
Por Gerardo Ramos Minor y José Manuel Meza
Roberto Chávez Castillo no solamente es un gran seguidor del beisbol profesional, sino uno de sus más grandes impulsores a nivel amateur en Reynosa. Desde la vicepresidencia de la Liga Industrial de Beisbol, ha visto como este organismo ha sobresalido a nivel estatal y hasta nacional.
Por eso, hasta él mismo se sorprende cuando se da cuenta que es el presidente de Reynosa Futbol Club, la nueva franquicia de futbol profesional que a partir del mes de agosto competirá en la Primera División A del balompié nacional.
A unos meses de que la ciudad tuvo una de sus más grandes alegrías deportivas con el regreso del beisbol profesional, un fenómeno que se ha convertido en un verdadero éxito deportivo, social y económico, el Ayuntamiento de Reynosa decidió cumplir con otro reclamo de un sector de la sociedad: la conformación de un equipo de futbol profesional.
Sin embargo, el anuncio se hizo a menos de dos meses y medio de que arranque la temporada los primeros días del mes de agosto, cuando el equipo no tiene ni jugadores, ni uniforme, mote o lugar en dónde disputar todos sus encuentros.
Aún así este empresario reynosense no se espanta, pues cuenta con el apoyo de las autoridades del Ayuntamiento para que, en un tiempo récord, habilitar la Unidad Deportiva “Solidaridad” de acuerdo a las especificaciones exigidas por la Federación Mexicana de Futbol. La principal, incrementar a, por lo menos, 12 mil espectadores el aforo de esta cancha.
Lo que falta, aseguró Chávez Castillo, llegará sólo con el trabajo de la directiva y el apoyo de la afición reynosense.
“NO ESTABA PLANEADO”
En entrevista con Hora Cero, el presidente de Reynosa Futbol Club, reconoció que entre sus planes nunca estuvo la posibilidad de encabezar un equipo de soccer profesional.
“No estaba en nuestros planes pero el Ayuntamiento, a través del director de Deportes, Omar Reyes, ya lo traía en mente hasta que se le dio la autorización por parte del alcalde para viajar al a Ciudad de México y empezar la franquicia. Un día me dijo: ‘¿oye, no te gustaría entrarle a otro proyecto también de deporte?’ le dije que sí, pero nunca me imaginé que fuera el futbol”, aseguró.
Gracias a su experiencia manejando una liga de beisbol amateur, Chávez Castillo está seguro que va a dar buenos resultados con el equipo que militará en la liga de ascenso de balompié mexicano.
“Dentro del beisbol a nivel amateur hemos participado en muchos torneos nacionales, hemos ganado torneos estatales pues tengo seis años en Liga Industrial de Beisbol como vicepresidente, nunca he querido agarrar la presidencia. Soy muy conocido en el ambiente del beisbol, pero siempre he apoyado al deporte en general”, presumió.
Al explicar el motivo por el que aceptó el proyecto de impulsar un equipo de soccer profesional para Reynosa, el presidente del club dijo que todo se debe al gran éxito que ha tenido la escuadra de los Broncos de Reynosa.
“Una de las principales fue la reacción de la gente ante el equipo Broncos, que es un equipo que tiene identificada la gente, pero la ciudad ha crecido mucho y por eso pensamos que cualquier equipo profesional que llegue aquí va a tener afición. Creo que es una plaza muy buena para el futbol”, apuntó.
Sin embargo, reconoció que en esta frontera el antecedente más reciente que se tiene de un equipo profesional de futbol con la presencia de Tigres B, es, por decir lo menos, un desastre; algo que espera que no se vaya a repetir.
“La desgracia de Tigres B es que no era un equipo de Reynosa, era un equipo 100 por ciento regio y la gente sólo iba por el espectáculo, sólo iban a ver a los jugadores que venían, ellos nunca crearon una identidad, nunca convivieron con la comunidad, nunca tuvieron acercamiento con la gente de aquí y ahí fue donde se les escapó la afición. La gente nunca se sintió que los Tigres eran del pueblo”, explicó.
