
De acuerdo con expertos, las nuevas olas de Covid–19, que para este inicio de 2022 han impulsado un crecimiento exponencial en el número de casos, tienen que ver en buena parte con la relajación de las medidas sanitarias y el retorno prematuro a los convivios sociales, pero también con la contagiosa variante africana del virus Ómicron, la cual causa ya grandes estragos en materia de salud pública, educación y economía.
Para muchos hogares el presente año inició mal, porque una vez terminadas las festividades decembrinas subió de golpe el panorama de contagios en Tamaulipas, lo cual ha frenado los avances que se tenían para el control de la pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2.
Y es que en los últimos días continúa creciendo de manera escandalosa la cantidad de enfermos de coronavirus por todo el territorio estatal, superando así el umbral de infectados desde que fue decretada la emergencia sanitaria.
El martes 11 de enero México impuso un nuevo récord de contagios en un
solo día con 33 mil 626 casos, mientras que 162 personas fallecieron por el mal. Ese día las autoridades sanitarias confirmaron
también la existencia de 4 millones 170 mil 66 casos confirmados y se llegó a los 300 mil 574 fallecimientos por el SARS-CoV-2.
Las entidades vecinas de los Estados Unidos también registran una elevada incidencia, que pasó en pocos días de decenas de casos a centenas y luego a miles, como está sucediendo en Texas, que -al cierre de esta edición- acaba de sumar 34 mil 814 contagios, mientras que en Tamaulipas la tasa de positivos se sitúa por arriba de los 700 diarios.
A mediados de diciembre Hora Cero publicó “Sin miedo a Ómicron”, un artículo para advertir del escenario en el que ya estaban varios países europeos, mientras en suelo nacional se experimentaban signos de recuperación, algo que resultó muy efímero.
Era cuestión de semanas para que la oleada de coronavirus se manifestara en el continente americano y vaya que lo está haciendo de una manera abrumadora.
Por ese entonces en México, que ya mostraba cierta mejoría, las personas parecían volver a una normalidad más semejante a lo que eran las actividades antes de la emergencia sanitaria.
Incluso, un mes previo (en noviembre) las autoridades americanas ya habían retirado las restricciones para que los viajeros internacionales ingresaran a los Estados Unidos. El número de infectados y hospitalizaciones por primera vez en 20 meses estaba retrocediendo (a menos del 30 por ciento), pero el gusto duró muy poco.
Ómicron se expandió exponencialmente mientras nacía el 2022 generando caos, desestabilidad y el retorno de las restricciones sociales.
EL ESPEJISMO
La relajación de las medidas sanitarias durante las fechas de diciembre denotaban optimismo y en vísperas de la Navidad las terminales aéreas y de autobuses de pasajeros vieron un incremento notable en su movilidad.
Las plazas comerciales llenas, las tiendas, los tianguis, las iglesias, los centros de convivencia familiar, los salones de fiestas, los restaurantes y los mercados lucieron atiborrados de personas. El final de 2021 significaba el retorno de una vida normal. Las familias se abrazaron y besaron nuevamente, era un reencuentro muy esperado.
Pero esto solamente era un espejismo. Poca atención se le prestó a la amenazante cepa de Covid–19 que ya se estaba esparciendo, pero tampoco se le dio suficiente énfasis a la variante Delta. Inclusive, las autoridades no supieron anticiparse a este vertiginoso repunte.
En Texas, nada más la ciudad de Pharr canceló los eventos públicos, mientras en todos lados las autoridades llevaron a cabo eventos navideños, encendieron pinos, colgaron esferas, partieron piñatas, comieron banquetes y entregaron regalos. En Tamaulipas no fue la excepción.
Basándose en la idea de que gran parte de la población se encuentra vacunada o de que Ómicron no era tan letal como otras cepas de coronavirus, fueron muchos los que se confiaron, pero el número de muertos y hospitalizaciones no ha podido detenerse del todo, como tampoco los casos de personas con alguna sintomatología.
De hecho, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) guardó silencio, pero de manera anónima varios doctores denunciaron que en la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 7 de Reynosa y en la Clínica 33 hubo brotes de Covid–19, y que aún así los médicos estaban atendiendo a sus pacientes, pues los directores no quisieron quedarse sin personal al frente de las diferentes áreas.
A LA CASA OTRA VEZ
El retorno a las actividades tras las festividades de Navidad y Año Nuevo representó entonces una realidad de contagios masivos, tantos que la Secretaría de Educación de Tamaulipas (SET) decidió suspender el regreso presencial a la escuela para los alumnos de niveles básicos. El plan era regresar el 10 de enero, pero no fue posible.
La Covid–19 parece estarse diseminando por todas partes y una muestra es que hasta los deportes se están viendo afectados.
De hecho la NFL está proponiendo trasladar el Super Bowl LVI a Texas porque en California la cantidad de contagios es arrasadora.
