
El dueño del local “Santa Cruz”, detalló a Hora Cero cómo elabora sus prestigiosos sombreros norteños y habló sobre la pasión y dedicación que identifica a cada sombrero que elabora.
En su taller “Santa Cruz”, el señor Américo Silva diseña con pasión y dedicación los sombreros que representan con orgullo a los norteños. Para él, cada sombrero que elabora es como un hijo, al que cuida con esmero en cada detalle.
La historia de Don Américo es interesante. Antes de convertirse en un maestro sombrerero, él trabajó durante muchos años en el comercio de abarrotes. Sin embargo, su pasión por los sombreros nació cuando tenía 18 años, edad en la que comenzó a usarlos con frecuencia. Con el tiempo, se vio en la necesidad de arreglar los suyos propios, y su habilidad no pasó desapercibida: amigos, vecinos y conocidos comenzaron a buscarlo para que confeccionara y reparara sus sombreros.
Desde hace nueve años, Américo ha convertido esta pasión en su oficio. “Para mí es un hábito, porque yo nací en el rancho y soy de rancho, y lo digo con mucho orgullo”, expresó conmovido en entrevista con Hora Cero.
Antes de dedicarse por completo a la sombrerería, su actual local (y otros más que tenía), funcionaban como supermercado. Sin embargo, al ver crecer a sus hijos, decidió cambiar de rumbo, pues no quería que se dedicaran a ese negocio. Fue así como transformó el lugar en un taller de sombreros.
“No hay quien sepa de sombreros lo que yo sé”, afirma con seguridad. Sin embargo, reconoce que fue a partir del 2024 cuando las ventas en su local disminuyeron. Incluso en diciembre, un mes en el que solía vender un estilo particular de sombreros, no obtuvo los resultados esperados. A pesar de esto, el entrevistado sigue hablando con pasión y detalle cuando se trata de su negocio.
ARTE DE LA CONFECCIÓN
Lo que distingue a los sombreros de Don Américo es el esmero con el que los elabora. Cada pieza es diseñada a la medida del cliente, buscando siempre la combinación perfecta entre estética y comodidad.
Además, compartió un consejo sobre la forma correcta de portar un sombrero: debe colocarse justo por encima de la ceja, ni más arriba ni más abajo.
A lo largo de estos nueve años, ha perfeccionado diversas técnicas para diseñar y reparar sombreros. Como parte de su proceso de restauración, el primer paso es un cepillado meticuloso de la tela del sombrero, asegurando que cada pieza recupere su esplendor original.
Los modelos que elabora son de ala moldeable, para así poder cambiar la forma de las alas y adaptarlos a los estilos que los clientes prefieran.
Para Don Américo, los sombreros no son sólo un accesorio, son parte de su identidad y un reflejo de su amor por la tradición norteña.
“A través del tiempo y en estos nueve años, he aprendido muchas más cosas. A mí me han traído sombreros que son para tirarse; sin embargo, aquí les hacemos todo el trabajo y quedan perfectamente bien”, añadió.
LA INFLUENCIA DE LA MÚSICA NORTEÑA
Además de su pasión por la confección de sombreros, Don Américo Silva se ha desarrollado como compositor de música norteña, y destaca que esta corriente musical tiene una gran influencia en el uso de los sombreros, al ser un símbolo que da personalidad e identidad de quienes lo portan.
En su tarea de buscar lo que conservaba con el pasar de los años, el entrevistado encontró diarios de 200 páginas que incluían letras de corridos y cumbias. Gracias a eso, hoy en día se ayuda de la inteligencia artificial para agregarle pista a los corridos que ha escrito.
“Yo me encargo de la letra y con la ayuda de mi nieto (que utiliza inteligencia artificial), sale la canción”, resaltó.
-A lo largo de los años, ¿ha recibido clientes que sean músicos?
“Ha venido mucha gente, he tenido a Lalo Mora, es amigo. También he recibido a Juan Villarreal, a él le arreglamos los sombreros y le vendemos. De aquí de Reynosa han venido muchos grupos, casi siempre son de 4 a 5 sombreros por grupo”, expresó.
Es así que el trabajo del artista reynosense también es reconocido en el Valle de Texas, pues hay clientes que vienen desde el país vecino a visitarlo al confiar en el trabajo que caracteriza a Silva.
Don Américo confiesa que toda esta travesía ha sido un sueño para él, desde la confección de sombreros hasta la elaboración de corridos y composiciones musicales, incluso su aparición en algunas películas locales.
Al finalizar la entrevista, Don Américo agradeció al periódico Hora Cero por la cobertura elaborada, además de extender su agradecimiento principalmente a Heriberto Deándar Robinson, Director General de Hora Cero.
“Le agradezco mucho a Beto. Que siga adelante con la misma firma que su papá”, finalizó.