
Es uno de los comediantes más exitosos en la actualidad, con casi seis millones de seguidores en las redes sociales y la capacidad de llenar ocho fechas en el Pabellón M de Monterrey; sin embargo, para Franco Escamilla ni siquiera esto es suficiente para que lo consideren un líder de opinión en los temas que dominan la agenda nacional.
Hace 10 años Franco Escamilla estuvo a punto de tomar una decisión que hubiera significado todo no sólo en su carrera como comediante, sino en su vida en general: retirarse de la comedia.
No fue sino después de la plática con un amigo, que decidió sobreponerse a los obstáculos que en ese momento enfrentaba su naciente carrera contando chistes en los bares de Monterrey.
“El Franco de hace diez años se quería retirar, aquí en Monterrey hay muchos comediantes muy talentosos y no alcanza el trabajo para todos. Hace diez años tu servidor estaba planteándose si seguir o no en la comedia y me acuerdo muy bien que fue una plática con mi amigo Checo Mejorado quien me empezó a decir: ‘tranquilo, así es esto, se batalla mucho’, porque yo estaba en un plan de que ya no quería ser comediante y ahora me digo: ‘Chale, qué tal si me hubiera hecho caso’, qué bueno que no”, expresó.
Ahora, 2.8 millones de seguidores después (solamente en YouTube), la vida es muy diferente para el ‘standupero’ nacido en Cuautla de Morelos, pero regiomontano
por decisión.
El pasado 19 de abril, Escamilla inició una temporada de ocho fechas en el Pabellón M, por lo que se dijo estar contento de haber escuchado el consejo que hace una década le dieron de perseverar y seguir trabajando en esta actividad.
Aseguró estar feliz de regresar a su terruño y tener la posibilidad de regresar a casa después de un show, algo que no hacía desde hace muchísimo tiempo gracias a la fama que le logró los videos de algunas de sus rutinas que fueron publicados en el canal YouTube.
“Artísticamente aquí nací, todo lo que he hecho con respecto a música y comedia lo he hecho aquí en Monterrey, a mi me encanta la idea de que no voy a viajar los fines de semana y que voy a estar en mi casa, de que salgo de trabajar y luego me regreso a dormir a mi casa como en los viejos tiempos, como cuando hacíamos bares, me emociona mucho”, dijo.
‘NO NOS HAGAN CASO’
Contar con casi seis millones de seguidores en YouTube, Facebook e Instagram podría ser demasiado para casi cualquier persona, que de inmediato no tendría ningún inconveniente en erigirse como “líder de opinión”, especialmente en los tiempos actuales que se viven en México.
De hecho, para nadie es un secreto que la voz de comediantes y artistas pesa más que lo que dicen políticos, periodistas y líderes sociales.
Sin embargo, para Escamilla hay algo muy malo en esta dinámica que, reconoció, le llega a preocupar.
“Es preocupante porque de repente me exigen que sea más serio cuando doy una opinión, a veces en un solo tuit la gente hace un escándalo porque dicen ‘Franco, tu tienes que cuidar lo que dices porque hay mucha gente que lee lo que dices’ y creo que estamos equivocando el rumbo, creo que para eso tenemos pensadores, políticos, líderes de opinión que son gente que cuando hace comentario lo pensó varias veces y lo está estructurando y tiene un fundamento”, indicó.
Ante ello, consideró que la gente no debe de confiar en lo que dicen y escriben los comediantes como él, pues al final, sólo se dedican a contar chistes.
“Tu servidor y los comediantes no podemos ser líderes de opinión porque no lo estamos diciendo en serio, no nos pueden tomar como referencia, incluso cuando yo trato de meter un mensaje positivo en un chiste la gente se ríe porque es un chiste nadamás, no deben de confiar en nosotros, no lo hagan”, sentenció.
Y aunque dijo respetar mucho a sus colegas que se meten a la política, consideró que tener miles de seguidores no debe de ser un atributo suficiente para que alguien busque un cargo de elección popular.
“No tengo nada en contra de que un artista ahora ande de diputado o de senador, se me hace gracioso porque no creo que tener 100 mil seguidores te haga candidato, no creo, a lo mejor lo que dices está chistoso pero no deberíamos de basarnos en eso”, señaló.
De hecho, aclaró que hasta ahora ningún partido se le ha acercado con un ofrecimiento de este tipo y espera que nunca suceda pues, acotó “soy una persona sin valores, entonces probablemente yo robaría mucho, entonces mejor alguien preparado y que haría algo por México”.
Escamilla reconoció que en los tiempos actuales una sinceridad de este tipo puede acarrearle problemas, especialmente en redes sociales como Twitter y Facebook, donde casi cualquier comentario y chiste va a ser tomado como ofensivo por un grupo de personas en especial.
“Ahorita está muy cool ofenderse, ahorita es muy fácil quejarse y decir que a lo mejor tu pregunta me ofendió y hacer una transmisión en Facebook o una transmisión en YouTube que diga: ‘el día que alguien de los medios me faltó al respeto’, porque eso vende, ofenderse vende mucho y se ve cool y está muy de moda hacerse el ofendido y buscar las palabras correctas, creo que es parte de la evolución del ser humano”, dijo.
