
En un de Texas el señor Manuel Tiscareño edifica un templo para recordar a quien fue su compañera de vida, Laura Elena Medina, empresaria del h2 de la moda, con quien procreó una sólida y exitosa familia.
El canto de las aves es el preludio de un día abundante de tranquilidad y armonía. Apartado del bullicio de la ciudad, un hombre echa un vistazo al pórtico de una iglesia y después coloca unas flores en ambos lados del atrio. Al ingresar a la capilla observa la imagen de un Cristo en la cruz, se hinca y cierra sus ojos para hacer una oración.
Luego de experimentar unos momentos de paz espiritual don Manuel se levanta para dirigir los detalles en la edificación de este templo, que desde hace dos años erige en dedicación a la memoria de su fallecida esposa.
En palabras de los hijos, su padre (al igual que ellos) no ha podido superar esta dolorosa partida y él principalmente está muy involucrado en mantenerle presente, consagrando su tiempo en esta obra con la que la que le transmite a sus descendientes los valores de devoción a Dios como a la señora Laura Elena le hubiera gustado.
El edificio tiene ya sus paredes, el techo, varias puertas y ventanas, pero le faltan al menos otro par de años para poder concluir el piso y los acabados.
–¿Qué significa para ustedes como familia este bello gesto de don Manuel?
“Para nosotros, más que nada, es un legado que le deja mi papá a su esposa y a sus nietos para que siempre tengan un recordatorio de quien era su abuela. Laura Elena Medina fue una mujer espectacular”, menciona Daniela, una de tres hijos que el matrimonio Tiscareño Medina tuvo.
–Cada persona vive su duelo de manera distinta, pero esto que está haciendo tu padre es algo prácticamente excepcional…
“Sí, la verdad es que recordar a nuestros seres amados es tenerles presentes. Mi papá dice que el todavía no asumido en sí la separación de su mujer. Todos los días le hace falta. Es por eso que cada piedra que pone en su capilla la pone con mucho amor.
“Que es lo que le permite conectarse con ella y asegurarle que nunca la vamos a olvidar y que con este recinto monumental siempre nos preguntaremos el por qué y al respondernos Laura Elena volverá a vivir, porque la recordaremos, sus dichos y contaremos sus historias y sus chistes”, expresa.
SIEMPRE EN SUS MENTES
Daniela describe cómo es que rememoran a su madre, de la que ellos como hijos adquirieron grandes ejemplos para la vida, así como también las personas que la rodearon.
–¿Si pudieras definirla, quién es para ti Laura Elena Medina?
“Ella tenía una energía totalmente sorprendente. Un carisma comparado con el de de cualquier gran artista. De tantos recuerdos que tengo de mi madre cada palabra que uso para describirla me llevaría a una historia. Era el alma de la fiesta y siempre mantenía a la gente entretenida como un comediante.
“Era rápida en sus contestaciones y ¡era feroz! hacia las buenas causas. Recuerdo una vez que viajábamos en camión hacia Zacatecas, de donde somos originarios y delante de nosotros en la fila de revisión para cruzar hacia México iba un viejito a quien le tocó el semáforo en verde.
“Sin embargo los oficiales de ese tiempo quisieron revisarlo y ella inmediatamente alzó su voz y protestó. El señor viajaba para llevarles a sus familiares sus regalitos del ‘norte’.
“Los oficiales vieron tanta cosita y quisieron aprovecharse. Pero gracias a ella logró que a ese viejito lo dejaran en paz, aunque esto implicara demorar nuestra salida mientras ella resolvía el caso. Eso nos da una idea de lo feroz y valiente que era Laura Elena Medina”, agrega.
Otra de las bellas anécdotas es que su mamá impactó la vida de otros seres humanos en su comunidad y para Daniela esto no tiene precio.
“Tanta huella dejó mi madre que cuando yo estaba en la universidad, tomé una clase de escritura creativa. En esa ocasión el maestro pidió que todos los alumnos compartiéramos nuestras historias para leerlas unas con otras.
“Se dio el caso que una compañera escribió sobre la experiencia de bodas de su hermana. A ellas les había impactado tanto la persona que les vendió el vestido que escribieron sobre ella. Resulta que esa persona fue Laura Elena Medina. La describieron como una mujer energética, una artista que le diseño el vestido de sus sueños y a la misma vez les dio los mejores consejos. Imagínate la impresión de hacerle saber a la chava: ¡Oye, es mi mama! fue muy emotivo”, evoca.
