
El amor que le tenía a su profesión era innegable; su compromiso con ser el primero en brindar las actualizaciones de los sucesos más importantes del momento es algo digno de ser admirable y reconocido, la responsabilidad que tenía con su trabajo se convirtió en un lazo inquebrantable, al punto de poner su oficio por encima de su propia vida, con tal de mantener una carrera impecable, todos estos aspectos conformaban a Ryszard Kapuscinski, el periodista que lograba plasmar sus experiencias a lo largo de su vida de una manera ejemplar.
UNA DURA INFANCIA
Ryszard nació el 4 de marzo de 1932, en la ciudad de Pinsk, Bielorrusia, Polonia, en esos años era una de las zonas con el nivel más alto de pobreza del país, por lo tanto, su infancia fue una etapa en la que tuvo que pasar por diversos obstáculos, ya que su familia no contaba con el sustento necesario para comprar algo de comer o adquirir algún calzado, junto al hecho del frecuente traslado de ciudad en ciudad debido a que su familia vivía huyendo como refugiados de las guerras.
Después de varios años viviendo en una escapatoria por sobrevivir, la familia arribó a Varsovia, capital de Polonia, en el año 1945, Kapuscinski quedó encantado con la ciudad. durante su estadía, tuvo la oportunidad de visitar diversas partes de la entidad, la acción de viajar con frecuencia era una actividad que él sentía, era su destino.
De acuerdo al propio Ryszard, el haber vivido una situación social en la que los recursos para sostener sus necesidades del día a día son estrictamente limitados, le sirvió para centrarse en darle reconocimiento a las notas acerca de los niveles de pobreza en diferentes países, porque le recordaba a todo lo que vivió durante su niñez.
A pesar de haber atravesado por una vida muy complicada a tan temprana edad, Ryszard pudo experimentar lo que años después se convertiría como en un fundamento en su profesión, el deseo por explorar el mundo y conocer nuevos horizontes, y por supuesto,
auxiliar a todo aquel que no cuenta con los recursos necesarios.
UNA CARRERA IMPECABLE
En el mes de junio del año 1950, Ryszard empezó a abrir su camino en el mundo periodístico cuando comenzó a trabajar para el Sztandar Młodych (el estandarte de la juventud), un periódico polaco nacional dirigido a una audiencia juvenil, pero ese mismo año, tuvo que dejar esa ocupación atrás para poder comenzar a formarse académicamente.
Al mismo tiempo, Kapuscinski inició su vida estudiantil en la Universidad de Varsovia, en donde se especializó en la carrera de Historia, para 3 años después, obtener su título en el año 1953. Durante sus años en la institución, estableció su matrimonio con su compañera de vida, la pediatra Alicja Mielczarek, quienes un año después tendrían a su única hija, Zofia Kapuscinski.
El año de 1953 se convirtió en una de las mejores etapas de su vida, comenzó una hermosa familia con el amor de su vida y concluyó con sus estudios, pero las oportunidades no terminarían hasta ahí puesto que ese mismo año, Kapuscinski ingresó al Partido Obrero Unificado de Polonia (PZPR), grupo que tenía el control total sobre las instituciones públicas del país, como al Ejército Popular Polaco, la policía, agencias de seguridad y los medios de comunicación.
Ryszard laboró en compañía del Partido desde 1953 hasta el año 1981, en el que ya se sentiría muy abrumado por toda la censura que dominaba el país, fue entonces cuando decidió cortar lazos con el partido obrero, para después comenzar a trabajar con la agencia de noticias Polish Press, una profesión que estaba ligada a uno de sus sueños cuando él era un niño, viajar por diferentes partes del mundo, ya que en su tiempo con la compañía, tuvo la oportunidad de visitar 100 países de Europa, África y América Latina.
OBRAS LITERARIAS
A lo largo de su carrera, Kapuscinski se convirtió en un viajero apasionado por el arte de escribir diversos relatos, su imaginación y creatividad para contar las historias de todas sus aventuras por diferentes partes del mundo lo hacían resaltar del resto. En sus libros, Ryszard transmitía sus emociones, experiencias y hazañas de una manera en la que el espectador podía sentirse como si en verdad estuviese junto a él.
Dentro de sus publicaciones se encuentran diversas obras en las que describe como fue el proceso de todos sus viajes, tal como lo hizo en 1998 con Ébano, uno de sus ejemplares más reconocidos dentro del cual detalló acerca de la diversidad geográfica, cultura y política de África, así como también de sus vivencias en países africanos como Ruanda, Angola, Nigeria y Etiopía.
Otras crónicas en las que Ryszard detalla acerca de sus experiencias, se encuentra “Un día más con vida”, publicado en el año 1976, en este libro Kapuscinski redactó sobre cómo pasó los tres meses de la guerra civil angoleña, planteando los eventos políticos y militares que ocurrieron durante el conflicto.
Entre sus demás trabajos como escritor destacan: “El Emperador (1978), El Sha o la desmesura del poder (1982), El Imperio (2005), Viajes con Heródoto (2004), Los cínicos no sirven para este oficio (2000)”, entre otros.
EL MAESTRO DEL PERIODISMO
El periodista, escritor, ensayista y poeta polaco logró consolidarse como una de las figuras más importantes dentro del campo periodístico, siendo catalogado como el maestro del periodismo gracias a las múltiples aportaciones que brindaron un mejor reconocimiento y posicionamiento al periodismo en el ámbito laboral, tales como sus libros, su gran cantidad de reportajes, al igual que su trayectoria laborando con medios como The New York Times, Frankfurter Allgemeine Zeitung, Time, La Jornada, entre otros.
Estuvo presente en más de 27 revoluciones, presenció alrededor de 12 guerras, fue arrestado 40 veces, y fue condenado a muerte en 4 ocasiones, y a pesar de una inmensa cantidad de obstáculos en los que puso su vida en juego, Ryszard consiguió sacar adelante su trabajo por el amor y pasión que le tenía a su profesión.
El periodista falleció el 23 de enero del 2007, pero dejó a este mundo un legado que revolucionó a toda una profesión, dándole el prestigio y respeto que merece, y sobre todo, fue y seguirá siendo una gran inspiración para todo aquel que esté por empezar una carrera en el periodismo.
“El trabajo de los periodistas no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz, para que la gente vea cómo las cucarachas corren a ocultarse”, es una de las frases que Ryszard Kapuscinski dejó al mundo.