Lamentó que en la actualidad la gente haya perdido el sentido del humor y esté más preocupada por ser políticamente correcto, algo que no sucedía hace apenas unos años.
“Si yo le contara a mi abuelo, que en paz descanse, ‘sabes qué abuelo, me hicieron una pregunta y me ofendí’, mi abuelo me pondría un manazo en la cara y me diría ‘¿cómo es posible que una palabra te ofenda?’ A lo mejor hasta me castiga por andar de chismoso.
“Estamos exagerando en lo ofendidos, hay que ofenderse de las cosas importantes, no de un chiste” expresó.
Aún así Escamilla reconoció que existen temas que es mejor no tratarlos, por lo que en lo personal tiene elaborada su “lista negra” de temas que jamás va a abordar.
“No me gusta hablar de inseguridad porque no le veo nada gracioso y prefiero tener una línea de respeto/miedo. Yo no me meto con políticos porque no le veo lo gracioso, cuando de repente sale un comentario gracioso, dijo ‘ok, esto sirve’ pero no me gusta hablar de cosas que provoquen controversia, no me gusta generar polémica de la nada”, dijo.
VAYA CARRERA
Aunque su carrera ha estado llena de historias de esfuerzo y sacrificios, la decisión de subir algunas de sus rutinas a YouTube fue el parteaguas que permitió que el comediante fuera conocido a nivel global.
“El lema de la empresa es trabajo y oración, nos dedicamos a trabajar, nos dedicamos a hacer las cosas nosotros y no andar viendo qué es lo que hacen los demás, dedicarnos a nosotros, competir contra nosotros mismos, si no podemos superar nuestros propios números al menos igualarlos”, indicó.
Sin embargo, este éxito, que lo ha llevado a llenar auditorios y recorrer América, Asia y Europa no se le sube a la cabeza, pues sabe que todo esto sucede pues “está de moda”.
“Ahorita estamos de moda, estoy en mis quince minutos y los vamos a aprovechar.
“Sigo pensando que es moda, hay modas que duran 10 años y espero que ésta sea una de ellas. Sigo pensando que es moda porque la gente nos conoce por redes sociales y uno se vuelve un meme con piernas básicamente.
“Hay muchos comediantes y muy buenos, cualquiera de mis compañeros puede llenar cualquier cantidad de foros si el público les da la oportunidad, es lo que hemos estado abogando desde hace cuatro años, que se abran nuevas plazas en la comedia”, dijo.
Entre las metas que Escamilla y sus compañeros se han fijado, está repetir la pasada gira mundial que, reconoce, nació como una broma pero se volvió uno de los momentos más importantes de su vida.
“Quiero hacerla otra vez porque soy de los que creen que una vez es suerte y hacerlo otra vez quiere decir que estás haciendo bien las cosas.
“Queremos volver a hacer Centro y Sudamérica, queremos volver a hacer Japón, queremos volver a hacer Europa, incluir más ciudades, yo creo que uno de los retos que traemos es que el año pasado no se pudo hacer Oceanía por un problema de visa, este año poder hacerlo y agregar un continente más, sería lindo; andamos buscando alguna ciudad que tenga 100 mexicanos en el Continente Africano” manifestó.
LA EVOLUCIÓN DE LA RISA
Para Escamilla, la única diferencia que existe entre la comedia que se está realizando y la que se hizo en México en la década de los setenta y los ochenta es la forma en la que se cuentan los chistes.
“Todo lo que digamos nosotros ya lo dijo la vieja guardia hace muchos años. La comedia es cíclica y es eterna.
“Yo no veo diferencia entre stand up y comedia, lo he dicho en otras entrevistas, se me hace como que a un futbolista le preguntes si lo es y te conteste: ‘no, soy portero’. Cuando alguien dice: ‘yo no soy comediante, soy ‘standupero’’ digo: ‘bato, es lo mismo’, somos de los mismos, son sólo recursos de la misma comedia”, apuntó.
Incluso ha habido ocasiones en la que se ha topado con que una rutina que escucha de algún nuevo talento es la misma que contaban cómicos de antaño lo que no puede tomarse como un plagio, sino una forma de evolución.
“El público ha ido evolucionando y ya no quieren el chiste directo, quieren que lo platiques como una anécdota, que lo platiques como una historia, como un análisis, a lo mejor ha cambiado la manera como se hacen los chistes. Lo hemos platicado con amigos, vemos un monólogo de alguien nuevo y decimos que se parece mucho a un chiste que contaba Flavio en los setenta, pero lo cuenta de otra manera, lo hace suyo”, sentenció.
Consciente de que un día la “moda” pasará, Escamilla indicó que no se agobia, pues seguirá haciendo lo que más le gusta: contar chistes frente a un auditorio.
“Voy a seguir haciendo comedia, espero seguir haciéndolo muchos años porque me gusta, la diferencia que en vez de hacer un evento para mil personas lo vamos a hacer para ochenta en un bar y es igual, voy a seguir tratando de hacer reír”, expresó.
De hecho, lo único distinto que piensa será diferente en él dentro de cinco años es que “será más gordo”.