
Menciona Adrián De León, el alcalde de Carrizo Springs, Texas (un poblado que pasó en tres años de tener cinco mil habitantes a más de 40 mil), que un ranchero de la localidad le está sacando de ganancia a su terreno cuatro millones de dólares por día (alrededor de 54 millones de pesos).
La explicación es que descubrieron en el subsuelo un bastimento energético de lutita, un mineral que también es conocido como gas ‘shale’, exquisito o petróleo ligero, el cual gracias a sus propiedades gaseiformes y aceitosas está teniendo un auge comercial de gigantes proporciones, al grado que Estados Unidos se encuentra muy cerca de desplazar a Rusia y Arabia Saudita como el mayor productor del mundo.
Por ese motivo así como Carrizo Springs, todos los municipios que conforman la región sedimentaria de Eagle Ford (que se extiende en un ancho de 80 kilómetros
–desde los condados de Webb, Maverick y Dimmit– y en un largo de 644 kilómetros hacia el noreste de Texas, muy cerca de San Antonio), están viviendo una inusitada época de bienestar y bonanza.
Esta revolución energética ha sido posible gracias a una técnica de perforación conocida como ‘fracking’ o fracturación hidráulica que, mediante la fisura de la corteza rocosa, permite potenciar la extracción de gas y petróleo de las profundidades del subsuelo.
De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (AIE) dichas reservas están lejos de acabarse pronto y ya han permitido que Texas produzca más petróleo que Irán y escale al quinto lugar del ranking mundial, con una producción global de 8.4 millones de barriles, sin contemplar que también abastece la cuarta parte de gas natural de la nación.
“Estamos demasiado contentos porque en estos momentos hay mucho empleo para todos en Carrizo Springs y, el que de veras quiere trabajar, aquí hay donde. Pueden moverse para acá y comenzar una nueva vida, porque aquí es donde está el dinero y el trabajo.
“Como quien dice el nuestro era un pueblo fantasma, ya se estaba muriendo el pueblito, pero gracias a diosito (Sic) hallaron aceite otra vez y comenzaron a arribar las compañías a trabajar a las norias (pozos). Más antes dependíamos de la agricultura, la ganadería y el atractivo era la cacería. Teníamos alrededor de cinco mil habitantes y ahora estamos por encima de los 40 mil”, destaca orgulloso este presidente municipal de origen hispano.
A raíz del progreso, Adrián De León indica que los inversionistas nacionales y extranjeros se están fijando en Carrizo Springs, abriendo restaurantes, tiendas, hoteles, gasolinerías y centros comerciales.
“Todos los hoteles que tenemos ahorita no estaban aquí, casi todo es nuevo y ya comenzamos un Economic Development Corporation (organismo paralelo a la cámara de comercio), que nunca habíamos tenido, para que lleguen más negocios.
“Walmart y HEB ya están aquí y nos han ayudado bastante, porque la tiendita que teníamos antes no era suficiente para toda la gente. Nos han llegado cadenas de autoservicio como Stripes, estaciones de gasolina. Todo se refleja en nuevos impuestos que también son de bastante ayuda para la localidad”, describe emocionado.
LES CAMBIA LA VIDA
Por su parte, Joel González, que ha sido alguacil, jefe del Departamento de Policía y quien corre actualmente para juez del condado de Dimmit, relata que la gente antes debía desplazarse a Laredo, San Antonio, Uvalde, Eagle Pass y otras ciudades grandes para comprar ciertos productos, pero ahora que han llegado importantes comercios, empresas y compañías proveedoras, ya no tienen que ir lejos para adquirir lo que necesitan.
Esto mismo opina John Flores, encargado de un hotel de lujo en la zona, quien argumenta que el éxito que ha alcanzado a este poblado texano no se había visto nunca antes.
“La construcción está viviendo un buen tiempo por todos
lados aquí, porque hay gran demanda de lugares para habitar y hospedarse. El Walmart y el HEB están haciendo un gran trabajo en atraer gente y también negocios. La población de Carrizo se está viendo beneficiada con la creación de empleos.
“La razón de todo este crecimiento se debe al aceite y por consecuencia nos beneficia a quienes nos desempeñamos en otros negocios que son solicitados por la gente que viene a trabajar. Todo esto que está a mis espaldas es nuevo”, remarca.
Y es que sobre la autopista 83 (que atraviesa la ciudad) pueden verse una gran cantidad de negocios, los cuales ya empiezan a propagarse entre las calles más calmadas del municipio. Las cadenas de comida rápida lucen abarrotadas a toda hora, como también los bares y clubes de noche. Incluso, las iglesias locales han visto mayores aportaciones de sus feligreses.
