
‘Tía Jemima’, una gran mujer borrada de la historia por una generación que cambió la marca de sus hotcakes.
¿Quién no conoce a la ‘Tía Jemima’, o en inglés, Aunt Jemima?. Tal vez has visto su nombre en la cocina de tu casa o en tu mesa, cuando saboreas unos hotcakes, al bañarlos de ese rico jarabe de maple. Pues bueno, detrás de ese nombre hay una historia que pocos conocen.
La marca del jarabe fue un homenaje a los dones y talentos de esta mujer. Las generaciones futuras ni siquiera sabrán que existió esta mujer. Qué vergüenza.
El mundo la conocía como “tía Jemima”, pero su nombre de pila era Nancy Green y es una verdadera historia de éxito estadounidense. Nació esclava el 17 de noviembre de 1834 en el condado de Montgomery, Kentucky, y se convirtió en una rica superestrella del mundo de la publicidad, siendo su primera marca registrada viva.
La historia de Aunt Jemima inicia con Chris Rutt, un periodista, y Charles Underwood, cuando compraron la Pearl Milling Company y tuvieron la idea original de desarrollar y envasar una harina para pancakes preparada. Para sobrevivir en un negocio altamente competitivo, los hombres necesitaban una imagen para su producto. El nombre de la marca nació a partir de una canción llamada Aunt Jemima.
Rutt y Underwood estaban en bancarrota por lo que, en 1890, vendieron la fórmula al R.T. Davis Milling Company. La compañía comenzó a buscar una mujer negra para emplear como marca viva de su producto, y encontró a Nancy Green en Chicago. Ella tenía 56 años. La Aunt Jemima Pancake Mix se introdujo en St. Joseph, Misuri.
En 1893, Davis Milling Company comenzó agresivamente una promoción total de “Tía Jemima” en la Exposición Colombina del Mundo en Chicago. Green, como “Aunt Jemima”, demostró la mezcla de hot cakes y sirvió miles de panqueques. Green fue un éxito, amable, una buena narradora de historias y una buena cocinera. Su personalidad cálida y atractiva la convirtió en la “tía Jemima” ideal, una marca viva.
Ella demostró la mezcla para panqueques y sirvió miles de ellos, y se convirtió de inmediato en una estrella.
Era una buena narradora, su personalidad era cálida y atractiva, y su talento para el espectáculo era excepcional. Su stand de exhibición atrajo a tanta gente que se asignó personal de seguridad especial para mantener a la multitud en movimiento.
Nancy Green firmó un contrato vitalicio, viajó en giras promocionales por todo el país y estaba muy bien pagada. Su libertad financiera y su estatura como portavoz nacional le permitieron convertirse en una destacada defensora contra la pobreza y a favor de la igualdad de derechos para todos los estadounidenses.
Mantuvo su trabajo hasta su muerte en 1923, a los 89 años.
Era una mujer extraordinaria y, lamentablemente, la política la ha borrado.
BLANCO DE PROTESTAS
La imagen original de Aunt Jemima ha sido modificada a través del tiempo a causa de las críticas y protestas porque su efigie representa un pasado esclavista, hasta que en 2020, PepsiCo, dueña de Quaker, decidió borrarla por considerarlo un “estereotipo racial” después de 130 años de existencia.
La marca había sido objeto de críticas en las redes sociales y llamados al boicot en medio de las amplias protestas contra el racismo en Estados Unidos tras la muerte de George Floyd a manos de la policía en Mineápolis.
Las protestas contra la violencia policial y el racismo se extendieron a varios países, dirigiéndose también hacia algunos personajes históricos, como Winston Churchill y símbolos imperialistas y colonialistas, causantes del esclavismo y segregación racial.