
Los principales medios de comunicación del Valle de Texas informan de detenciones masivas de indocumentados casi todos los días.
A penas terminado el mes de abril y comenzado el de mayo agentes de la Patrulla Fronteriza llevaron a cabo el arresto de 327 ilegales distribuidos en cinco casas de seguridad en la zona metropolitana de McAllen. Estos operativos han surtido un efecto mediático.
Sin embargo, de acuerdo con reportes de prensa, la mayoría de estas capturas obedecen a denuncias anónimas, por lo cual la ciudadanía estaría teniendo una percepción de temor al notar cambios atípicos en sus vecindarios, como la entrada y salida de numerosas cantidades de personas a propiedades contiguas.
Una de las razones a ese miedo, reconoce Edith Hinojosa Pérez, delegada del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes (ITM) en Reynosa, sería la violencia que de México ha alcanzado a las ciudades fronterizas de Texas.
De tal modo los estadounidenses podrían estar desconfiando de un grupo de migrantes y denunciarlos, aún cuando no se trate de delincuentes.
“Han aumentado las deportaciones, tan sólo en los primeros siete días del mes de mayo suman 89 migrantes por Reynosa. Los ciudadanos (americanos) están con mucha presión con la situación que se está viviendo en su país. Cada vez les están poniendo más candados y tienen temor de contratar a una persona que no tenga papeles, ya no es tan fácil.
“Y es que el simple hecho de ser migrante ya es delito en Estados Unidos, por eso los agarran para llevarlos a los centros de detención”, comenta.
Sumado a esto el gobierno norteamericano ha reforzado las medidas de protección en su franja limítrofe como un tema de seguridad nacional, tras una serie de acontecimientos que en los últimos 12 años ha vulnerado su soberanía.
La vigilancia llega hasta un punto que varios aviones no tripulados patrullan el límite del país, con poderosas cámaras capaces de leer una hoja en el suelo y rastrear movimientos extraños incluso por la noche.
No obstante, la percepción de las deportaciones puede alcanzar una mayor dimensión porque se acentuaron drásticamente los arrestos en otras entidades estadounidenses donde años antes prácticamente no los había.
Y de hecho, diversas corporaciones como el Departamento de Seguridad Pública (DPS) están facultadas para dar aviso a las autoridades migratorias cuando detecten sospechosos sin documentos que no acrediten su estancia legal en el país.
SON MILES CADA AÑO POR REYNOSA
Mientras tanto las repatriaciones han seguido un patrón establecido al ser dejados inmigrantes por montones en los puertos de entrada con México. Un ejemplo es que decenas de autobuses arriban llenos cada mes, a los puentes internacionales de Tamaulipas.
Según constan datos del ITM durante 2012 se atendieron en Reynosa a dos mil 470 deportados y durante 2013 suman ya mil 200 (de los cuales 89 corresponden al mes de mayo), considerando que muchos mexicanos más no son documentados por dicho instituto, sino sólo aquellos que solicitan alguna clase de ayuda en los albergues de la ciudad.
“En los refugios nosotros también matriculamos a aquellos que llegan a intentar cruzar a Estados Unidos. Les abrimos un expediente, los ponemos en contacto con su familia, los canalizamos a las dos casas del migrante y ya son ellos quienes toman la decisión de seguir o abstenerse.
“Nosotros les damos pláticas para que desistan en su propósito de buscar el ‘sueño americano’ haciéndoles ver a lo que se van a enfrentar”, agrega Hinojosa Pérez.
Esta licenciada en Educación Inicial por la Universidad México-Americana del Norte (UMAN), subraya que por eso se signó un convenio en la capital del país con el Instituto Oaxaqueño para los Migrantes, para darle
seguimiento a los deportados y tengan la opción de regresar a sus lugares de origen.
“De hecho el director de este instituto, Rufino Esteban Domínguez Santos, estuvo en Reynosa, donde se entrevistó con varios migrantes oaxaqueños, a quienes les habló de este convenio que se acaba de firmar.
