
Porque el público de Monterrey “es a toda madre”, los integrantes del grupo Maná decidieron iniciar la gira Amar es Combatir en esta plaza, conocida por su generocidad y fidelidad hacia algunas bandas. Tan bien les fue, que ya anunciaron su regreso para el mes de mayo.
Y es por eso que Fher, el vocalista, lo dijo a grito abierto: “ya los extrañabamos un chin…”, provocando una celebración inmediata de los casi 12 mil seguidores que se dieron cita en la Arena Monterrey el pasado jueves 7 de febrero para disfrutar de lo mejor de la banda originaria de Guadalajara.
Maná, a diferencia de otros grupos nacionales, goza del cariño especial y un respeto incondicional de parte de sus fanáticos de todas las edades y clases sociales, lo cual fue notable en la primera de las dos noches programadas en esta ciudad.
Durante las poco más de dos horas de “convivencia” entre la “raza” y la banda tapatía, “el desmadre” y la alegría reinaron en la Arena, ya que la multitud no dejó de entonar importantes éxitos como Déjame Entrar, Oye mi Amor, Manda una Señal y Bendita tu Luz, entre otras.
Más de cuatro años fueron suficientes para saborear el regreso de esta agrupación que ha triunfado en Europa, ya que la última presentación la tuvieron en el Auditorio Coca Cola en diciembre de 2002, misma que registró una nutrida asistencia.
Con el apoyo de una vistosa producción, cuyo principal atractivo fue una cortina de agua, los cofundadores de Selva Negra, organismo en pro de la ecología, ofrecieron un espectáculo aderezado con efectos especiales y movimiento, lo que culminó en una exitoso arranque de la gira Amar es Combatir.
Además, la variedad del repertorio musical generó una montaña rusa de emociones, ya que en un principio los asistentes se “prendieron” con los primeros temas, pero conforme los jalicienses seguían tocando los ánimos se apasiguaban o se alborotaban nuevamente.Te lloré un Río, Cuando los Angeles Lloran y Tú eres mi Religión fueron algunas de las baladas, pero el momento más romántico fue cuando invitaron a una de las “manamaniáticas” al escenario.
Fher y Sergio la escoltaron con sus guitarras sentados en un sugerente sillón en forma de labios y le dedicaron un popurrí con cinco canciones coreadas por el resto de los presentes.
Por su parte, el baterista Alex tuvo la oportunidad de lucirse en un solo que duró más de diez minutos, en el que luego de hacer una breve pausa para tomar cerveza continuó para demostrar su peculiar habilidad con las baquetas.
El número de Alex asombró gratamente al público, al elevarse la plataforma donde se encontraba, y mientras golpeaba la batería daba vueltas suspendido en el aire.
Fher y compañía constataron que aunque han pasado más de 20 años de su formación, siguen siendo aquellos músicos que se dieron a conocer con la melodía que cantaba todo México allá por 1989: “Rayando el sol, oeoo, rayando por ti… es más fácil llegar al sol que a tu corazón…”.