Perfección y estética. Con estos principios los integrantes de la compañía Cirque du Soleil logran impactar a millones de espectadores en todo el mundo con sus atractivas e innovadoras producciones. Dralion es una de ellas y la tercera en su tipo que ha visitado esta ciudad.
La temática que comprende esta serie de asombrosas y mágicas rutinas está basada en la tradición del teatro chino con la visión vanguardista que distingue al Circo del Sol.
Dralion tuvo su debut en Monterrey el pasado jueves 17 de septiembre y como es costumbre deleitó tanto al público que ha asistido a los anteriores espectáculos Saltimbanco y Quidam, como a los que por primera vez fueron sorprendidos por las proezas de los artistas-atletas cuyo entrenamiento exige el grado máximo de la perfección.
Los creadores de este concepto, Guy La liberté y Guy Caron, aprovecharon el potencial de las hazañas que durante años han precedido a las que ahora se realizan con la ayuda de la tecnología como es en el caso del aro aéreo o el uso de plataformas en la parte superior e inferior de la carpa.
Con el talento y destreza de 63 participantes, entre músicos, payasos, bailarines, equilibristas y malabaristas, se diseñó Dralion, una palabra compuesta por Dragón, una figura emblemática de la filosofía china y por León, el símbolo de la compañía canadiense fundada en 1984.
Los niños y adultos que presenciaron los números de las dos partes que comprenden el programa, disfrutaron de principio a fin del montaje, ya que Dralion es una mezcla de elegancia exótica decorada con romanticismo y humor.
Durante el primer bloque fueron testigos de la habilidad de una adolescente que se sostiene sobre una mano; la exactitud con la cual un grupo de seis jóvenes saltaban del trampolín y llegaban justo a una plataforma en una pared que simulaba una estructura de rappel pero sin la cuerda. Este acto sorprendió por la precisión de estos acróbatas.
También fue notable el número de los postes de bambú en el que la sincronía de los ejecutantes fue impecable. La intervención de cuatro comediantes entre las rutinas brindó frescura a los momentos de suspenso que provocaban las difíciles tareas de los cirqueros.
Luego de tantas emociones, un telón cilíndrico cubrió el escenario, para dar paso al intermedio. Al regresar a sus asientos, el público recibió como regalo la proyección de varias figuras dentro de una lámpara gigante que daban la bienvenida al segundo bloque de variedades que contiene Dralion.
Minutos después, un grupo de jovencitas chinas presentaron Ballet on Lights, donde demostraron su capacidad de equilibrio para formar una torre humana, cuyo atractivo y grado de dificultad radicaba en realizar toda esta tarea de puntitas.
En Pas de Deux una pareja danzaba a ritmo de tango suspendida en el aire, sus movimientos suaves crean una atmósfera de romanticismo que mantuvo sin aliento a los espectadores.
También hubo momentos divertidos en donde dragones amistosos hicieron su aparición y hasta caminaron sobre grandes esferas rodantes. En seguida otro equipo de “elásticos” individuos atravesaron aros con una cronometría impactante.
Dralion es, sin duda, un viaje a la milenaria China a través de la magia de la tecnología que los especialistas del Circo del Sol han explotado al máximo.