Los Croods son la última familia de cavernícolas que pretenden sobrevivir al cataclismo que se aproxima en la tierra.
Su vida se concentra en salvarse del acecho de las fieras. En un ambiente de zozobra constante no hay tiempo para aburrirse. Están fastidiados, eso sí, pero de estar huyendo de manera permanente y de no tener con quien interactuar.
DreamWorks hace una propuesta interesante y riesgosa con una familia de cavernícolas que deben esforzarse mucho para conectarse con la audiencia. La comedia dirigida para niños mayores y jóvenes enfrenta con algunos problemas básicos, el principal de ellos, la aportación cómica o emotiva para interesarse en unos seres desconocidos que son objeto de estudio en los libros de Historia que, como lo saben todos los estudiantes, son de lo más aburridos.
Aunque la propuesta temática es tradicional, hay una profusión de diálogos y falta de acción que compromete seriamente el interés.
El jefe de la familia es el padre, un troglodita auténtico que es presentado como un ser tristemente descerebrado, fuerte y fiero, pero de gran corazón, que encuentra el sentido de su vida en salvar a su familia del acecho permanente de los numerosos peligros en la montaña, la selva, el desierto y el río.
El es el eje de la familia compuesta por la esposa comprensiva, la suegra latosa, un hijo tonto, una bebé y una adolescente que siente ganas de descubrir el mundo.
La película es sobre el miedo y sus lastres. Grug, el padre, nunca ha permitido que la familia deje la cueva. Todos los días les ordena que se hacinen en ella, para escapar del acecho de los monstruos que afuera pululan en las sombras.
Hasta que un día la caverna es destruida y se ven obligados a emigrar.
En ese viaje fortuito, el cavernícola encuentra que hay un mundo que descubrir, y su hija encuentra que hay muchas maravillas allá afuera y también que quiere saborear las delicias que ve más allá y va descubriendo.
Durante el trayecto en el que buscan seguir el sol, se encuentran con una persona que les cambiará la vida, un joven que tiene el don de la inteligencia, desconocido hasta entonces, que se interesará por Eep, la hija adolescente.
Nada puede separar el ímpetu de los jóvenes que se quieren. Eso lo descubrirá el afligido padre que encontrará que la chica se interesa por el joven y busca seguir su camino.
En los tontos sabotajes que intenta el cavernario, descubrirá su propia torpeza y la necesidad de dar a los hijos libertad.
DreamWorks elaboró una historia con personajes parlanchines y con mucho colorido, que se enfrentan con numerosos obstáculos para llegar hasta la tierra prometida.
El drama es familiar, lleno de detalles aproximados a lo que ocurre en la actualidad. La familia siempre ha sido la misma, desde los inicios de la humanidad.
Afortunadamente, Los Croods no se parece en nada a Los Picapiedra. Cada franquicia es buena, muy a su manera.
La animación es de un grado superior.