Para cuatro jóvenes regiomontanos, quienes áun no creen que repartieron cerca de cinco mil firmas de autógrafos de su disco Sinfonía Soledad, el haber convocado el doble de fanáticos en su primer concierto masivo en la Arena Monterrey es prácticamente un sueño del que les será difícil despertar.
El pasado domingo 17 de febrero, los integrantes del grupo Panda dieron el siguiente gran paso en su carrera al enfrentarse a un monstruo de 10 mil cabezas que rugía al son de su música, orgullosamente “Hecha en México”, concretamente en Monterrey.
Pepe, Ricky, Arturo y Jorge, un par de semanas antes habían mencionado que la tocada sería una especie de fiesta donde asistirían familiares, amigos, además de sus más fieles y allegados fans, pero nunca esperaron que alcanzarían ese alto nivel de convocatoria.
El 4 de febrero, el día en que se llevó a cabo la firma de autógrafos, Pepe –el vocalista– dijo que se sentía muy contento de ver la fila que rodeaba la explanada de la Arena Monterrey hasta la avenida prolongación Madero y, un tanto reflexivo, expresó: “ La verdad no pensé que vinieran tantos, ni yo mismo vendría ¿sabes cómo?”, declaró en aquella ocasión ante los medios.
Y ya durante el encuentro con sus seguidores, Pepe, entre otras cosas también reiteró lo asombrados que estaban él y sus compañeros de la buena respuesta que tuvieron esa noche: “Gracias por venir, estamos muy sorprendidos.
“Un saludo para mi mamá que nunca me había visto tocar y también a mis hermanos que vinieron” , agregaría después el rockero que abandera la agrupación con diez años de trayectoria y cinco discos en su haber.
Aunque originalmente no pensaban tener a una banda telonera, los pandas fueron precedidos por Tolidos, músicos originarios de Ciudad Juárez, Chihuahua.
Entre las rolas que más corearon los asistentes fueron la de Narcisista por excelencia, Procedimientos para llegar a un común acuerdo, Los malaventurados no lloran, Cita en el quirófano, así como Porque todavía podemos decir una vez más.
Con el apoyo de tres pantallas, una plataforma que sostenía la batería –que además incluía un eje giratorio– y una gran tela blanca en donde se proyectaban imágenes en blanco y negro, Panda ofreció un concierto de altura como los que se han venido presentando últimamente en el centro de espectáculos más grande de la ciudad.
Sólo hubo una falla de sonido que surgió repentinamente, pero fue pasada por alto por los fanáticos que siguieron cantando y saltando como si nada.
El lienzo en el que se proyectaban los videos reforzaba la intensidad de melodías como Muñeca, la balada que hizo una pausa a toda el derroche de energía que se estaba generando con el sonido de los regiomontanos.
Panda ha tenido éxito en países de Centro América y tienen en la mira conquistar Europa, pero en su tierra natal no estaban seguros de superar la presentación en el Auditorio Coca Cola realizada en diciembre de 2006. Sin embargo, definitivamente el pasado domingo 17 de febrero fueron coronados por 10 mil paisanos que apadrinaron su primer concierto en la Arena Monterrey.