Jerry Jones, propietario de los
Vaqueros de Dallas, tuvo comunicación directa con la liga para analizar la posibilidad de que el AT&T Stadium, albergue el Gran Partido que estaba pactado para celebrarse en Los Ángeles (ciudad que ya registró 21 mil contagios en un solo día).
A nivel local el equipo tamaulipeco de futbol Correcaminos, perteneciente a la liga de Expansión MX, se ha visto mermado por la baja de jugadores a causa de los test positivos a Covid.
Martín Zúñiga, Luis Mosquera, Alberto García, Víctor Reyes, Francisco Tede y el auxiliar, Luis García, sufrieron el contagio y ya van 14 los infectados.
Lo que pasa en el equipo de la UAT pasa también en los clubes vecinos de Tigres, Monterrey y otros conjuntos como Dorados de Sinaloa.
´SIN PREVENCIÓN NO
HABRÁ CONTROL’
En entrevista con Hora Cero la doctora Eva Lilia García de González, presidenta del clúster de Turismo Médico Dental de la comunidad turística de Nuevo Progreso, Tamaulipas, reconoció que la pandemia ha generado muchas pérdidas humanas y materiales, pero lo más primordial es mejorar las medidas de prevención para evitar que la economía de la frontera siga en picada.
“La Covid está presente, es un hecho indiscutible que no terminará mientras no tengamos conciencia, respeto y responsabilidad para con nosotros mismos y nuestros semejantes. Aunque sí nos da cierta protección o la sintomatología es menos fuerte, la vacuna no es una garantía de inmunización total”, advirtió.
La doctora asoció el crecimiento de contagios de coronavirus no solamente a la costumbre de reunirse en familia, sino al descuido general de la población para cualquier lugar donde se dirigía, sea en casa o en la vía pública.
“El Ómicron es una variante menos fuerte que las que tuvimos en el 2020 y el 2021; sin embargo, el contagio se está viendo más dominante. Como médico observo que los niños propagan el contagio más fácilmente”.
“El uso del cubrebocas, la sana distancia y el aseo de manos, más el gel antibacterial siguen siendo primordiales para la prevención. Las reuniones familiares o entre amigos es responsabilidad personal y deben de basarse en razones de seguridad sanitaria, es decir que todos estén vacunados, que no hayan andado en lugares públicos bajo sospecha de contagio”.
García de González sugirió que todo viajero debería hacerse una prueba de Covid y mantener como mínimo cinco días de cuarentena, lo cual significa, de algún modo, hacer cambios en las rutinas cotidianas de las personas que van de un lugar a otro, si es que se quiere controlar efectivamente la pandemia.
“Vivimos un tiempo diferente y por lo tanto la manera de actuar en contra de ésta es de acuerdo con las circunstancias que se vayan presentando. La prevención, insisto, es la mejor manera de actuar. Seguir sin saludar de mano y en público, así como el cubrebocas son imprescindibles”, refirió.
SÍNTOMAS Y LA DOBLE CEPA
De acuerdo con los especialistas, Ómicron tarda tres días en incubarse, a diferencia de la variante Delta, que son cinco.
Ante cualquier duda es mejor someterse a una prueba de antígenos media hora antes de sostener reuniones sociales, ya que el examen PCR no siempre resulta tan confiable, pero el problema es que no todos cuentan con los recursos económicos para costearla.
Generalmente una persona contagiada puede llegar a presentar fatiga, irritación de garganta, dolor de cabeza, molestias musculares, secreción nasal, estornudos, lumbalgia, sudores nocturnos, náuseas, pérdida de cabello, conjuntivitis, tos, fiebre y una ligera pérdida del olfato o el gusto.
Según información divulgada por el Instituto Nacional de Salud y Seguridad de los Estados Unidos, el cubrebocas más indicado para hacerle frente al virus es el modelo N95, ya que contiene una forma de taza que se acomoda mejor a la forma de la cara, con un puente nasal de alambre ajustable.
Al mismo tiempo que Tamaulipas sufre las afectaciones por el aumento en los casos de Covid–19, en otras partes del mundo están apareciendo nuevas variantes, como Deltacron (Chipre), IHU (Francia) y Flurona, que combina la gripe de la influenza con el coronavirus.
A pesar del plan de vacunación internacional el coronavirus está por cumplir en marzo dos años de haber llegado a México, país en el que más de 4 millones de personas han enfermado por el virus, de las que un número superior a 300 mil han perdido la vida.
Esta cantidad de difuntos se equipara a llenar tres veces y media el estadio Azteca, aunque la cifra podría ser mucho mayor si se considera a quienes no fueron detectados por un programa de salud o cuyo certificado de defunción ha sido modificado para evitar la cremación y poder cumplir con la tradicional inhumación de restos.
Lo cierto es que los siguientes meses serán cruciales para diagnosticar el panorama futuro de esta pandemia, que todavía no se ha podido mantener bajo control.