“Tenemos los dos Estados el compromiso de darle la atención integral a los migrantes”, apunta.
En el escalafón el mayor número de repatriados mexicanos por la entidad provienen de Veracruz, Oaxaca, Michoacán, Chiapas, el Estado de México y Guerrero.
Hinojosa Pérez explica que a los mexicanos detenidos en la frontera de Texas y regresados a México les denominan deportados locales.
“Son los que cruzaron ayer, antier y los agarraron hoy. De hecho, en la Casa del Migrante tenemos a varias personas que ayer fueron devueltas a nuestro país y que apenas habían cruzado”, señala.
EL BALANCE
La Unión Americana posee 20 zonas de control migratorio a lo largo y ancho del país. En la del sector del Rio Grande Valley (donde se encuentra McAllen, principal centro financiero del sur de Texas) existen dos mil 546 agentes encargados de la vigilancia.
Un reporte divulgado en el sitio de Internet de la Patrulla Fronteriza establece que del 1 de octubre de 2011 al 30 de septiembre de 2012 fueron detenidos en el Valle 97 mil 762 personas de procedencia mexicana, una diferencia notable con las 59 mil 243 que hubo un año antes.
Daniel Tirado, portavoz de esta agencia de seguridad, refiere que de forma reciente han sido alertados de lugares donde se ocultan numerosas agrupaciones de indocumentados, a las que acuden en su rescate.
“La Patrulla Fronteriza ha encontrado últimamente casas de escondite donde se han encontrado cantidades grandes de personas detenidas por los coyotes y contrabandistas. A veces más de 60 gentes en viviendas de dos o tres recámaras simplemente con un baño.
“Claro que quienes están en ese sitio se encuentran en peligro, porque no tienen ventilación adecuada, no son alimentados como debe de ser y muchas veces tampoco les proveen agua”, manifiesta.
Independientemente de la suma de detenidos, comenta que el gobierno norteamericano cuenta con agentes que cuidan 24 horas al día siete días de la semana los accesos a su país y que están siempre listos para desempeñar su labor.
“En el sector del Rio Grande tenemos 316 millas en la frontera con México y 317 a la orilla de la costa. De Brownsville a la presa Falcón.
“Por lo general las personas que encontramos no vienen con ningún documento y los coyotes-contrabandistas les aconsejan que no traigan papales para no ser identificados, sin saber que la Patrulla Fronteriza posee sistemas sofisticados de identificación de huellas.
“Lo que siempre tratamos de hacer es mandar el mensaje al público, ya sea por medio de la televisión, la radio o el periódico, que no arriesguen su vida al entrar a Estados Unidos ilegalmente, que no vale la pena poder morir por el sueño americano. Los coyotes simplemente están interesados en su dinero y no les importa el bienestar de ellos”, insiste.
Tirado menciona que todos los detenidos permanecen aproximadamente entre dos y tres días bajo su jurisdicción para someterse a un proceso de levantamiento de huellas y solicitud de la información.
Luego son puestos a disposición del Departamento de Inmigration and Customs Enforcement (de Inmigración y Aduanas), que se encarga de investigar y regresar a las personas a sus países de origen.
En tanto que en el reporte elaborado por la Patrulla Fronteriza, aquellos ciudadanos ilegales en la Unión Americana que poseen otra nacionalidad distinta a sus vecinos del sur del río Bravo son catalogados como “No Mexicanos” y en números alcanzan una cifra de 49 mil 939. Es en ese casillero donde se ubican los inmigrantes de Centroamérica y del resto del mundo.
La tabla define que en el mismo periodo se interceptaron 407 mil 560 toneladas de mariguana, una tonelada de cocaína; se suscitaron 125 agresiones contra los agentes fronterizos, se efectuaron 318 rescates y ocurrieron 150 fallecimientos presumiblemente debido a las condiciones climatológicas extremas y el cruce fallido en el río Bravo.
