Durante cuatro meses y –de acuerdo con la acusación de la fiscalía estatal–, con la complacencia de su pareja sentimental, Jesús Román Salazar Castillo pudo abusar física y sexualmente de su hijastra de tres años llamada Kenia.
Estos ataques salieron a relucir el pasado 16 de enero, después de que la menor fuera brutalmente golpeada con una tabla por parte de su padrastro, quien no se detuvo hasta que la niña estaba inconsciente.
Al observar que la menor no reaccionaba, Salazar Castillo aviso a la madre de la niña, María Oregel Ohm, quien llevó a su hija a una farmacia y posteriormente a la Cruz Roja, donde le informaron que ante la gravedad de las lesiones, era necesario trasladar a Kenia al Hospital General, donde fue internada en el área de Terapia Intensiva.
Una evaluación del médico legista encontró que la pequeña presentaba lesiones recientes y antiguas en rostro, tórax, glúteos y espalda, además de una fractura en el fémur derecho con dos meses de evolución, además de violación por ambas vías.
Ante lo crítico del cuadro el Sistema DIF Reynosa intervino y dio vista a la Policía Ministerial del Estado.
La agente primera del Ministerio Público Especializado, Esther Valdez Rocha, explicó que al tener conocimiento de los hechos se detuvo a la mamá de la niña, quien señaló como responsable de la agresión a su pareja.
“Después de estar prófugo varias horas, Jesús Román Salazar Castillo fue detenido y quedó a disposición de la Fiscalía Especializada en la Protección a la Familia y Delitos Sexuales para ser consignado por violación. En el caso de María Oregel Ohm, se solicitó orden de aprensión por los delitos de lesiones y violencia intrafamiliar”, explicó.
Durante las investigaciones trascendió que desde hace cuatro meses Salazar Castillo vivía en unión libre con la mamá de la víctima, tiempo en el que abusó de la menor.
Al rendir su declaración ministerial, el padrastro de la víctima aceptó ser el responsable de los ataques. Por su parte la madre de la pequeña reconoció que ella también golpeaba a su hija y que estaba enterada de las agresiones.
Los hechos quedaron asentados en la averiguación previa 007/2014 por lo que Salazar Castillo será procesado por los delitos de violación, lesiones y violencia intrafamiliar, mientras que Oregel Ohm solamente por lesiones y violencia intrafamiliar.
Mientras se resolvía la situación jurídica de los detenidos, el estado de salud de la niña era considerado como grave, con lesiones que ponen en riesgo su vida. Fue necesario que el 17 de enero la menor fuera intervenida quirúrgicamente por un equipo
de neurocirujanos.
El Procurador de Protección a la Familia, Carlos Eduardo García Juárez informó que Kenia no es la única víctima en este caso, Jannai, de 8 años de edad y también hija de Oregel Ohm, fue trasladada a la Casa Hogar del Niño del DIF, donde fue objeto de evaluaciones físicas y psicológicas.
“Es una niña muy inteligente y abierta al dialogo lo que nos ha permitido saber más del trato que les daban. Ella también presenta algunos hematomas y un alto grado de manipulación psicológica por parte de ambos adultos”, indicó.
Expresó que ante la gravedad del caso, el Sistema DIF se hará cargo de las menores a fin de apoyarlas física y psicológicamente para que tengan una mejor calidad de vida.
El 21 de enero pasado Kenia logró abrir los ojos, aunque los doctores reconocieron que su mejoría es mínima, pues aparte de los golpes presenta una anemia severa, por lo que respecta al traumatismo craneoencefálico representa un alto riesgo de secuelas a corto y largo plazo.
Mientras la pequeña luchaba por su vida, su madre salió en libertad bajo las reservas de ley, ya que al no encontrarla en flagrancia, no había delito que perseguir; además que el Código Penal para el Estado de Tamaulipas cataloga como faltas no graves el encubrimiento y las lesiones.
Inconformes con la decisión, la Fiscalía Especializada en la Protección a la Familia y Delitos Sexuales reunió evidencias suficientes para solicitarle al Juzgado Segundo de lo Penal que obsequiara una aprehensión en contra de Oregel Ohm por violencia intrafamiliar y los delitos que resulten.
El 27 de enero Oregel Ohm fue reaprendida por la Policía Ministerial del Estado cuando se encontraba en las instalaciones del Sistema DIF de Reynosa.
El 28 de enero Kenia fue dada de alta y trasladada a la Casa Hogar del Niño donde se reunió con su hermana Jannai.
LAS SECUELAS
Carlos Eduardo García Juárez explicó que
a pesar de que sus signos vitales son favorables y logró restablecerse de la cirugía, Kenia no se mueve ni articula palabras, por lo que se enfocarán en su salud física y emocional con vigilancia las 24 horas.
“Kenia se mantiene en shock, creemos que se debe al trauma tan fuerte que padeció por lo que tendremos cuidados especiales con ella. Los médicos nos informan que deberá ser intervenida nuevamente en un par de meses para que le sea colocado el hueso del cráneo y también ser evaluada a fin de que se defina la fecha de la cirugía del fémur, ya que es necesario reparar los daños que le provocaron los abusos”, dijo.
