
A los 10 años la corrieron del equipo de gimnasia, se refugió en la lucha grecorromana y ahora representa a México en un Mundial de la especialidad donde obtuvo una medalla de bronce. Julieta, tiene 15 años, es de Matamoros y quiere seguir en la lucha hasta poder representar al país en una Olimpiada.
Para Julieta Esperanza Martínez González, orgullosamente matamorense y medalla de bronce en el campeonato mundial de lucha Grecorromana, el apoyo de las autoridades municipales y estatales es fundamental para que pueda cumplir sus sueños, ya que tiene en mente ganar una medalla de oro en unas olimpiadas.
Julieta tiene 15 años y cursa el tercer semestre en el Cbtis 135 y en estos momentos es la estudiante más popular en su escuela y dice sentirse orgullosa de lograr una medalla en el campeonato mundial celebrado en Atenas, Grecia.
“Estoy muy contenta y muy orgullosa de representar a México en un campeonato mundial, luego de vencer a las asiáticas y a las ucranianas en la categoría de 38 kilos cadete, fue una experiencia maravillosa”, expresó entusiasmada la joven luchadora.
Julieta Esperanza agradeció el apoyo de sus entrenadores Alberto Blanco Rodríguez y Armando Reyes Guzmán por apoyarla en todo momento, ya que gracias a sus consejos logró traerse una medalla para México.
“También quiero agradecer al Cbtis 135 por el apoyo que le otorgaron, pues la dotaron de pants y calzado para la competición celebrada en Grecia y a mi familia ni se diga, ellos siempre me apoyaron y los bueno es que no les fallé”.
La luchadora matamorense que en las competiciones clasificatorias sigue invicta, destacó que su sueño es poder asistir al campeonato mundial de la juventud a celebrarse en Buenos Aires, Argentina en el año 2018 y para lo cual pide el apoyo de las autoridades municipales y estatales.
Martínez González lamentó que en el tour por Atenas sus familiares no la pudieron acompañar, ya que un viaje ida y vuelta con hospedaje y comidas puede costar más de 40 mil pesos.
“Fuimos a la competencia 13 mexicanos y solamente yo iba representando a Tamaulipas y fui quien se trajo una presea. Los demás compañeros lograron obtener solamente quintos lugares y yo me traje medalla de bronce”.
Julieta recordó que su paso por la lucha Grecorromana fue meramente accidental, ya que lo que ella practicaba era la gimnasia, pero su instructor la corrió porque faltó a un campamento en Ciudad Victoria, cuando tenía 10 años.
“Cuando me corrieron de la gimnasia no me quedó otra que pasarme al siguiente salón y fue allí que me metí a aprender la lucha Grecorromana y lo bueno es que ya llevó cinco años practicando este deporte y voy por más”.
Señaló en tono de broma que ya olvidó ese trago amargo y ahora disfruta de sus compañeros de clase en el Cbtis 135, ahora es muy popular y sus compañeros y compañeras la quieren contratar de “guarura” para que los defienda de cualquier agresor.
“Mis familiares están muy contentos por mis logros y aunque tengo 8 de promedio, ellos me apoyan y me dicen: ‘hija, si no eres buena para la escuela, de perdido sé la mejor en la lucha’”, dijo entre risas la mundialista.
Expresó que cuando sea grande quiere dedicarse a la docencia como maestra de educación física con especialidad en gimnasia o lucha Grecorromana y así poder enseñar algo de lo mucho que ha aprendido en estos campeonatos.
Julieta es hija única. Tiene 15 años, vive en el ejido 20 de Noviembre, estudio kinder en la Francisco Covarrubias, la primaria en la Josefina Menchaca y culminó la secundaria en la escuela Adolfo López Mateos.
“Les pediría a los gobiernos municipales y estatales que nos siguieran apoyando para poder realizar nuestros sueños y lo que más deseo es ganar una medalla de oro en unas olimpiadas”, finalizó Martínez González.