
En el número 3510 de la calle El Jardin, de la zona residencial El Jardin de las Flores a unos metros de la Shary Road, se encuentra una propiedad que para muchos sería un sueño tener: con dos salas, tres baños, cuatro habitaciones, cochera, jardín y acceso a un club deportivo con piscinas, canchas de tenis, campos de golf y negocios, escuelas y hospitales exclusivos.
Pero no cualquiera puede darse ese lujo, sólo alguien que tuvo el dinero para liquidarla en agosto de 2010 a un precio de 218 mil 741 dólares (unos dos millones 780 mil pesos), según datos de la oficina del Hidalgo County Appraisal District, la cual regula los valores catastrales del condado, pero que a la fecha está en venta en 329 mil dólares.
Ese alguien es Oscar Pérez Inguanzo, el ex presidente municipal priista de Tampico, ciudad a la que le heredó una deuda de 180 millones de pesos, de acuerdo con informes de la Tesorería del Ayuntamiento actualmente gobernado por el Partido Acción Nacional.
Documentos en poder de Hora Cero revelan que la construcción distribuida en una superficie de 832.59 metros cuadrados, fue adquirida por el ex alcalde el 6 de agosto de 2010, a poco menos de cinco meses de dejar su cargo público.
Sobre él pesan acusaciones de peculado, enriquecimiento ilícito y quebranto a la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos pues, según las actuales autoridades de Tampico, durante su gestión municipal hubo malos manejos de los recursos públicos.
Según consta el número de folio 592080/2010, con el que fue registrado el inmueble, antes de quedar en poder de Pérez Inguanzo la propiedad perteneció a las constructoras Hunt Valley Indu, en 2007; Garcia and Ginther, en 2009, y Brito Constructi, en 2010, considerándose una casa prácticamente nueva, al tener poco más de cuatro años de edificada.
Para no quedarse atrás, su hermano Mario Pérez Inguanzo adquirió otra residencia muy cerca él, con un valor de 277 mil 443 dólares (tres millones y medio de pesos), pero un año más nueva, dentro del lujoso fraccionamiento de Sharyland en Mission, localizada sobre la calle Santa Fe número 4211.
El documento expedido por el Hidalgo County Appraisal District establece que el nombre del vendedor de la propiedad 730493/2010, con un área de 768.67 metros cuadrados, es de carácter “C o n f i d e n t i a l”, pero no omite que también perteneció a la inmobiliaria Hunt Valley Indu.
En ambos de los casos los hermanos Pérez Inguanzo hicieron la operación de adquisición saldando el valor total de las construcciones, que en suma tienen una plusvalía cercana al medio millón de dólares (alrededor de 6.2 millones de pesos).
Sin embargo, para evitar verse comprometido con esta compra mientras era alcalde de Tampico, Oscar la puso a nombre de su empresa de productos agrícolas Hi Produce LLC, con domicilio para oír y recibir notificaciones en el número 425 E. Moore en Pharr, Texas, de acuerdo a los datos que aparecen en los documentos de compra-venta.
En una visita que Hora Cero realizó a ese lugar comprobó que en realidad la compañía que se localiza en dicha dirección se llama Javi Farms y es propiedad de Julián Cendejas.
“El no es dueño de nada, él es un agricultor que trabajó con nosotros y eso es todo; él no tiene nada aquí, solamente recibe su correspondencia. Si ustedes quieren saber quien es el dueño (de Javi Farms) es público y tengo veintitantos años con esta empresa.
“Sé que (Oscar) tiene problemas (en México). No sé si son verdades o son mentiras, porque en el gobierno mexicano, yo soy mexicano, son una bola de ratas todos y para mí que están diciendo mentiras.
“Hi Produce es su compañía y con ella tiene miles de años; yo el único favor que le hago al señor es recibir su correspondencia, cuando ha venido la recoge de vez en cuando”, reiteró categórico Cendejas.
–Y usted ¿tiene conocimiento de que Oscar Pérez Inguanzo registró su casa de Mission en esta dirección?
–No tiene registrada ninguna propiedad, ahí están mal enterados ustedes, él no tiene ninguna propiedad aquí”, respondió el entrevistado.
Pero no conforme con ese gasto, el ex munícipe se compró un automóvil Honda Accord modelo 2011 con código de identificación 1HGCP2F67BA089371 por un valor de 22 mil 559 dólares (alrededor de 285 mil pesos).