En lo que se refiere a los mexicanos aprehendidos –en el último año fiscal–, 76 mil 625 fueron hombres y 21 mil 137 mujeres.
Desde otra perspectiva el número de inmigrantes adultos fue de 85 mil 158, por lo que 12 mil 604 eran menores de edad. De estos sólo mil 845 iban acompañados y 10 mil 759 migraban solos al momento de ser capturados.
MIGRACION HISTORICA
Pero sin lugar a dudas un dato muy interesante es que si entre octubre de 2011 y septiembre de 2012 hubo 364 mil 768 indocumentados detenidos a nivel nacional, esta cantidad resulta insignificante comparada a la de otras décadas.
Por ejemplo, en el año de 1954 la Patrulla Fronteriza arrestó en el país a un millón 28 mil 246 connacionales. En aquel entonces el presidente era Dwight Eisenhower.
Dicha suma rompió con los primeros patrones con los que comenzó el gobierno a frenar a los extranjeros en el año de 1925, cuando apenas eran poco más de 22 mil las personas detenidas por no tener una condición migratoria legal. Fue para 1947 cuando la cifra pasó de decenas de miles a centenas y para 1948 se capturaron hasta 192 mil 770 mexicanos.
Para el año siguiente el monto se duplicó y creció sucesivamente hasta 1954, pero en 1955 hubo un descenso drástico inusual en las deportaciones y Eisenhower seguía siendo el presidente: de más de un millón de personas deportadas, se pasó a 225 mil 186.
A partir de entonces los números volvieron a crecer paulatinamente, hasta llegar a la década de los 80. Fue precisamente en la época de Ronald Reagan, cuando la escala de repatriados rebasó de nueva cuenta el millón y lo hizo durante cinco años consecutivos, siendo 1986 el que registró la mayor proporción con un millón 693 mil 544 migrantes aprehendidos.
Para los indocumentados mexicanos en Estados Unidos la siguiente década –la de los 90– no fue nada esperanzadora, pues 23 millones 151 mil 921 ilegales fueron sancionados por las autoridades de inmigración, con George Bush y Bill Clinton como presidentes.
Cuando George Bush (hijo) alcanzó la presidencia se siguió con la misma tónica, pero entre 2002 y 2003 la cantidad de migrantes tuvo un mínimo descenso, tras el atentado al World Trade Center de Nueva York, el reforzamiento de seguridad en las fronteras y la exponencial ola de violencia que se detonó en México y desalentó el fenómeno migratorio.
Entre el 2004 y el 2006 se volvió a superar el millón y ha sido durante la administración del presidente Barack Obama, cuando las cifras de arrestos bajaron hasta los 364 mil 768, colocándose en un nivel en el que no estaban desde 1971, esto a pesar del escándalo de la antimigrante Ley Arizona SB1070. Al menos estas son las cifras oficiales que presenta la Patrulla Fronteriza.
A nivel local, si se hace una comparativa desde el año 2000 al 2012, fue en 2005 cuando se detuvieron más ilegales en el sur de Texas y posteriormente se presentó un descenso, encontrando su nivel más bajo hasta el 30 de septiembre de 2011 que se contabilizaron 59 mil 243 migrantes aprehendidos. Fue para 2012 cuando la cifra aumentó en 38 mil 519 para sumar 97 mil 762 en total.
Pero así como subieron las deportaciones en el año fiscal en estudio, también los decesos, pues la Patrulla Fronteriza informa que en 2011 murieron en el Valle de Texas 66 personas, para pasar a 150 en el 2012 y situarse en segundo lugar a nivel nacional en muertes por conceptos migratorios por detrás de Tucson, que llegó a 177. La cantidad más baja se dio en 2010, que hubo 29 fallecimientos.
Y mientras se busca en el Congreso estadounidense una manera para regularizar a los más de 11 millones de mexicanos que residen ilegalmente en la Unión Americana, lo cierto es que las deportaciones lejos de abatirse se incrementan.