
Ayer fue un día soleado pues el verano ya viene. La gente de aquí, o que tiene tiempo viviendo aquí, se alborota con el sol. Parecieran que alguien pisó un hormiguero pues ¡es verano!
Sale el sol y todos van a la playa que está a 15 minutos del centro de la ciudad en carro, aunque también se puede ir caminando y entonces se hacen 50 minutos.
En los parques encuentras gente tomando el sol. Nos encontramos con unos niños de una escuela quienes estaban recogiendo basura de la playa. Nos dicen que la dinámica es que se juntan, van a limpiar y hacen un conteo de la basura que encontraron, mismo que le entregan a la escuela. En el reporte escriben cuántas botellas y papeles recogieron.
Recuerdo cuando llegamos a Nueva Zelanda, más o menos por estas fechas hace tres años, la gente nos decía con mucha emoción ¡el verano ya viene! Pero para nosotros que venimos de Reynosa, Tamaulipas, el verano no lo sentimos y ni lo vimos… hasta lo sufrimos, pues de venir de un verano de 40-45 grados a estar en un “verano” de 15 grados, hasta parece una burla .
Cuando llegamos pensamos que si así era el verano, entonces debíamos prepararnos para el invierno. Alfonso siempre dice: ¡ay, ni hace frío! Pero siempre salimos con suéter. Ahora que será nuestro tercer verano aquí, entiendo la emoción de la gente.
Así que salimos a aprovechar el sol y, obvio, buscar mexicanos para este rollo.
Nos fuimos caminando por Queen Street, que es la calle más transitada de Auckland. Es curioso ver cómo los semáforos tienen semáforos peatonales, rojo para los carros, verde para peatones
El edificio que se ve de fondo es la Skytower, aquí siempre te dicen que: “si te pierdes, buscas la Skytower”.
Caminando nos encontramos con el primer mexicano. Se llama Benjamín Lazo de la Vega, tiene 21 años y es de Coyoacán en el Distrito Federal. Estaba acompañado con dos amigos suyos franceses.
Dijimos: “mira ¡ese parece mexicano! Y pues nos acercamos. Sorprendido nos preguntó: “¿como supieron que soy mexicano?”.
Le platicamos de este proyecto y al preguntarle acerca del futbol y de lo que pensaba con eso de que la Selección jugará aquí en Nueva Zelanda, nos dijo: “Chale, la neta, la neta, si me gustaría ir al juego nomás por hacer desmadre, pero así como fan pues no, porque el país no está para eso, viajar tan lejos para ir a un juego como que no”.
Nos dijo que está aquí con Working Holiday Visa, como le llaman a la visa que dura un año y permite a los turistas trabajar. Nos pasamos teléfonos, nos despedimos y nos fuimos a la playa
La verdad es más el gusto de encontrar a otro mexicano que hablar del futbol.
Llegamos a Mission Bay, que es la playa más cercana a la ciudad. Después de estar un ratito caminando y no encontrar a nadie que pareciera mexicano, nos fuimos a un restaurante que está en este lugar y que es conocido por ser de “comida mexicana”.
Ayer fue martes y pues no fue un día muy concurrido, solo estaba trabajando una latina que nos dijo que no había ningún mexicano trabajando en este restaurante, donde sirven una especie de nachos con carne, aguacate y salsa hecha con tomate y cebolla.
Preguntamos si en este sitio se podrá ver el partido y dijo que no estaba segura, que parecía que sí, pues su jefe, el dueño del restaurante (y quien por cierto, no es mexicano) no le había comentado nada.
En el restaurante nos llamó la atención que tienen como mascotas unas lagartijas, en su jaula, tienen un letrero que dice: “estas lagartijas son australianas pero trabajan como mexicanas”. No supimos si sentirnos ofendidos.
En la playa pudimos ver a unas chicas fish & chip’s (pescado y papas fritas) que es lo típico de acá y más si estás en la playa.
También es muy común sacar a pasear a tu perro o simplemente salir a caminar, la gente aquí lo hace todo el día y noche, así llueva o este nevando, ves gente haciendo ejercicio.
De regreso a casa nos llamó la atención una persona que estaba gritando en la calle, de pronto se detuvo una patrulla y dos policías muy educados se acercaron con el señor, lo tranquilizaron y lo dejaron ir, no sé si eso hubiera pasado en México.
Total que después de nuestro paseo nos encontramos que en realidad aquí en Nueva Zelanda, la gente está mucho más emocionada con la llegada del verano, que con el partido entre los “All Whites” y la Selección Mexicana. De todas formas Alfonso ya tiene comprado su boleto.
Los tres tipos de kiwi
El día amaneció lluvioso y con algo de frío. Que llueva no es novedad pues en temporadas todo lo que haces en el día es ver caer la lluvia. Sin embargo, esto no detiene a los locales, quienes están acostumbrados a este clima.
Es por eso que apenas sale cualquier rayo de sol, la gente se lanza a la calle a intentar aprovecharlo.
Ayer pasamos por el puente Harbour, desde donde es posible ver una gran cantidad de barcos de todos los tamaños. Son tantos que en alguna parte leímos que Auckland es conocida como “la ciudad de los veleros”.
También contactamos a un mexicano de Ciudad Obregón, quien nos dice que le encanta el futbol, lo veremos más tarde.
Nos pidieron que les hablemos de cosas típicas de Nueva Zelanda y una de las primeras que se nos ocurre son los kiwis.
Aquí a diferencia de México, hay varios tipos de kiwi: está la gente, los animales y la fruta.
El que nosotros conocíamos es la fruta verde de semillas negras, sin embargo, aquí nos encontramos que hay de dos tipos, el verde y el dorado.
En el caso de la gente, el nombre de kiwi se usa como un gentilicio para identificar de una forma simpática a los neozelandeses.
El animalito es historia aparte. Se trata de una pequeña ave, no muy bonita que digamos, con una función en la naturaleza que no nos ha quedado muy clara y que sólo sale de noche. Entre sus curiosidades es que es una de las pocas originarias de esta isla, sin embargo, ya está en peligro de extinción.
Resulta que hace muchos años a alguien se le ocurrió traer diferentes especies de animales como una manera de resolver los problemas de plagas de insectos. El problema es que esos animales se reprodujeron tan rápido que terminaron convirtiéndose en lo que se supone iba a atacar.
Es por ello que desde hace años, las autoridades de la isla son muy estrictos con los alimentos, semillas y animales que llegan al país, pues las especies que llegaron y se convirtieron en plaga, tomaron al kiwi como una de sus comidas favoritas.
Pero no vayan a pensar que Nueva Zelanda es un país que rechaza a los extranjeros, aquí hay muchos y es común ver afuera de las casas dos banderas, de la aquí y la de la nación de donde es originaria la familia.
Volviendo con el simpático kiwi, nos llamó la atención que es la mascota oficial de los “All Blacks”, como se les conoce a los integrantes del equipo de Rugby, uno de los deportes más populares en este país.
Lo curioso es que aún no sabemos cuál es la mascota de los “All Whites”, el equipo que en unos días se enfrentará con la Selección Mexicana.