Sobre la mágica alfombra blanca y gélida se deslizaron los protagonistas de las historias producidas y animadas por Disney, que en su visita a Monterery provocó la nostalgia de los adultos y recreó la fantasía de los pequeños.
En una sola presentación, el Mágico Mundo de Disney Sobre Hielo hizo un recuento de sus producciones en un espectáculo apoyado por la destreza de los patinadores artísticos, el vestuario, la iluminación y efectos especiales.
Los anfitriones de siempre, Mickey y Minnie, dieron la bienvenida al público para iniciar con el recorrido por los mejores momentos de sus películas que han quedado grabadas en los corazones de los niños de diferentes generaciones.
Desde Blanca Nieves, Cenicienta y Pinocho, hasta Toy Story y Los Increíbles; así como Buscando a Nemo, Aladino, La Bella y la Bestia, Mulán y El Rey León.
Anteriormente, Disney Sobre Hielo había presentado historias individuales completas, pero en esta ocasión, ofreció fragmentos de una selección de clásicos para complacer a los que querían ver a todos los personajes.
Poco a poco hicieron su aparición los artistas que interpretaron a los héroes y princesas que han alcanzado la inmortalidad gracias a Disney.
Por su atmósfera romántica, el número musical de las princesas es una de las coreografías en la que las parejas de patinadores se deslizan suavemente por toda la pista de hielo, provocando suspiros entre los espectadores.
Pero cada una de las actuaciones de los 49 elementos que integran el cuerpo artístico, fue celebrada por unas seis mil personas que asistieron a la primera función en la Arena Monterrey.
Entre las más vistosas y coloridas fueron Mulán y Qué pequeño el mundo es, en las que el elaborado vestuario y la escasa, pero acertada escenografía, realzaron los respectivos montajes.
Destacó la habilidad de los patinadores que portan el disfraz de los diferentes personajes como el genio de la lámpara de Aladdín; Lumiere, las tazas y la bestia de La Bella y la Bestia; o los que sostienen al tiburón de Buscando a Nemo, por mencionar algunos.