Tanto en la factura, como en la póliza de seguro, Oscar Pérez Inguanzo dio como dirección el 3510 de El Jardin en Mission, Texas, con el apartado postal 78572, colocando como asegurado a su hijo Oscar, y como conductora adicional a su esposa, Diana Sarmiento Cantú.
:: En la dirección donde está registrado el propietario de la casa de Oscar Pérez está ubicada esta empresa. Estos datos llegaron de manera anónima a Hora Cero y su autenticidad fue corroborada antes de aparecer publicados en este reportaje.
OPACO HISTORIAL
De acuerdo con su perfil en la red social de Facebook, Oscar Pérez Inguanzo antes de entrar a la función pública, se dedicaba a la ganadería y la agricultura, al parecer con poca fortuna.
Amigos suyos que prefirieron el anonimato dijeron que el ex alcalde jaibo tuvo que hipotecar sus tierras para salir de un escollo económico en que se encontraba.
A no ser por su abuelo materno, don Vicente Inguanzo Suárez, quien había sido alcalde de Tampico entre 1963 y 1965, Oscar era un desconocido en la política, pero se valió de ello para escalar rápidamente lugares sin hacer militancia dentro del PRI.
“Trabajaré con honestidad y transparencia, honrando la memoria de un hombre al que admiraré toda mi vida… a mi abuelo don Vicente, quien me heredó la pasión por la política y la vocación de servicio”, declaró antes de llegar al poder.
Pérez Inguanzo es también señalado como el propietario del rancho Los Mangos, de más de 600 hectáreas en el municipio de Tampico Alto, Veracruz, cuyo terreno presumiblemente adquirió siendo el titular de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, puesto al que llegó en febrero de 2006, según su perfil de Facebook: “invitado a hacerse cargo de la gerencia general”.
En febrero de 2007, cuando renunció a su cargo en la Comapa de Tampico, Pérez Inguanzo supo que la suerte estaría de su lado. Aquella ocasión el amigo cercano del entonces gobernador, Eugenio Hernández Flores, alardeó que siempre fue muy respetuoso de “no desviar” ningún fondo del organismo para beneficio personal, aún cuando al mismo tiempo recibía fuertes reclamos de la población y de los comerciantes por inflar las tarifas.
Pérez Inguanzo siguió adelante con su proyecto político de ser el candidato a la alcaldía de esa ciudad por el PRI y ganó los comicios electorales con el 52.65 por ciento de los votos.
Todavía en campaña, causó malestar a los militantes de su propio partido, al reconocer en una entrevista de televisión que no los tomó en cuenta para ser envestido como candidato tricolor, misma que puede observarse en el portal de videos YouTube.
“A mí me invitaron a participar no los líderes políticos ni los seccionales, ni los jefes de zona, ni el presidente del partido. A mí me invitó un grupo de empresarios amigos. Me decían, oye Oscar, vamos a entrarle…”, declaró.
SIN TRANSPARENCIA NI RENDICION DE CUENTAS
Meses después, al haber asumido como munícipe, las críticas hacia su administración no se hicieron esperar, pues se detectó un constante ausentismo por parte de los regidores, de funcionarios públicos y del propio alcalde, violentando el inciso XX del Artículo 55 del Código Municipal, de no faltar a trabajar por más de cinco días sin solicitar licencia del Cabildo.
Gabriela Segura, otrora coordinadora de los regidores en el Ayuntamiento tampiqueño, alertó que Pérez Inguanzo acostumbraba a estar al filo del reglamento, pues mandaba a publicar notas suyas en recorridos por la ciudad antes que se cumplieran los seis días de ausencia, mientras él se encontraba fuera de ella.
Denunció que cuando lo buscaban en la presidencia municipal sus subordinados argumentaban que no estaba por motivos de trabajo, sin embargo era pública su presencia –entre semana– jugando golf en el campo del lujoso sector del Cimarron, en Mission.
La apariencia de las calles de ese municipio del sur de Tamaulipas, de los parques públicos y del alumbrado comenzaron a mostrar huellas de olvido por parte de las autoridades y se desaceleraron la inversión y las obras públicas.
Importantes proyectos de pavimentación en la colonia Chapultepec y en Las Torres se abandonaron sin explicación.
Pese a contar Pérez Inguanzo con un presupuesto inicial de 650 millones de pesos, muy lejos quedó de su promesa de pavimentar 100 kilómetros de calles, además abortó la construcción de un estadio de futbol y del hospital de alta especialidad.