Hay grandes hoteles con habitaciones de hasta 300 dólares el día (cuatro mil pesos) porque el dinero aquí fluye para todos lados y no puede disimularse.
De sur a norte, antes de llegar a Carrizo Springs se localizan los poblados de Catarina y Asherton, que también están disfrutando de las mieles del progreso.
Infinidad de bodegas que venden y rentan pipas, montacargas, retroexcavadoras, grúas, materiales de construcción, plantas de luz, máquinas de soldar, tubería; cementeras, madererías, refaccionarias, vulcanizadoras, predominan por todo el trayecto.
Asimismo las torres de perforación se miran por doquier, como también las pompas que giran sin parar para extraer el codiciado aceite, el cual se almacena en depósitos a través de ductos y posteriormente los camiones cisterna lo transportan a las refinerías.
Del mismo modo viajando por la 359 desde Hebbronville, avanzando por Benavides, Sandiego y Freer al oeste por la carretera 44, se pueden observar numerosos campamentos de obreros que dependen de esta industria.
Explican los lugareños que la tenencia de los ranchos se divide en los derechos del subsuelo y de la superficie, por lo cual los propietarios ganan dinero con la riqueza del petróleo y también
rentando los terrenos a las empresas proveedoras y compañías de maquinaria pesada.
LO ATRAJO EL IMAN DEL EMPLEO
Otra de las miles de personas que se han visto favorecidas con la vorágine petrolera ha sido Antonio Durán, quien es originario del puerto de Brownsville.
Este soldador se dedica a fabricar las unidades donde se almacena el gas y el petróleo, así como todo lo que tiene que ver con la instalación de tubos, tanques, compresores y equipos para extraer el agua y purificar el gas. Su oficio es de los que mayor demanda tienen en Eagle Ford y es mejor remunerado que en otras partes de la Unión Americana.
“Se siente uno bien cuando acaba su jornada y observar que estamos poniendo algo de nuestra parte y que está seguro el trabajo, que no va a haber ninguna explosión ni incidentes”, comenta.
Antonio se dice feliz porque el trabajo que ha llegado ha beneficiado a las familias del sector y a los que como él arribaron de fuera.
“Ha habido mucho avance desde que llegaron las compañías petroleras a esta área. Se han creado más negocios y apartamentos, tiendas y restaurantes, ha mejorado la economía del lugar.
“Por supuesto que contamos con más oportunidades de trabajo y más maneras de salir adelante, ya que esta zona es muy rica en combustible, en gas y petróleo. Hace unos tres años esta área parecía abandonada, el negocio más fuerte era la cacería de venados, marranos y palomas, pero cuando descubrieron los yacimientos de petróleo y gas sí hubo un cambio muy grande”, relata el trabajador de Burrow Global.
Antonio reconoce que esta semidesértica región del Estado de Texas se ha industrializado a un punto que camiones van y vienen día y noche.
“Durante las 24 horas se miran los trailers en la carretera pasando. No descansan las pipas ni las trocas de las empresas. Hay aquí compañías de trailers, de soldadores; hoteles, lavanderías, restaurantes; cocineros. Mucha gente viene de fuera no sólo a trabajar en el petróleo, sino a otras industrias.
“A todos los compañeros que andamos en el trabajo es importante decirles que se cuiden mucho en el camino, pues hay mucho tráfico y es importante trabajar seguros para llegar bien a nuestras casas con nuestras familias que nos aguardan”, expresa.
DE LA POBREZA A LA ABUNDANCIA
Para el alcalde, Adrián De León, salen a colación muchos habitantes de su ciudad que hace tres años se encontraban siempre a punto de perder sus casas y autos por la falta de empleo y ahora el panorama es distinto.
“Gracias a Dios nos está yendo muy bien. Estamos muy agradecidos por esta bonanza. Nuestros habitantes se miran muy contentos. Lo que poco se sabía es que mucha gente de aquí ya estaba perdiendo sus casas, sus carros y ahorita ya todos andan pagando, porque regresó el empleo.
“Nos sentimos muy orgullosos. Tenemos alrededor de 500 compañías que están trabajando en esta área. Hay algunas que incluso poseen más de 300 empleados. Se han creado unos 70 mil trabajos nuevos, por eso lo vuelvo a repetir, si la gente anda buscando trabajar que se vengan a Carrizo Springs, porque aquí hay empleo para todos”, subraya el edil.
Joel González también reconoce que es impresionante el crecimiento que ha detonado la industria petrolífera en este lugar.
