Muchos desmañanados, cansados, afectados por el sol -y quizás por el cúmulo de años a cuestas- pero ahí estaban, atendiendo el ansiado llamado, con la emoción de haber llegado con vida a esta cita, con la esperanza de prolongarla.
Hombres y mujeres de Reynosa, de entre 50 y 59 años -el segundo grupo de la población civil, aparte de los trabajadores de la salud y de los maestros-, convocados por la autoridad federal, hicieron filas entre el martes 25 y el sábado 29 de mayo para que les aplicaran la primera de dos dosis de la vacuna
anti Covid-19.
También, aunque naturalmente en menor cantidad, embarazadas de la ciudad fueron inmunizadas.
En el primer día se recibió a personas cuyo primer apellido iniciaba con las letras A,B, C, D y E, en los diferentes módulos ubicados en CBTis 7, Auditorio Municipal, UAT Rodhe y Parque Cultural, este último en modalidad drive thru.
Todo indica que a algunos módulos acudieron personas que por su primer apellido correspondían a otro día, además de rezagados de 60 años y más, pues en varios sitios de vacunación la vacuna llegó a agotarse dos horas antes de que concluyera la jornada del día.
Posteriormente esto se resolvió. Ahora, la generación que hoy tiene entre 50 y 59 años espera la segunda dosis, mientras “los jóvenes de 40 a 49 años”, ya se inscriben para recibir su primera vacuna anticovid. Cosas de la nueva normalidad, para preservar la vida.