Reportes de prensa recogidos de diversos medios de comunicación dan cuenta que a causa de los malos manejos la empresa Impulsora Mexicana de Obras y Negocios, S.A. de C.V., demandó al gobierno tampiqueño por la falta de pago de 38 millones de pesos por concepto de tres mil 597 luminarias, adquiridas conforme lo establecen los contratos celebrados el 3 de noviembre de 2008.
Por este motivo y para no quedarse a oscuras, la presente administración pública de Magdalena Peraza Guerra tuvo que interponer una querella en la Tercera Agencia del Ministerio Público con el expediente 394/2011 por el delito de fraude y falsificación de documentos contra el ex alcalde; el ex secretario del Ayuntamiento, Arturo Medina Fregoso, y los entonces síndicos, Fernando Holguera y Leopoldo Morales.
En el mismo tenor, los tres informes de gobierno de este ex alcalde fueron calificados por un amplio sector de la sociedad como mensajes maquillados y sin fundamentos, pues los regidores Graciela Segura Cuervo y Jorge Cruces afirmaron que se dejaron innumerables obras pendientes y una deuda histórica.
El tema de la seguridad fue otro tópico hueco en el discurso de Pérez Inguanzo, ya que con él como alcalde los hechos sangrientos se profundizaron en Tampico y su proyecto de la “Policía de Barrio” resultó un fracaso.
Por esta razón los sectores empresariales y hoteleros tuvieron un descenso del 15 por ciento, mientras que el municipio pasó del tercero al séptimo lugar como destino nacional carretero, de acuerdo con datos de la Comisión de Turismo en el Cabildo.
Las ventas de autos también disminuyeron un 10 por ciento, según Esteban Fuentes, director del segmento automotriz de Grupo Tampico, propietario de seis agencias en la zona sur del Estado.
Para colmo de males, en la última quincena de 2010, en la recta final de la administración de Pérez Inguanzo, más de dos mil empleados municipales no recibieron sus aguinaldos y salarios, por lo cual les quedaron a deber 16 millones de pesos.
Según rubricó el diario Excélsior, la deuda que heredó la anterior gestión municipal, clasificada como una de las peores, asciende a los 180 millones de pesos.
Por este quebranto a las arcas públicas, la regidora albiazul Minerva Alarcón, asegura que “no se pueden desarrollar los programas y acciones planeadas” por la presente administración.
Y solicitó al procurador de Tamaulipas y al presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, pongan de su parte para que se aclare y castigue la bancarrota por la que pasa una de las ciudades más importantes de la entidad.
En enero de 2011 María de Lourdes Pérez Reyes, tesorera municipal, dio a conocer que se le quedaron a deber, entre otras compañías, a la empresa técnica Medio Ambientales del Golfo por el servicio de confinamiento de desechos sólidos, y al Hospital General “Carlos Canseco”, por la atención médica de los más de dos mil empleados que laboran en el Ayuntamiento.
A pesar de que en su plataforma política Oscar Pérez Inguanzo prometió trabajar en los renglones de la seguridad, servicios públicos y generación de empleos, la tasa de desempleo subió al 7.33 por ciento, lo cual se tradujo en un aproximado de 16 mil personas sin trabajo.
LAS INVESTIGACIONES Y LOS FALSOS ARRESTOS
A raíz del endeudamiento en el que se dejó al gobierno municipal de Tampico, la alcaldesa priista con piel de panista, Magdalena Peraza Guerra, entregó al Congreso de Tamaulipas la documentación que comprueba el desvío de recursos por parte de la administración pasada –entre 2008 y 2010–, solicitando una investigación a la Auditoría Superior del Estado (ASE).
La candidata del PAN en 2010, quien antes de serlo era diputada local del PRI, dijo que como pruebas existen facturas adulteradas que demuestran grandes irregularidades en el manejo del erario.
Asimismo, los fondos para el Fortalecimiento Municipal (Fortamun) y el de Infraestructura Social Municipal (Fismun), también estarían plagados de anomalías, de acuerdo con observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Pero, a pesar de que ya han transcurrido ocho meses desde que inició la actual gestión municipal y de que las pruebas de dilapidación de recursos son evidentes, todavía no se ha girado ninguna orden de aprehensión.