DE ZACATECAS
A NUEVA YORK
Daniela Tiscareño asegura que su mamá fue fundamental para que esta familia mexicana pudiera consolidarse en los Estados Unidos, no solamente formándolos como buenos seres humanos, sino también en el ramo empresarial, con valores como el emprendedurismo y el trabajo fuerte.
“Mi mamá era una excelente comunicadora, que por consecuencia la hacía una gran vendedora. Tenía ese don para conectarse con los clientes y conocer exactamente cuáles eran sus necesidades. Junto con la visión de mi padre, Manuel Tiscareno, lograron crear una cadena de salones de fiesta. Empezaron con Tienda de Novias hasta llegar al ramo de los salones.
“En México mi papá tuvo de todo tipo de negocios. Desde mueblerías hasta veterinarias hasta que emigramos a este país debido a la devaluación del peso. Mis papás trabajaban sus negocios con créditos en dólares entonces las deudas se dispararon y por esa razón nos mudamos para poder pagar. Ya fue aquí en Texas con su tienda de novias que lograron salir adelante y con mucho esfuerzo crecimos poco a poco”, relata.
Durante todo ese tiempo la señora Laura Elena complementó esa parte tan importante de ser madre, esposa y al mismo tiempo ayudar a su esposo Manuel a llevar el sustento para la familia.
–¿Ya era una mujer plena antes de partir?
“Yo creo que mi mamá se realizó como madre, como esposa, como hermana, como hija y como ciudadana. A ella le encantaba visitar un asilo en el municipio de Río Bravo en México para darle sustento y alegría. Se iba con un grupo de amigas, les cantaba y les bailaba.
“También apoyaba en Zacatecas a un niño que tenía cáncer. Le compraba sus juegos de Nintendo para que él se la pasara bien. Siempre fue muy caritativa, ya que ella en su infancia creció con carencias”, expresó Daniela, quien considera a su mamá a la mujer que fue gracias a la formación recibida por su abuelita, Delta Estrada.
“En Zacatecas le llamaban ‘Delta la Única’. Esa Luz, la llevaban muy en alto ella y su hermano Pepe Medina. Eran personas totalmente increíbles y carismáticas. Ellos junto con su hermano menor, Marco, emigraron muy jóvenes a California, donde mi mama y mío tío Pepe ayudaban a mi abuela Delta a sacar su familia adelante, ya que enviudó muy joven, por eso creo que la grandeza de mi madre se la debe a mi abuela”, añade.
–¿Cómo es que asumieron juntos en familia un momento tan difícil como lo fue su enfermedad?
“Todos las tomamos diferente. Ella tuvo unos dolores muy fuertes en sus brazos y extremidades; sin embargo, cuando estábamos juntas siempre reíamos. Nos burlábamos de la vida. Siempre hacíamos su rato agradable. Veíamos series juntas y cuando podíamos la llevábamos de compras, aunque ya estaba muy cansada”, señala.
En todo este difícil proceso Laura Elena estuvo siempre rodeada de sus seres amados, su esposo, sus hijos y sus nietos.
Es por esto es que para poder mantener su memoria más presente, su padre, Manuel decidió construir una bella capilla, a la que todos serán bienvenidos.
Las fotos donde su padre le dedica este templo a su querida esposa fueron catalogadas por Daniela en una publicación de facebook como “Amor así”, para describir la gran entrega de su padre a su esposa incluso después de haber partido.
Sus hijos, Laura Beatriz, Daniela Michelle y Manuel Fernando son todos ellos empresarios de la moda y la fotografía artística. Han llevado con mucho éxito su marca Tiscareño estampada en bolsas y vestidos a los desfiles de Nueva York y prosperan gracias a la dedicación de una madre por sus hijos para que fueran personas de bien.
“Nosotros cuatro la honramos de diferentes maneras. Mi papá con su capilla y su amor y nosotros con nuestros diseños, nuestros vestidos y cuidando el sustento que con mucho sacrificio nos dejó”, expresó con la sencillez que la caracteriza Daniela Tiscareño Medina.