“Ahorita estamos experimentando un progreso del aceite porque está aquí y hay mucho trabajo. Han llegado negocios, pero queremos que arriben más. Después que el aceite se termine van a continuar las compañías aquí y en ese plazo queremos crecer también con otros negocios que sostengan a esta comunidad y garanticen los trabajos para toda la gente.
“Este es el momento y la oportunidad para crecer como una región y por eso invitamos a las empresas y a los inversionistas a que vengan acá”, refiere.
Y es que este poblado, que ha extendido sus servicios públicos con escuelas nuevas y clínicas
–para poder albergar a un mayor número de habitantes–, está aumentando el número de colonias, pues tiene una vida industrial que apenas va detonando.
“Para que se den una idea de lo que estamos hablando esta área forma parte de un gran yacimiento de aceite y aquí habrá trabajo garantizado para los próximos 50 años, no se va a acabar.
“El ‘boom’ que estamos viviendo se originó desde hace tres años a la fecha, vamos comenzando. Es impresionante, todo mundo se está enterando de Carrizo Springs. Hemos recibido televisoras desde Irak y Afganistán que quieren oír y saber lo que aquí está pasando. Además contamos con inversionistas mexicanos que han venido para acá, hay muchos. Hay mucha gente que está llegado a Carrizo a vivir y eso nos alegra”, comenta.
–¿Cuál es el procedimiento cuando descubren que una persona tiene petróleo en su rancho, se vuelve millonaria?
“Como en un año sí se va a hacer rico. Mis papás tienen un camposanto chiquito en Karnes City, por donde pasa un ducto pequeño y le cae buen dinero a la familia por eso.
“Hay muchas historias de personas bendecidas con el aceite, mucha gente que se nota trae sus carros nuevos, sus casas nuevas, están mandando a sus chamacos al colegio y les está yendo muy bien a todos.
“Ahorita no sé con exactitud los números de todo lo que se
produce en esta región, pero tengo entendido que un ranchero le está sacando ahorita en los puros minerales (subsuelo) cuatro millones de dólares por día”, reitera.
Aunque la extensión territorial de Carrizo Springs -que se localiza a hora y media al noroeste de Laredo, Texas- es de ocho kilómetros cuadrados, no existen otras carreteras para poder acceder a los pozos de gas ‘shale’, las cuales comienzan en el patio trasero de esta ciudad.
“Todo mundo sabe que Carrizo es la joya de la corona, pero estamos en el condado de Dimmit, para llegar a las norias no hay camino, así que caen atrás de Asherton y de Carrizo Springs.
“Donde estamos sacando el petro le llaman ‘Eagle Ford Shale’. Hace mucho aquí había norias, luego comenzaron con el ‘fracking’, y es una manera en la que sí se puede capturar todo el petro. Ahora se levantó otra vez.
“Estamos hablando de que perforan a unos tres mil pies de profundidad (un kilómetro), y luego comienzan para los lados. Una vez que se hizo la exploración y perforación, las pompas sacan el aceite. El ‘shale’ es una mezcla de gas natural y aceite (petróleo ligero). Lo bueno es que las compañías que
tenemos ahorita andan buscando los dos”, pondera.
CRECIMIENTO RESPONSABLE
Parece que en Carrizo Springs nadie se incomoda con que sus habitantes estén obteniendo trabajo, poniendo negocios y ganando dinero, pero hay algo que se ha puesto sobre la mesa y se trata de obtener un desarrollo más ordenado.
Es por esta razón que un pueblo que hace no mucho era muy tranquilo y por donde solían pasar pocos automovilistas, se ha vuelto un corredor de trailers de día y de noche, trayendo grandes beneficios, pero también peligros.
“Tenemos alrededor de 100 mil vehículos que pasan por aquí cada día, es mucho el tráfico y esto también tiene sus repercusiones. Hay que decir que nuestras carreteras no están hechas para soportar una industria como la petrolera, por lo cual tenemos algunas fatalidades y choques. Es por eso que recién realizamos una junta en la ciudad de Cotulla, Texas, para solicitar más agentes que resguarden las calles”, afirma.
En esto coincide el ex jefe de policía, Joel González, quien advierte que a diario se presenta al menos un accidente en el sector, por lo que es importante proteger a la ciudadanía y no solamente darle trabajo.
“Pero a la vez necesitamos más atracciones para las familias de la localidad, para que eviten transitar por caminos riesgosos, mientras se construyen carreteras apropiadas, porque es normal que en una ciudad que crece de manera vertiginosa tenga sus problemáticas”, ilustra.