La ASE no ha presentado ningún recurso penal contra el ex munícipe, según declaró para El Diario de Ciudad Victoria el diputado local Gustavo Torres Salinas el pasado 18 de agosto.
El titular de la Comisión de Vigilancia en el Congreso del Estado aclaró que la Procuraduría General de Justicia (PGJ) no puede girar ninguna orden de aprehensión porque “hasta este momento no hay conclusiones que la ameriten”.
El legislador priista negó que se haya citado a declarar a Pérez Inguanzo y agregó que las investigaciones continúan revisándose para ser dictaminadas y sometidas al pleno del Congreso.
Y es que la última semana de agosto corrió el rumor de que había sido arrestado el ex alcalde tampiqueño, algo que desmintió el mismo Torres Salinas.
“Me atribuyeron declaraciones de que confirmé que habían girado orden de aprehensión (contra Pérez Inguanzo). Yo no emití ninguna declaración al respecto; algún facineroso planeó meterle ruido al asunto”, dijo el legislador al diario Milenio.
Sin embargo, mientras se especulaba sobre la situación jurídica de Pérez Inguanzo, éste aprovechó para mudarse y poner en venta su residencia en Mission, sin dejar huellas de su paradero.
Vecinos del sector revelaron que el ex funcionario público abandonó la vivienda y encomendó su comercialización a una empresa inmobiliaria que la está ofreciendo un precio inicial negociable de 329 mil dólares (alrededor de cuatro millones 606 mil pesos).
El inmueble de una planta se encuentra totalmente pagado y luce el pasto crecido, con un letrero que dice “en venta”. Según testigos, desde hace un par de años, Pérez Inguanzo vivía en la casa e incluso, se le llegó a ver jugando golf en el campo de esta exclusiva zona residencial en días y horas laborales.
Existen versiones de que el ex presidente municipal, quien también enfrenta una denuncia formal interpuesta por la asociación Movimiento Ciudadano, decidió cambiar su residencia a la ciudad de Dallas, Texas, mientras reportes de prensa lo ubican en el paradisiaco Cancún.
“COBARDE Y PUSILANIME”
El antagonismo de Oscar Pérez Inguanzo en las filas del Partido Revolucionario Institucional se hizo notar con mayor fuerza cuando el 5 de octubre del año pasado el ex gobernador priista de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcava, fustigó duramente al entonces alcalde de Tampico, quien estaba por concluir su gestión.
En su blog y en su cuenta de Twitter Yarrington Ruvalcaba escribió: “Tampico hermoso, oh puerto tropical, tú eres la gloria de todo mi país, quizá porque mi niñez transcurrió corriendo en tus calles y respiré tu paz y aprendí a quererte… hoy me dueles.
“Sé de ti, sé de tu gente. Me he sentido siempre orgulloso de los muchos amigos que en ti viven. Eres una ciudad modelo, metrópoli del desarrollo regional de tres Estados. Sociedad educada, liberal, moderna. Amante de la cultura y las artes, emprendedora y comprometida. Protagonista de nuestra historia como nación y actor fundamental en el México moderno.
“Tu desarrollo no conoce dádivas gubernamentales. Eres lo que eres por el carácter férreo de tu gente. Por su voluntad de progreso, pero no naciste isla. Eres, para bien o para mal, copartícipe de nuestro destino como país y hoy por hoy de nuestra circunstancia adversa.
“Sufres los embates de una delincuencia cada vez más organizada, que reta al mismo Estado nacional. Padeces de un liderazgo municipal cobarde y pusilánime de un arribista de la política que nunca entendió el gran privilegio que le concediste al gobernarte. Y lejos está por comprender lo que significará en su futuro haberte fallado tanto.
“Pero… Tampico querido no desmayes. Han de arribar tiempos mejores. Tu puerto sabe de tempestades y tu gente se ha sobrepuesto mil veces a las peores calamidades. Sé bien que sé, parafraseando al poeta, que pisaremos tus calles nuevamente de lo que fue Tampico ensangrentado y en una nueva plaza liberada… Nos detendremos a llorar por los ausentes”, publicó Yarrington Ruvalcaba, quien no desmintió haber realizado este escrito.
Con ello rompió el silencio que acostumbran a guardar los ex gobernadores luego de sus mandatos. Evidentemente, estas palabras, le echaron más leña a la incendiaria administración que encabezó Pérez Inguanzo en el municipio de Tampico.