
Fotos Andrea Jiménez
Se acabó el sueño mundialista del Club de Fútbol Monterrey, que jugó de forma valiente contra el Borussia Dortmund pero cayó 2-1 en el Mercedes-Benz Stadium, quedando eliminado en los octavos de final del Mundial de Clubes.
Poco más de 31 mil personas asistieron al partido en Atlanta, que definiría al rival del Real Madrid en los cuartos de final. Aunque estuvieron cerca, los Rayados se quedaron a las puertas de avanzar a la siguiente fase.
Miles de aficionados del Monterrey viajaron a Atlanta, algunos por carretera y otros en avión, pero todos con la misma ilusión de presenciar un partido de octavos de final en un torneo de esta magnitud, celebrado por primera vez.
Dos horas y media antes del encuentro, cientos de seguidores albiazules se reunieron en un restaurante ubicado a unos 500 metros del estadio y, en caravana, se dirigieron al Mercedes-Benz Stadium.
En el campo, la motivación era clara para el conjunto regio. Antes de los 10 minutos, generaron un disparo a portería por parte de Nelson Deossa y un remate al poste de Jesús “Tecatito” Corona.
Sin embargo, rápidamente el equipo alemán tomó el control del partido. Pese al bloque defensivo del Monterrey, Karim Adeyemi encontró un pequeño espacio y asistió a Serhou Guirassy, quien, frente a Esteban Andrada, definió al primer poste para el 1-0 en el minuto 14.
Gerardo Arteaga era la válvula de escape por la banda izquierda. En una de sus incursiones perdió el balón, y el contraataque fue rápido: Adeyemi superó a Jorge “Corcho” Rodríguez dentro del área y dejó el esférico nuevamente a Guirassy, quien no perdonó para marcar el 2-0 en el minuto 25.
La esperanza parecía esfumarse. El descanso llegó con un Monterrey que no se veía mal en el juego, pero el marcador lo castigaba. Deossa intentaba, Corona desequilibraba y la defensa resistía.
Al inicio del segundo tiempo, el equipo de Domenec Torrent salió con otra actitud y demostró que podía generar oportunidades. Berterame encontró un rebote y, de cabeza, empujó el balón al fondo de la red, haciendo estallar de emoción a los miles de aficionados albiazules en las gradas.
El ánimo estaba del lado del Monterrey, que aprovechó un Dortmund jugando muy adelantado. Corona desperdició un mano a mano, y poco después, Berterame volvió a anotar, pero un claro fuera de juego anuló el gol, silenciando el grito de la afición en el estadio.
El ritmo lo llevaba Monterrey, que seguía buscando forzar la prórroga. El Borussia se replegó, y el cronómetro se convirtió en aliado de los teutones.
Los albiazules no encontraron más oportunidades y, pese a los gritos discriminatorios en los saques de meta, el partido terminó con la clasificación de los alemanes a cuartos de final, donde enfrentarán al Real Madrid en New Jersey. v