La administración del presidente Joe Biden anunció que retomará la edificación de un vallado en la frontera ante una emergente necesidad de detener el flujo de indocumentados hacia los Estados Unidos.
De acuerdo con un aviso público del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), se construirán 32 nuevos kilómetros de cerca en la zona de Rio Grande City, que es frontera con el municipio mexicano de Camargo, Tamaulipas, para contener la migración ilegal.
Y es que según cifras oficiales en el año fiscal de 2023 han cruzado por este lugar 245 mil personas.
Aunque la postura del mandatario nacional fue no construir ningún solo metro de muro, la enorme cantidad de extranjeros que ha cruzado al país durante su gobierno lo ponen en aprietos de cara a los comicios presidenciales para buscar la reelección.
Algunas ciudades en California y Nueva York se encuentran en plena crisis migratoria con albergues saturados y personas viviendo en las calles. Alcaldes del partido republicano han fustigado las medidas de Biden por no frenar el flujo de indocumentados.
UN NUEVO GIRO
Por lo que sorpresivamente el DHS anunció nuevas medidas de seguridad fronteriza financiadas por este gobierno.
Ha sido tanta la presión ejercida por la oposición demócrata en el Congreso que la Cámara de Representantes paralizó el gobierno por las altas demandas a la seguridad en la línea limítrofe con México, lo que llevó a la destitución de su presidente Kevin McCarthy.
Los legisladores norteamericanos están empujando por una nueva ley que prohiba la liberación de nuevos inmigrantes en el territorio nacional, ya que por medio de las solicitudes de asilo su paso les es permitido para que puedan ser atendidos por una corte de inmigración.
Al tiempo que en la zona sur de México se ha formado una nueva ola migratoria de decenas de miles de personas, considerando que en el municipio de Tapachula hay alrededor de 100 mil extranjeros varados, el gobierno norteamericano ha decidido dar un giro y construir un muro.
Antes de esto varias regulaciones gubernamentales prohibían edificar en el suelo que atraviesa refugios de especies silvestres relacionadas con el equilibrio del ecosistema.
Pero la realidad migratoria ha sido una determinante en el cambio de postura de la Casa Blanca, coincidiendo por primera vez con el gobierno estatal de Greg Abbott, con el que la federación de los Estados Unidos ha mantenido varios puntos de desencuentro.