La Secretaría de Salud de Tamaulipas anunció que el uso del cubrebocas ha dejado de ser obligatorio para ser “una recomendación”, por lo que después de más de dos años, los ciudadanos que así lo deseen podrán mostrar su rostro por completo.
Fue el 27 de febrero del 2020 cuando se daba a conocer sobre el primer caso de Covid-19 en México y con el paso del tiempo llegaron las medidas de prevención, siendo estas: uso de gel antibacterial, lavado de manos, mantener la sana distancia, estornudo de etiqueta y por supuesto, el cubrebocas.
Sin embargo, su uso en este país ha sido muy controvertido, generando diversas opiniones, tanto de la ciudadanía en general, como de personalidades del rubro sanitario y hasta del ámbito político.
Una de ellas fue el secretario de Salud, del gobierno de México, Hugo López-Gatell, quien en alguna ocasión se refirió a él como “el famoso cubrebocas”, destacando que su utilidad como protector era muy limitada para quienes lo usaran. Vaya, hasta el presidente de la República llegó a minimizar su importancia.
El científico Gatell externó, además, que
éstos podían dar una sensación de “falsa seguridad”, al creer que se podían descuidar otras medidas.
La polémica aumentaba debido a que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, fue visto en diversas apariciones públicas sin cubrebocas, usándolo por
primera vez en julio del 2020 para poder abordar un avión comercial y viajar a Estados
Unidos, donde se reuniría con el presidente Donald Trump.
Lo cierto es que, entre la población las opiniones sobre la mascarilla, como también se le conoce, siempre han estado divididas.
SU USO YA ES OPCIONAL
El sábado 15 de octubre se publicó en el Periódico Oficial del Estado el decreto gubernamental con las medidas de seguridad sanitarias contra la Covid-19, en donde se especificó la indicación respecto al uso del cubrebocas.
En el apartado dos del artículo tercero se leía: “Es obligatorio el uso de cubrebocas para lugares públicos y privados en espacios cerrados y abiertos”.
Sin embargo, posteriormente, Vicente Hernández Navarro, secretario de Salud de Tamaulipas (SST) dijo que lo publicado el día 15 fue “un error en la transcripción”, por lo que se emitió una fe de erratas en donde se afirma que esta medida ya no es de carácter obligatorio y pasa a ser opcional.
“Es una recomendación el usar el cubrebocas, sobre todo en los hospitales y cuando estamos delante de tanta gente. Además de que nos ha servido, sigue siendo una medida que se queda para nosotros, pero ya no es obligatorio, es recomendación, nada más”, manifestó.
Por ello, el exhorto a la ciudadanía es utilizarlo, además de en hospitales, también en unidades de salud, consultorios y laboratorios.
Sin embargo, a pesar de la modificación al decreto, algunos establecimientos continúan exigiendo su uso, sobre lo cual el titular de la SST dijo que con ello, no están violando ninguna ley.
A través de las redes sociales, los usuarios han externado su sentir sobre dicha medida, presentándose diversidad de opiniones.
“Se debería de seguir usando el cubrebocas por las fechas que vienen, por los que no se vacunaron, los enfermos o trasplantados. Por prudencia”, “Después de las experiencias que vivimos en carne propia más vale prevenir y cuidar de mi familia, seguiremos con el cubrebocas porque ese bicho llegó para quedarse y es muy traicionero” y “Que siga el cubrebocas, te cuidas y cuidas a los demás”, fue la postura de quienes afirman, seguirán utilizando esta medida de protección.
Sin embargo, también están los que celebran la suspensión de la obligatoriedad: “¡Ya era hora!”, “Qué bueno porque la verdad es pura gastadera de dinero en cubrebocas” y “¡Qué bien! porque estamos sudando como marranos con el bosal”, entre otros comentarios.
CUBREBOCAS, TODO UN FENÓMENO
Además de ser una medida para evitar la propagación de Covid-19, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para muchas personas fue más que eso y se convirtió en parte de su “outfit”, siendo un complemento para su atuendo.
Ante la gran demanda de cubrebocas que se registró al principio de la pandemia y también como una medida para economizar, ser amigable con el medio ambiente, y de paso, añadirle algo de “diversión” a su uso, muchos optaron por los de tela, incluso con bordados, encajes, lentejuela, estampados o diversos colores.
También se elaboraron cubrebocas para ser utilizados en ocasiones especiales, por ejemplo durante la realización de un matrimonio, en donde la novia y el novio los utilizaban a juego con su ajuar nupcial.
Fue así que la elaboración y venta de cubrebocas de tela se convirtió en un gran negocio, y muchos que contaban con habilidades para la costura y elaboración de prendas de vestir, se lanzaron como emprendedores al confeccionarlos para venderlos.
Aunque en un principio el uso del cubrebocas no fue del todo bien recibido por la población, hubo quienes lo vieron como un aliado, sobre todo los más tímidos, entre ellos los adolescentes, a los que algún padecimiento facial les restaba seguridad, pues ahora, podrían ocultarlo.
Ahora el hecho de que, durante dos años mostraron solamente la mitad de su rostro y ahora deban hacerlo por completo puede generarles ansiedad al no saber qué opinión tendrá el resto de las personas sobre su apariencia; lo cual, a manera de broma, ha sido externado por algunos usuarios en redes sociales, pero que, sin embargo, podría contener mucha verdad.
Muchas mujeres vieron en esta situación la oportunidad de “dejar descansar su piel”, pues dejaron de maquillarse al sentirse menos expuestas; mientras que otras optaron por hacerlo solo en la mitad de su cara, es decir, en la parte visible.
Pero no se puede dejar pasar a quienes sufrieron diversas afectaciones por su uso, tales como: acné, irritación cutánea, sudoración excesiva, molestia en los oídos, picazón nasal y vulnerabilidad a los rayos solares, pues al utilizarlo se cree que funciona como bloqueador de los rayos ultra violeta (UV), por lo que muchos dejaron de aplicarse bloqueador solar, sin embargo, debido a su tejido y composición, los rayos UV logran llegar a la piel.
Muchos más, según lo manifestado,“nunca se acostumbraron a usarlo” y ello les ocasionaba malestares físicos, así como ansiedad, o de plano, lo utilizaban de forma incorrecta.
Lo cierto es que, así como en un principio, debimos integrarlo a nuestra vida diaria y adaptarnos para incluirlo en todas nuestras actividades, ahora los tamaulipecos, aún los que se resisten a dejar de utilizarlo, poco a poco nos despediremos del cubrebocas, tapabocas, barbijo o nasobuco, como también se le conoce.