García Juárez expresó que la pequeña recibirá atención especializada a través de terapias de estimulación, lenguaje y rehabilitación motriz, Además de que junto a su hermana, acudirá a terapias psicológicas.
Actualmente la madre de las niñas se encuentra detenida en las celdas de la Policía Ministerial a disposición del Juzgado Segundo de lo Penal en espera de que se resuelva su situación jurídica y se le dicte sentencia.
DICE QUE NO SABIA NADA
Desde su prisión, un cuarto reducido, oscuro y frío, la mujer de 32 años aseguró que nunca encubrió a su pareja sentimental.
En entrevista, Oregel Ohm indicó que no estaba de acuerdo con los malos tratos que su pareja le aplicaba a sus hijas, a pesar de que existen evidencias aportadas por las autoridades que acreditan su presunta responsabilidad en los hechos, al no denunciar los agresiones.
“Cuando golpeó a la niña yo estaba en el otro cuarto cambiando a la otra niña. No escuche nada de llanto ni gritos. Acababa de ver bien a mi hija por eso cuando llegó con la niña inconsciente le pregunte que le había pasado y él decía que no sabía. Me lleve a la niña a la farmacia, todavía llegó ahí llorando”, relató.
La madre de las víctimas reconoció que se dio cuenta que sus hijas presentaban algunas huellas de violencia física, pero no las consideró graves.
“A la chiquita le llegué a ver días atrás moretones en la cara y le preguntaba que quién había sido. Incluso le compraba un dulce para que me dijera qué le habían hecho. Solamente respondía que ella misma se los había hecho. La mayor tenía varios moretones y dos mordidas en los brazos pero decía que se lo hacían sus amiguitos”, explicó.
Oregel Ohm aseguró estar arrepentida de haber confiado en su pareja sentimental.
“Quería darle una familia a mis hijas y al mes de conocer a este hombre nos fuimos a vivir juntos, jamás terminas de conocer a la gente. Primero me decía que no le había hecho nada a mi hija y a los minutos confesó que sí la ‘tableo’ y la violó”, señaló.
POCOS DENUNCIAN
Por su parte la agente Primera del Ministerio Público Especializado, Esther Valdez Rocha, adelantó que en los próximos días se fijará sentencia a los acusados por los delitos de violencia intrafamiliar y los que resulten.
“Está por resolverse su situación jurídica en los próximos días, siendo el Juzgado Segundo Penal donde se consignó la averiguación previa 007/2014 para seguir con el proceso por el delito que corresponda”, expresó.
En tanto, Jesús Román Salazar Castillo permanece recluido en el Centro de Ejecuciones y Sanciones de Reynosa, acusado de los delitos de violación y lesiones cometidos en contra de la menor.
Valdez Rocha lamentó que continuamente se presenten casos de violación y violencia intrafamiliar en ambas agencias.
Explicó que durante su turno de labores, que comprende los primeros quince días de cada mes, se presenta de uno a dos casos de abuso sexual y casi diario alguno de violencia.
“Desagraciadamente pocas mujeres denuncian estos hechos, la mayoría de las veces se callan hasta que tenemos un caso extremo. La violencia familiar se puede dar de forma física, moral y psicológica, pero lo dejan pasar por lo que poco a poco va creciendo, terminando con lesiones que ponen en riesgo la vida”, refirió.
Añadió que en este tipo de casos regularmente son los padrastros los que cometen estos actos, sin embargo, existen padres consanguíneos que a pesar de que su deber es cuidar, educar, amar y proteger a los menores, hacen todo lo contrario.
“Muchas veces en el supuesto afán de corregirlos les imponen castigos sumamente severos y continuos por lo que se nos aumenta el delito de la violencia familiar aparte de las lesiones”, aseveró.
Como autoridad recomendó a la ciudadanía en general denunciar cualquier hecho de violencia.
“No debemos de permitir, por el propio bienestar y el de la familia, los abusos físicos, psicológicos y morales, y en caso de que se vivieran, denunciarlos”, dijo.
Por su parte la psicóloga del Sistema DIF, Francisca Coronado Alcocer recomendó a los padres de familia estar atentos ante cualquier señal de cambio de actitud en los menores.
“Los niños con abuso se aíslan, bajan su aprovechamiento escolar, presentan conductas de agresión y miedo, todas estas son señales de alarma”, detalló.
Añadió que existen diferentes tipos de abusos como lo es el físico, sexual y emocional, por lo que recomendó a los padres contener las frustraciones para no afectar a su hijos.
“Lamentablemente los abusos sexuales no solamente se dan en los padrastros, por lo que es importante estar atentos de las compañías de los hijos y con quién se dejan encargados”, señaló.
Coronado Alcocer resaltó la necesidad de darle confianza a los hijos de expresarse y comunicar cualquier inquietud que tengan o cuestiones por las que estén pasando.
El pasado 29 de enero Kenia cumplió tres años y dos meses. A su corta edad ha vivido una pesadilla que actualmente la mantiene sin movilidad ni habla, por lo que tendrá que recibir atención integral de rehabilitación a través de terapias psicológicas, motrices y de lenguaje para sobrevivir a este evento
traumático.