Por lo tanto, el principal objetivo de Reynosa Futbol Club será acercarse con los aficionados locales, para que sean ellos quienes diseñen toda la identidad del equipo y de esta forma lo sientan como suyo.
“Tenemos una convocatoria enfocada en que la gente haga suyo al equipo en base de que el pueblo seleccione el nombre, el escudo, el diseño del uniforme y más adelante con un coro de guerra”, precisó.
De hecho, la directiva sólo pide a la afición que considere que los colores de la onceava serán naranja y negro, unos tonos con los que la comunidad ya está muy identificada pues fueron utilizados por la pasada edición de los Broncos de Reynosa.
Y aunque en estos momentos no están en libertad de informar cuál es la franquicia que compraron para traer el futbol a Reynosa, sí aseguró que la presencia del equipo es un hecho.
Por otra parte, el presidente del club aclaró que el equipo fue adquirido con capital 100 por ciento privado y el Ayuntamiento de Reynosa solamente se encargará de apoyarlos con la rehabilitación de la Unidad Deportiva.
“El Ayuntamiento no tiene nada que ver aquí, son empresarios locales, 100 por ciento reynosenses, aunque el Ayuntamiento nos va a apoyar para remodelar la cancha, la taquilla, las gradas y los accesos a la Unidad Deportiva, que es muy importante.
Esperamos tener un aforo de entre 12 mil y 14 mil gentes”, explicó.
Y aunque hay muchas versiones que aseguran que la cancha de la Unidad Deportiva no cumple con las dimensiones requeridas por la Federación Mexicana de Futbol, Chávez Castillo aseguró que visitadores del máximo órgano ya autorizaron la cancha.
“Hay un mínimo y un máximo de dimensiones, podemos trabajar con el mínimo, incluso hay estadios de Primera División que trabajan con el mínimo. El Ayuntamiento ya se comprometió para ampliar el aforo y llegar al que nos pide la Federación Mexicana de Futbol”, apuntó.
El presidente del club reconoció que el reto que tienen por delante es grande, pues todos los trabajos de remodelación de la Unidad Deportiva y preparación del equipo tienen que concluir una semana antes del mes de agosto, que es la fecha que exige la Federación Mexicana de Beisbol.
Incluso, la idea del club es que el equipo se quede muchos años en Reynosa e, incluso, pueda un día ascender a la Primera División.
“La intención es esa, por eso se trajo el equipo, tenemos el sueño de subir a la Primera División Nacional, pero para eso necesitamos un estadio que la Federación Mexicana de Futbol autorice, ya se cuenta con un proyecto de 10 hectáreas que ya fueron donadas para que en dos años podamos tener un estadio con un aforo entre 25 y 45 mil gentes”, apuntó.
Por ello, ya se han hecho de los servicios del técnico Gastón Obledo, quien ya cuenta con una base de jugadores con los que espera tener una escuadra competitiva en esta frontera.
De hecho y de acuerdo a las estimaciones del club, esperan contar con una plantilla que represente una nómina de un millón de pesos mensuales, pues estará conformada por jugadores con experiencia en Primera División.
Incluso a finales del mes de junio se llevarán a cabo una serie de try outs en las ciudades de Reynosa y Matamoros para encontrar talentos locales que puedan formar parte del equipo.
Todo esto es con la intención de ganarse los corazones de un sector de la sociedad reynosense que ya exigía la presencia del futbol profesional y que no tenía un equipo local a quien apoyar en los torneos oficiales.
“Este equipo es de Reynosa y en él se toma en cuenta a todos los de Reynosa” finalizó Chávez Castillo.
¿ESTARA LISTA?
El arsenal de polvo que envuelve casi todos sus campos, la basura que se cierne entre la maleza, sus taciturnas luces, los excusados que más bien parecen sacados de un filme de terror; las arcaicas gradas y hasta los banquillos de suplentes –escuálidos y sostenidos por ladrillos–, entre otros desperfectos, a punto están de cambiar cuando en agosto próximo inicie el Torneo Clausura 2009 (dentro de la categoría de ascenso al máximo circuito) en la que será la casa del Reynosa Futbol Club: la Unidad Deportiva “Solidaridad”.
