
Gru alguna vez fue un villano que disfrutaba cometer crímenes contra la humanidad. En su oportunidad se robó la luna. Pero ya no. Tres niñas ablandaron su corazón y lo convirtieron en un hombre generoso, dedicado a ganarse la vida honradamente.
En la cinta Mi Villano Favorito 2, convertido en un tipo hogareño, es invitado utilizar su talento de espía internacional para perseguir a un malvado que, de igual manera, tiene un plan siniestro para apoderarse del mundo. Gru se niega, hasta que las circunstancias lo obligan a ser parte del equipo de la prestigiosa Liga Anti Villanos.
Universal planeo muy bien el regreso del simpático antihéroe calvo, carente del atractivo físico de los protagonistas. Formado como un criminal, tiene toda la apariencia del malo refinado, con galas costosas, pero que le sientan pésimo, simplemente porque es feo.
Las niñas con las que convive han transformando su corazón, haciéndolo un hombre bondadoso.
El excepcional personaje regresa en esta producción que contiene mucha acción y emociones, enmarcadas en una intriga de espionaje. Sin embargo, la película es, por encima de todo, una genial comedia.
Gru ahora le entrega protagonismo a Lucy. En inglés, la despistada agente es interpretada por la genial Kristen Wiig. En español la voz la hace Andrea Legarreta, una agradable sorpresa. La tonalidad de la animadora de televisión y ex actriz encaja perfectamente con el personaje esmirriado, intrépido e ingenuamente romántico que se siente magnetizada por el gruñón Gru.
Juntos hacen una pareja genial, sintiéndose atraídos, y rechazándose como adolescentes, hasta que deciden hacer equipo.
El antagonista, que en inglés es interpretado por Benjamin Bratt, en español es bien hablado por el cantante Alejandro Fernández. Eduardo, alias El Macho, es una burda representación de la cultura mexicana en su más chocante forma de cliché que, pese a ello, se muestra de una manera divertida.
Independientemente de las sensibilidades patrioteras que pudieran sentirse ofendidas, El Macho hace una risible caricatura del mexicano, con todo y el sentido estético de la patria, los adornos sobrecargados y una arquitectura entre colonial y tenochca.
El Macho es el mejor revulsivo de la anécdota y se enreda con la pareja en un desenlace vertiginoso, cargado de humor y buenas secuelas de acción.
Andrés Bustamante, quien dobla a Steve Carell, como Gru, mantiene la línea de su virtuosa caracterización.
Gru sigue los pasos de El Macho, pero para llegar hasta él se enreda en una serie de situaciones muy cómicas con chistes visuales y estupendos diálogos accesibles para los niños.
El espía pelón se ciega. Lo molesta que un chico ronde a su pequeña preadolescente. Se siente impotente para protegerla del inexorable paso del tiempo y de la vida que ella, inevitablemente deberá tomar como ser independiente. Pero también su vida se desestabiliza por la atracción que sienta hacia Lucy, tan excéntrica, parlanchina y chispeante.
Las distracciones hacen que su sensibilidad como espía se vean disminuidas. Por eso, su rival malvado le saca ventaja.
Una gran parte del éxito de la cinta se debe a los minios, los pequeños seres que trabajan para Gru y que forman parte del plan perverso que se fragua para atacar al mundo. A ellos corresponden numerosas secuencias festivas del film.
Las segundas partes son, por lo general, productos oportunistas que aprovechan la inercia de una primera parte para avanzar un poco más en taquilla. La mayoría de las veces decepcionan.
En su inicio, Mi Villano Favorito hizo una gran presentación y parecía que ya no tenía nada que decir. Universal armó muy bien el plan y ahora pone un giro refrescante con muchas carcajadas.
Esta segunda parte es un hit.