para que a través del Consulado de Guatemala en Tijuana, Baja California, a cargo de María Jimena Díaz González, “Chapín” ya esté sanado totalmente y puedan enviarlo a su casa.
“Ha evolucionado favorablemente, sin embargo, ahora estamos haciendo lo posible por llevarlo a Nuevo León para que le operen sus ojos, y como es carpintero con su vista y sus manos puede valerse por sí mismo en su tierra”, explicó.
Dijo que observa a Francisco con un estado de salud mucho mejor.
“Se ve más fuerte, ya agarró su color debido a que llegó muy pálido y delicado de salud. Los médicos están sorprendidos de su evolución clínica”.
Oscar de la Garza mencionó que han contado con el apoyo del Instituto Nacional de Migración, del Consulado General de Guatemala en Tijuana, Baja California; la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Cruz Roja y el Hospital General de Reynosa.
“Además del invaluable apoyo de mucha gente que no lo conoce pero gracias a Dios y a los medios de comunicación ha obrado en sus corazones y lo están apoyado. Gracias a todas esas personas”, comentó.
Debido al estado de salud de “Chapín”, en su viaje lo acompañará el técnico en urgencias médicas de la Cruz Roja, Francisco Ponce Lara, con la finalidad de que no se deriven complicaciones.
El viaje será pesado, ya que hay que trasbordar de un avión a otro y ya en Guatemala, viajar por carretera hacia Escuintla.
Se están coordinando acciones con la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Hospital General de Reynosa y el Consulado General de Guatemala en Tijuana, Baja California, para que se otorguen las facilidades necesarias para que Francisco pueda regresar para a su tierra.
Ponce Lara mencionó que “Chapín” padece una compresión de vertebras que le impiden valerse por sí mismo.
“Deseamos que se le pueda operar de sus ojos antes de irse de regreso. Y que así pueda ver de nuevo a sus familiares a quienes desde hace más de cuatro años no ha tenido contacto”, señaló.
Otra de las organizaciones que se han involucrado, es el Comité Internacional de la Cruz Roja, que mediante el área de migrantes manejan recursos económicos que permiten la reunificación de familias.
“‘Chapín’ ha movido muchas personas que podemos decir que son ángeles que se unieron para apoyarlo. Su aventura todavía no se termina y tendrá que dar testimonio a sus compatriotas migrantes”, indicó.
Ponce Lara indicó que continuamente se trabaja con casos similares no solamente con ciudadanos de Guatemala, sino también de Belice y otras partes de Centroamérica, por ello el Comité Internacional de la Cruz Roja siempre ha estado al pendiente del área de migrantes.
Mientras tanto, Francisco continúa con un buen estado de ánimo y un semblante más sano, totalmente diferente de cuando ingreso al Hospital General de Reynosa.
A diferencia de apenas unas semanas, cuando este hombre quería que el tiempo pasara y pasara, hoy “Chapín” cuenta los días que le faltan para estar de regreso en su hogar y con su familia en Guatemala.