
Ambos son militantes del Partido Republicano, pero no necesariamente comparten la filosofía del precandidato a la presidencia de su país, Donald Trump, quien encasilla como vulnerable el trabajo que realizan agentes de migración en la franja divisoria al sur de la Unión Americana.
Para demostrar que la región está bien resguardada y que la labor de los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) ha rendido resultados, el legislador texano John Cornyn, visitó a finales de marzo los límites con México para supervisar cómo es que funciona la seguridad nacional.
Incluso, se animó a navegar el río Bravo junto con el también senador Bill Cassidy.
Los congresistas estadounidenses comprobaron las medidas que ha tomado el gobierno federal para reforzar la protección de las fronteras.
Además ofrecieron una conferencia junto al río Bravo, en la que se abordaron tópicos de desarrollo económico para el país y de comercio internacional.
A seis meses de su última visita al sur de Texas, Cornyn agradeció la bienvenida de los ediles fronterizos, así como de los funcionarios y policías. En la reunión estuvo presente Rigoberto Villarreal, administrador de los cruces de Hidalgo y Anzaldúas.
SENADOR ANTIMURO
Después de la polémica causada por el aspirante a la Casa Blanca, Donald Trump, de querer levantar un muro más efectivo para combatir la inmigración hacia la Unión Americana, utilizando el envío de remesas que los mexicanos envían a su país, Cornyn lo contradijo.
Especificó que la seguridad en la frontera no será mejorada con la construcción de más bordes, sino que él prefiere que exista una mayor tecnología virtual para poder controlar el flujo de indocumentados.
En cambio pidió reforzar el comercio entre ambas naciones, algo a lo que Trump se opone, pues más de cinco millones de empleos dependen entre las relaciones comerciales de México y Estados Unidos.