La Serie Mundial de Williamsport, la mayor fiesta del beisbol infantil a nivel mundial, está a unos días de comenzar.
Un torneo que comenzó en el estado de Pensilvania, Estados Unidos, en 1947, cuando solamente existía el programa Little League en este estado y en Nueva Jersey.
Han sido 74 años de historias, anécdotas, vivencias y experiencias que solo los que han podido vivirlo pueden explicar.
En más de siete décadas de historia de la Serie Mundial, los equipos internacionales han ganado 37 campeonatos, mientras que los equipos de los Estados Unidos han ganado 37. El estado con más campeonatos es California con siete, mientras que China Taipei es el país con más títulos con 17.
Dejando de lado una edición Covid y otra que no se realizó por el mismo caso, México ha sido una constante en éste, el torneo más prestigioso de beisbol infantil en el planeta.
Pero más constante aún, la Liga Pequeña de Béisbol Matamoros, A.C., que tras coronarse en el Nacional, representará a México por séptima ocasión en el mundial de la especialidad, siendo la liga que en más ocasiones ha portado la bandera tricolor en este certamen.
Este listado lo sigue un triple empate con cuatro participaciones: Liga Pequeña Linda Vista,
Liga Pequeña del Seguro Social de Mexicali y Ligas Pequeñas Industriales, esta última siendo la bicampeona del brazo de Ángel Macías, los famosos ‘pequeños gigantes’.
El ADN de la Matamoros es especial. Poseen una mística y un trabajo que les ha servido para estar en la puerta de su séptima participación.
Jorge ‘Choche’ Villafranca, manager de esta generación y quien ya estuvo en Williamsport como pelotero en el 2006, se lo atribuyó a la mentalidad y a la forma de trabajar que se tiene en cuanto se ingresa al parque ubicado en el cruce de la calle catorce y Juventino Rosas en la Heroica Matamoros.
“La liga Matamoros, A.C. suele ingresar a estas instalaciones y su chip se transforma, no venimos a jugar, a recrear, estos muchachos vienen desde los 3 o 4 años y se va sembrando la semilla. Es lo que hacemos aquí, va de la mano la mentalidad y el trabajo, así se logran los grandes frutos”, explicó Jorge.
Pero si algo tiene claro este equipo, es que no quieren ser uno más. La mejor participación de los tamaulipecos la dieron precisamente en 2006, pero ahora buscarán el campeonato mundial.
“Queremos que hoy estos niños vayan con una mentalidad ganadora, con una intención de triunfo. Esta es la séptima ocasión en que la liga tiene participación, pero no tratamos que sea la séptima participación, buscamos que sea la primera vez que somos campeones mundiales”, añadió.
Sus guías son los hermanos Villafranca, César, Ramón y Jorge, este último que ha cambiado su faceta de pelotero a manager y encarrilando a los niños a cumplir el sueño de estar en Williamsport.
Por otra parte, se definió el próximo representativo de Curazao, pues la Liga Aruba Center se clasificó para el representante del Caribe en la Serie Mundial.
El juego inaugural de este año precisamente es México midiéndose a los caribeños, donde independientemente del resultado, todos los equipos tienen seguros dos juegos, ya que en caso de perder, tendrán una segunda oportunidad dentro del bracket.
Este debut será el 14 de agosto y en caso de ganar el primer duelo, México se tendrá que medir al representativo de Latinoamérica en el siguiente paso de las llaves de enfrentamiento directo.
En caso de salir victoriosos ante la novena curazoleña, bajarán en el bracket y se enfrentarían al perdedor del juego entre Cuba y Europa-África.
Una de las partes fundamentales de los peloteros de entre 11 y 12 años, es la familia. Madres, padres e incluso abuelos que se involucran en el proceso de los niños, pues son quienes los llevan a entrenar, los apoyan durante los juegos y son el apoyo motivacional.
Si bien es una experiencia que se puede dar solamente una vez en la vida, hay madres que lo vivirán por segunda ocasión. Tal es el caso de la señora Liliana García, madre de Carlos Salazar. Para Liliana esta será su segunda visita a Williamsport.
“Estoy muy feliz como mamá de tres varones y estoy más que contenta. Es muy bonito y en el 2018 tuve la oportunidad de ir con mi otro hijo a Williamsport No creo que sea algo distinto, es la misma emoción, es la misma sensación. Es algo indescriptible”, señaló.
Pero otros casos, como el de Eunice Reyes, mamá de Isaac Garza, deposita parte de su confianza y la de su niño, en Dios y en el trabajo que han llevado a cabo los peloteros desde hace algunos años.
“Estamos muy contentos, orgullosos, todos los niños han trabajado muy duro para esto, se luchó, se logró y para eso han entrenado tanto. Sirvió tanto esfuerzo, sacrificio, estamos orgullosos y estamos enfocados en motivarlos y hagan un buen papel representando a México.
“Hay momentos que se requiere valentía, fuerza y coraje durante el juego. Lo que más le inculcamos es creer en Dios, en nunca rendirse. La frase dice ‘rendirse no es una opción’ y eso es lo que hemos fomentado, que luche hasta el final”, recalcó.
Sin duda que la parte espiritual es un factor que también juega en estas instancias y así lo siente la Matamoros, A.C. pues desafortunadamente, uno de los coaches de este equipo se adelantó en el camino de la vida.
Ricardo Benavides o simplemente ‘coach Ricky’ estuvo siempre al pendiente de los muchachos, fue una pieza irremplazable en los tamaulipecos y que desde la Serie Nacional que se disputo en Monterrey, toda la liga ha sentido que no los ha soltado de su mano.
Con la mística de la Matamoros y con la historia propia que buscan escribir, se espera que la representación mexicana esté en muy buenas manos con los tamaulipecos que llegarán al parque de los sueños con los colores nacionales.