Para algunos este sitio de tiene más de un siglo dándole cobijo al deporte amateur. Otros dicen que menos, pero lo que sí es un hecho es que nunca había estado tan cerca del profesionalismo como ocurre en estos días.
De hecho la imagen en este punto de la ciudad puede dar un contundente giro, dado que a varios metros de ahí se construye también el Centro Cultural Reynosa, englobando una atmósfera más atractiva para el público en menos de un año de labores.
Aunque –en el análisis preliminar– es colosal el trabajo que tienen por delante las autoridades municipales y la directiva del nuevo club surgido con capital 100 por ciento local, el ánimo no es poco.
Y sí que hace falta, porque a dos meses de dar el gran salto a la Primera “A” las instalaciones de la Unidad Deportiva son un laboratorio de dolencias:
En primer orden el drenaje que circula la cancha (que además es sede del equipo Zorros de Segunda División) se encuentra en pésimas condiciones. Hay numerosos huecos y varios registros de agua están destruidos y bloqueados por botellas de plástico.
Aunque el campo medular sí tiene césped, éste no es muy parejo y sus dimensiones apenas cumplen con las medidas reglamentarias requeridas por la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut).
Los bancos de visitantes y del cuerpo arbitral son muy austeros y pequeños. No protegen ni de la lluvia ni del sol. Según los empleados del lugar habría que traer unos nuevos para dignificar un espectáculo de tal envergadura.
En ese balance una de las porterías se localiza próxima a un bordo que bien puede representar un peligro para los jugadores.
BAÑOS DE PESADILLA
En el otro eje del problema se encuentran los sanitarios, infestados de zancudos, con el no suficiente abastecimiento de agua, las normas de higiene mínimas y que para colmo de males son escasos si lo que se pretende es agrandar la capacidad del inmueble para 13 mil aficionados, como lo anticipó el edil Oscar Luebbert.
Yuxtapuestos en el extremo oriente, existe un par de baños en el pabellón de los vestidores de los jugadores con capacidad para sólo seis personas. Para llegar hasta ellos hay que caminar demasiado.
Los otros dos retretes se ubican bajo una de las gradas en el lado contrario de la cancha. Sus condiciones también son ínfimas.
De acuerdo a los obreros de planta de la Unidad Deportiva de Reynosa, el alumbrado del estadio no está al cien, pero se defiende. De igual manera las estructuras de algunas lámparas ya están notablemente oxidadas y en el estacionamiento del recinto no todas funcionan.
LO QUE SIGUE
Para ingresar a las gradas que recientemente se construyeron del lado de la laguna “La Escondida”, hay que darle la vuelta al campo por un camino lodoso de terracería.
El terreno de la Unidad Deportiva tampoco tiene taquillas y de su exiguo equipamiento sólo cuenta con un palco de triplay para unos 30 espectadores.
Lo relevante es que esta ciudad (que por su industrialismo alberga habitantes de diversas partes del país) ya se merecía una plantilla profesional de futbol cercana al máximo circuito.
Falta ver qué tanto se cumplen las metas en infraestructura, el tema deportivo, lo comercial, pero también en la identificación y arraigamiento que debe tenerse con la nueva afición. Después de todo los empresarios que hacen posible el que en Reynosa haya balompié son nacidos aquí.
En fin, tareas de pintura, albañilería, carpintería, electricidad y demás son las que ya comienzan a verse en el hogar de Reynosa Futbol Club, cuyo apelativo será elegido por la hinchada la cual en esta frontera no es poca.
Así, el desagradable aspecto de la Unidad Deportiva ya tiene los días contados, como lo han prometido las autoridades locales. Es en otras palabras: el resurgimiento de un inmueble al que nunca se le había prestado tanta atención.