El año 2009 es el año de los parias para Oscar. En la edición 81 del más popular de los premios que se entrega en el mundo a la excelencia cinematográfica, se disputarán el honor mayor un hombre que envejece rejuveneciendo, un diputado gay, una pareja dispareja de amantes en tiempos del holocausto, un chico que puede convertirse en millonario y un político en desgracia.
En la recta final hacia la dorada estatua, no hay un favorito.
Ni siquiera en el rubro de película animada, la más predecible de las categorías, puede anticiparse un triunfador.
Las actuaciones masculinas son otra de las sorpresas de la velada en el Teatro Kodak. La gran interrogante es: ¿qué hace Mickey Rourke en la nómina para rol protagónico al lado de Brad Pitt y Sean Penn? Para escándalo de los puritanos y sorpresa de quienes lo creían un cadáver, el problemático actor resurgió de su propio coma creativo para ofrecer una impresionante interpretación en el Luchador.
La presencia mexicana en la ceremonia del 22 de febrero es prácticamente nula. Por ahí aparece en el renglón de maquillaje Mike Elizalde, por la cinta Hellboy II. Por ahí Arráncame la Vida, la sobrevalorada épica de Roberto Sneider se coló entre las finalistas pero fue cortada al final y no entró en la lista de nominadas.
Ante la falta de posiciones medianas en la ceremonia habrá que contar la de Diego Luna, el charolastra que tiene un papel relevante en Mi nombre es Harvey Milk
CASOS CURIOSOS
Después de que los sobres son abiertos y es leída la boleta del ganador, se desconoce cuáles fueron las votaciones finales de los más de cinco mil integrantes de la academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Sólo se puede suponer que, este año, el margen del triunfador será muy estrecho.
Como mejor película está El Curioso caso de Benjamín Button, de las chicas por la conmovedora actuación de Brad Pitt, un actor taquillero que no ha tenido el favor de Oscar.
La Academia puede hacerle justicia al galán, aunque la apuesta más segura es que consiga el galardón por los impresionantes efectos especiales y por el guión adaptado del relato de F. Scott Fitzgerald. David Fincher, conocido por sus cintas con efectos digitales, puede ser homenajeado por su trabajo de director.
La favorita sentimental es ¿Quieres ser Millonario?, el drama que este año cumple con la cuota étnica. Relata la campanada que está a punto de dar un adolescente procedente de la India a quien no le creen que ha ganado un concurso de conocimientos en televisión para enriquecerse al instante. Los especialistas la consideran la película inspiradora del año.
Mi nombre es Harvey Milk le puede dar otra estatuilla a Sean Penn, pero a la Academia no le gustan los dramas oscuros y mayormente controversiales de Gus Van Sant, por lo que tiene pocas posibilidades como película.
Por ser un drama poco difundido, El Lector (The Reader) está prácticamente fuera de la competencia. El drama del Holocausto entre una institutriz mayor y su alumno-amante adolescente está destinado para el deleite de los críticos, no para los populares gustos del jurado.
Otra que es controversial es Frost/Nixon: La entrevista del escándalo, dirigida por Ron Howard. Es otra a la que hay que eliminar. Está comprobado que al público no le gustan las cintas políticas en año de elecciones.
Como actor, Brad Pitt está llamado a dar el gran golpe, aunque enfrenta a Frank Langella un sobreviviente de un antiguo esplendor como vampiro y recientemente malvado en dramas y cintas de acción que aquí hace una impresionante interpretación de Richard Nixon en la agonía de su carrera política.
Mickey Rourke, el gran tipo duro de Hollywood, toma un segundo aire a su carrera que estaba arruinada, para ofrecer una conmovedora interpretación de El Luchador. La crítica especializada ha llamado esta la resurrección de Rourke.
Richard Jenkins, el mismísimo que a finales de año fue visto interpretando al padre de los patéticos Hermanastros, ahora viene con una conmovedora interpretación de un hombre mediocre que reactiva su vida al conocer a una pareja de inmigrantes.
Por el lado de los coprotagónicos, lleva mano el fallecido Heath Ledger por su interpretación sardónica de El Guasón en el Caballero de la Noche, lo acompañan Robert Downey Jr., como el combatiente bufón de Una Guerra de Película, Phillip Seymour Hoffmann en el papel de un sacerdote acusado de participar en una relación impropia; Josh Brolin como el político conservador de Mi nombre es Harvey Milk; y, sorpresivamente, Michael Shannon como el desubicado visitante de la pareja emproblemada en Sólo un Sueño.
Por el lado de las damas, Meryl Streep lleva mano, por antigüedad y persistencia, en La Duda. Luego de más de 25 años después de recibir su último Oscar ya merece otro. La acompaña la fuerte contrincante Angelina Jolie, como la madre que se esfuerza por recuperar a su hijo en El Sustituto; Anne Heathaway, como la adicta que busca regenerarse; la desconocida Melissa Leo, por Río Helado; y Kate Winslet por El Lector.
En la categoría de rol de apoyo femenino, Penélope Cruz tiene amplias posibilidades como la artista neurótica de Vicky Cristina Barcelona; es escoltada por Taraji P. Henson, como la amorosa madre de Benjamín Button; Marissa Tomei, en el Luchador; y Amy Adams y Viola Davis, por La Duda.
En la categoría de film animado Wall-E puede ganar la estatuilla. Está nominada, también, por guión original. Pero son fuertes contendientes Kung Fu Panda y Bolt.
Afortunadamente, en este año no hay favoritos declarados y la expectación prevalecerá hasta el día de la ceremonia.