
Existe una actividad acrobática que no es apta para entrar en muchos hogares, pero que en los estudios de danza al sur de la Unión Americana se está popularizando de una manera vertiginosa.
El ‘pole dance’ o ‘baile del tubo’, como se le conoce en México, ha transitado a otros niveles en los que se ponen a prueba la tenacidad y la destreza.
Y aunque hay quienes consideran que no deja de ser una exhibición erótica y sugestiva, otros han encontrado en ella una manera para ejercitarse y cuidar de su salud.
Esto es lo que asegura Andrés Javier Ponton, un coreógrafo originario del puerto de Veracruz, quien desde varios meses enseña esta disciplina en el Estado de Texas.
El experimentado instructor del Origins Dance Studio, situado al norte de la calle 10, cuenta que, sin embargo, aprendió el ‘pole dance’ por casualidad, más que por realizar un deporte o rutina física, pero define que hoy son más las personas que se interesan en esta práctica para tener un cuerpo tonificado y en mejor forma.
“Hay quienes me dicen artista, pero me dedico más a la enseñanza. Empecé aproximadamente hace cinco años por accidente, aunque siempre me llamó la atención.
“Hubo un programa en México que muchos ya conocen, el de “Otro Rollo”. Ahí me tocó ver a la famosa bailarina Dubraska, que ganó un concurso de este tipo y yo dije que quería aprender a hacer eso. Tiempo después se me dio la oportunidad de empezar a tomar clases y noté que tenía una gran facilidad para ejecutar los movimientos y así inició todo”, relata.
Ponton, quien está certificado a nivel internacional, afirma que para convertirse en un profesional de estos ejercicios es necesario tener mucha actitud y constancia, ya que considera que la técnica y las propias fuerzas no son suficientes; no obstante, subraya que la gran mayoría sin importar su estado físico pueden hacerlo bien.
“Muchas personas piensan o tienen la idea de que están gordas y no van a poder. Y el ‘pole’ es cuestión de controlar tu peso. Si puedes caminar puedes hacer ‘pole’…
“Para nosotros ha sido bastante gratificante ver que lo logran quienes alguna vez llegaron diciendo que no podían y que esto les genere una autoconfianza. La adaptación puede ser tanta que muchas gentes que comenzaron de alumnos terminan como instructores”, destaca.
LA EVOLUCION DEL ‘POLE’
Actualmente, en las grandes urbes de Estados Unidos el ‘pole dance’ ha salido a las calles como parte de una subcultura “underground” y ya no es exclusivo de los cabarets.
En el metro, camiones urbanos y en lugares públicos es común encontrar principalmente a jóvenes realizando este tipo de expresiones, aunque el término que recibe sea más comúnmente asociado al ámbito de los clubes de adultos.
Sus orígenes se remontan a la década de los 80 y fue en Inglaterra donde comenzó a popularizarse. Después surgieron películas que en su momento provocaron una gran polémica, como la de Demi Moore en Striptease, pero que a su vez lo propagaron a nivel global.
En las ciudades más conservadoras, como las del Valle de Texas, este baile también se efectúa en una atmósfera subterránea, no a la vista de todo el público, pero ya pasó a un terreno deportivo.
“Quiero decir que el ‘pole dance’ tiene un bagaje bastante amplio y que si en un principio empezó en los burdeles, no sólo se realiza en esos lugares.
“Ahora tenemos el área técnica, artística y de danza. Hay competencias, hay premios, hay reconocimientos a nivel internacional y talleres con campeones.
“Muchas personas ‘performers’ que son de ‘pole’ están trabajando en shows a nivel mundial, en el Cirque do Soleil, el ‘mástil chino’, es algo bastante variado.
“Pienso que hay que intentar esto y darse cuenta que no nada más es el tubo, tallarse y quitarse la ropa. La poca ropa no es por lo sexy, sino porque se necesita la piel para agarrarse”, refiere el entrevistado.
Andrés Javier Ponton explica que una de las grandes ventajas de llevar a cabo esta singular práctica es que la quema de calorías es mucho más rápida que meterse a un gimnasio a levantar pesas. Como consecuencia se obtiene un abdomen plano. Indica que los brazos y piernas también se fortalecen de un modo formidable.
“El cuerpazo es algo que viene por ende. Mientras con las pesas se quema un poco y luego se empieza a ganar en músculos, en el ‘pole’ se quema y gana músculo al mismo tiempo.
“Una de los grandes beneficios es que aquí nosotros levantamos un peso vivo, por lo cual el músculo se va a hacer más delgado, muy tonificado y mucho más flexible. Esto le permite a las personas tener fuerza en su cuerpo y flexibilidad.
“En tanto que en el gimnasio lo único que se va a lograr es obtener fuerza pero para levantar pesos muertos, más no el propio cuerpo y al mismo tiempo éste se hace duro”, pondera.
NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO
Este instructor de baile ilustra que en la calle es posible encontrarse con un hombre o mujer que en apariencia lucen muy fuertes, pero que en realidad no tienen suficiente firmeza ni control en su cuerpo, de modo que les es imposible colgarse de una barra el suficiente tiempo o trepar una barda con facilidad si es necesario.
“De hecho nos han llegado chicos que tienen el cuerpo súper trabajado en el gimnasio y presumen de que levantan tantos kilos o libras, pero a la hora de hacer un movimiento no pueden, porque son pesos muertos los que levantan. Aquí con nosotros desde el primer día comienza el fortalecimiento y la elasticidad”, detalla.
Ponton comenta que lo más difícil del ‘pole dance’ es encontrar el abdomen, porque la resistencia se va desarrollando de una manera paulatina. Una vez que se obtiene lo primero, es mucho más sencillo desarrollar una técnica.
“Puedes llegar sin nada o puedes llegar bien fortalecido, pero si no controlas el abdomen los movimientos no salen como deberían. Lo padre de esto es que el ‘pole’ es como una droga, una vez que lo pruebas y le encuentras el gusto esta disciplina se hace adictiva.
“Incluso, hay alumnos que me llegan con pena o miedo y después de que han venido a practicar aquí al estudio han decidido instalar su propio tubo en casa. Luego vienen sólo para aprender nuevos ejercicios”, refiere.
Contrario a lo que pudiera pensarse el ‘pole dance’ está al alcance de cualquier bolsillo, porque en este lugar el costo es de 50 dólares mensuales con ocho sesiones al mes (una los lunes y otra los miércoles).
Para poderse mantener en forma, Andrés Javier Ponton revela que le dedica un par de horas, dos o tres veces por semana, más aparte el tiempo que emplea en las clases de sus alumnos. Comenta que las mujeres son quienes más se anotan, pero también tienen registrados algunos hombres.
Al final explica que el ‘pole’ se ha vuelto una gran alternativa para quienes padecen de obesidad y sobrepeso, pues reduce considerablemente los peligros por enfermar de diabetes y de alta presión.
Pide que antes de emitir un juicio el público compruebe que más allá de ser una disciplina vistosa, ésta es una herramienta de vida para cada vez más personas.
Lo cierto es que lo que se pensaba que era un baile único para las damas, también está teniendo gran aceptación entre los caballeros.
– Un talento de origen mexicano
Samuel Montezco, propietario de este estudio de danza y uno de los instructores más prestigiados de Texas en flamenco, ballet, tap, jazz, tribal fusión, hip hop, platinum dance y baile árabe, entre otros géneros, menciona que su familia es originaria del Estado de Nuevo León y él nació y se formó en Laredo, aunque ya tiene varios años residiendo en McAllen.
Con casi dos décadas de experiencia, Samuel relata que fue aceptado por la escuela de bellas artes Vidal Treviño Communications and Fine Arts, donde se preparó como bailarín profesional.
A partir de entonces, dice ser afortunado en tomar cursos y entrenamiento con maestros mundialmente reconocidos.
“Es por eso que a mí me encanta darle toda mi información a mis estudiantes sin límite. Si pueden aprender todo lo que yo sé, mejor para mí, no quiero guardármelo”, expresa.
Y es que más allá del reconocimiento que le dan sus propios alumnos, quienes aseguran es el mejor maestro de baile árabe de la ciudad, Samuel fue aceptado para enseñar en la edición 2014 de Las Vegas Bellydance Intensive, uno de los mayores talleres artísticos del país.
“Es un honor muy prestigioso porque tienes que aplicar para entrar y poder enseñar en este evento entre miles de personas. De lo que sé soy la única persona escogida de Texas y este año seré el único hombre que estará enseñando en ese curso intensivo”, dice contento.
Recuerda que cuando llegó a McAllen sólo había dos maestros de baile árabe, y ahora son muchas las maestras de danza que hay en el valle, de las cuales la mayoría han sido sus alumnas.
“Empecé con cinco muchachas, quienes posteriormente empezaron sus academias y a bailar profesionalmente. Por eso digo que he sido muy afortunado en poder traer aquí esta técnica”, señala.
Acerca del ‘pole dance’ destaca la gran aceptación que ha tenido desde que se imparte en este lugar, a pesar de los tabúes que guarda la sociedad.
“Afortunadamente conocí al maestro Andrés, quien tiene reconocimiento internacional en esta disciplina. Mucha gente aún lo ve como un ‘streptease’, o que va a entrar a una carrera para los clubes de la noche, pero al contrario, el ‘pole dance fitness’ es más artístico, porque combina mucho la acrobacia, el ballet y el método pilates.
“Esto es algo fascinante y espectacular, además de que es una opción real para perder peso y afirmar el cuerpo. Todos están invitados a venir a aprender clases de diferentes tipos de baile y fitness. Esta escuela es muy bella en el aspecto de que tratamos que la gente se sienta como en su casa”, finaliza.