Los funcionarios añaden que en cuestión ambiental se está emprendiendo la búsqueda de una vigilancia para que los mantos acuíferos no se contaminen.
“En estos momentos no contamos con autoridades que revisen las emisiones al ecosistema. Es algo que también está por estudiarse, pues la ley deja a las compañías de las norias checar por sí solas las mediciones, pero trabajamos para mejorar ese aspecto y estamos aprendiendo con el crecimiento acelerado que llegó de momento a Carrizo Springs”, declara Adrián De León.
El ‘mayor’ destaca que para atender la problemática demográfica y comercial en la localidad también se están aplicando de la mejor forma posible los ingresos que deja la renta petrolera.
“Son tres millones de dólares (unos 40 millones de pesos) que nos caen cada año por el concepto de impuestos, pero al condado de Dimmit son arriba de 50 millones que le dejan las compañías (alrededor de 675 millones de pesos) y es importante que todo esto se traduzca en beneficios para nuestra comunidad”, agrega.
Mientras tanto, Joel González llama a trabajar juntas tanto a ciudades como condados para poder satisfacer las necesidades económicas y urbanas que hay en el cinturón energético del cual forman parte.
“Cómo yo miro, esta y las localidades cercanas van a crecer mucho más. Se están desparramando y al mismo tiempo cuando una ciudad se hace más grande, necesitamos más servicios, de agua, gas y eso es donde el condado y la ciudad necesitan ayudarse unos a otros”, manifiesta.
PROLIFERA EL DESARROLLO
Pero la riqueza no es exclusiva de este sitio, sino que va más allá de Carrizo Springs y el condado de Dimmit. De eso da cuenta Juan López, un camionero que asegura ver florecer todas las comunidades desde Carrizo y hasta más allá de Karnes City, dos puntos que son divididos por casi cuatro horas de carretera.
“A comparación con años anteriores, nuestras ciudades se ven ahora grandísimas, se están llenando de muchos negocios, restaurantes y todo.
“Antes no había nada aquí y para ir a realizar compras tenía uno que salir fuera de los pueblos, pero actualmente nos han traído tiendas grandes. Llegó bastante empleo de muchas clases, con todos los negocios que entraron, creció mucho el trabajo para las personas. Ojalá que el progreso continúe así por mucho tiempo”, expresa.
A lo largo de la formación de Eagle Ford proliferan las estaciones de gasolina y diesel nuevas y muchas más que están en construcción. También se observan agencias atestadas de autos nuevos y colonias de casas residenciales. Lo mismo ocurre con nuevos restaurantes y tiendas de aparatos electrónicos.
Lupe De los Santos, es un constructor de Corpus Christi, que está edificando dos grandes hoteles en Kenedy, Texas, que también se ubica sobre la formación rocosa de Eagle Ford.
“Esta región nunca va a ser igual, ya cambió, hay mucho empleo, mucha gente se ha movido para acá por los trabajos, que van a estar aquí por varios años.
“Todo este auge es muy bueno para los trabajadores y sus familias, porque van a poder tener más oportunidades para comprar sus casas y hacer su lugar de residencia y ya no andar batallando para conseguir un empleo”, comenta.
Entrevistado frente al portentoso edificio, Lupe recuerda que la ciudades de Kenedy y Karnes, estuvieron casi siempre olvidadas, pero ahora forman parte de una zona metropolitana.
“Quiero decir que antes este pueblo era muy pobre y bien tranquilo, pero que ahora afronta un crecimiento acelerado, debido al aceite. Entraron muchas compañías como la mía (de KD Constructors), poniendo hoteles.
“Tanta gente que se ha movido aquí a raíz de que ahora hay donde vivir. Como ahora fluye el dinero muchas personas comienzan a tener un mejor presente. Se nota bastante el cambio.
“Aquí nos encontramos construyendo un hotel de 61 cuartos y para el otro lado estamos haciendo otro. Nos llevamos de cuatro a cinco meses y la razón es que hay mucho trabajo, eso ha traído diferentes negocios a la zona. Cuando se acabe el aceite todavía va a haber mucho trabajo aquí”, reitera este especialista.
De la misma manera otras poblaciones como Big Wells, Three Rives (donde está la refinería de la empresa Valero); George West, Jourdanton, Pleasanton, Beeville, Floresville, York Town y Victoria, son otras ciudades de Texas que experimentan una gran derrama económica por el ‘boom’ petrolero.
Y después de todo el gran revuelo que se está causando en torno a esta derrama económica, los especialistas aseguran que lo mejor está por venir.