Corría el año de 1982 cuando un muchacho espigado y con hambre de triunfo se paró a batear en el parque “Adolfo López Mateos”, de Reynosa, Tamaulipas. Era el catcher de los Sultanes y hoy, casi 27 años después, regresa a la frontera para hacerse cargo de los Broncos.
Su nombre, Homar Rojas; su misión, dirigir el equipo y comenzar a armarlo para que a corto plazo le de satisfacciones a la fanaticada reynosense.
“El primer turno que agarré en el beisbol profesional fue en Reynosa”, recuerda Homar con una sonrisa.
“Fue durante una inauguración entre Broncos y Sultanes. Entré a catchear como en la séptima entrada y por ellos estaba lanzando Diego Seguí.
Me tocó batear en la novena y saqué un elevado al center field. Fue en 1982, fue cuando las inauguraciones eran series de tres partidos”.
Años después, ya como todo un titular, Homar regresó visitiendo la franela de los Diablos Rojos del México.
“Recuerdo que cuando jugaba con Diablos me enfrenté a un zurdo que tiraba muy duro. Me tocó dar un doble con casa llena y ganamos ese partido’, dice él de Villa de Santiago, Nuevo León.
UN NUEVO COMPROMISO
El primer año de una franquicia que acaba de cambiar de plaza es siempre el más difícil. Homar lo sabe, pero se prepara para afontar el compromiso.
“Es un nuevo reto, muy interesante. Veo mucho entusiasmo en la gente, en los dueños. Veo mucha gente que quiere beisbol, presentar un buen espectáculo”, comenta.
“Hoy estamos trabajando en buscar donde pueden estar los huecos para tratar de taparlos con refuerzos. Estamos muy cerca de confirmar las cuatro contrataciones de extranjeros, que sean de primera línea”.
Tres de esos foráneos podrían ser Marshall McDougall (tercera base), Derrik White (jardinero) y Ken Ray (pitcher).
“Tenemos un equipo con dos o tres veteranos, pero con muchachos jóvenes interesantes”.
Entre esos elementos destacan los pitchers Alfonso Sánchez, que el año pasado con Tijuana ganó nueve partidos. También llama la atención Alan Guerrero, quien salvó nueve partidos.
Pablo Joel Ochoa es de los veteranos jóvenes que serán la base de los abridores. El acaba de tener un buen invierno con los Cañeros de Los Mochis.
“No queremos dar excusas, hay que fijar compromisos. Ponerles esa mentalidad ganadora a los jugadores. Sabemos que no va a ser fácil, pero no podemos tener conformismo”, asegura Rojas.
“Si estamos todos en el mismo canal y trabajamos, quizás en un par de años esta franquicia puede llegar a hacer cosas grandes. Hay que trabajar en el desarrollo de peloteros, es un proyecto muy bonito”.
MANAGER JOVEN, CON EXPERIENCIA
Tras 19 años de carrera como pelotero, Homar tiene apenas siete temporadas (cuatro en verano y tres en invierno) como manager donde le ha pasado de todo.
En Oaxaca tenía un equipo modesto y logró el nombramiento de Manager del Año; con Ciudad Obregón logró darles un título después de 25 años de sequía.
“El puesto de manager no es fácil. Debemos estar preparados para todo. En tres años me ha pasado de todo. Dentro de las cosas malas aprende uno a valorar muchas cosas. A veces creemos que todo va a ser bueno, pero a veces las cosas se ponen difíciles y de así es donde podemos sacar valores”, comenta Homar.
“Sé la responsabilidad que tengo y quiero ser un triunfador, por eso trabajo día a día. Sé que a la larga eso me va a ayudar a sacar muchos triunfos”.
¿Qué habrías cambiado en Oaxaca y Obregón para que las cosas hubieran salido mejor el año pasado?
“Haber exigido un poco más con las directivas. En Oaxaca dimos demasiada oportunidad a gente muy joven. Creíamos que estaban listos, pero no dieron el grado.
“En Obregón mucha gente no entrenó con nosotros, los extranjeros que teníamos planeados llegaron casi un mes tarde”, dice.
A Homar Rojas le gusta rodearse de jóvenes, pero con experiencia, así lo demuestra su equipo de coaches para la temporada 2009.
“Me gusta trabajar con gente joven, pero que sea capaz. Mis coaches tienen dos o tres años de retiro. Vicente Palacios será el coach de pitcheo, Ricardo Osuna de bullpen, Juan de Dios Chávez coach de tercera y Alonso Téllez de bateo. Alfredo Félix, estará en la banca”, informa Homar.
“Todos ellos son gente dinámica, con buena mentalidad. Busco que tengan tacto para llegarle a los muchachos”.
UN GANADOR
Homar ha sido un pelotero de campeonatos, así lo demuestran los tres que ganó con Hermosillo, uno con Diablos y otro con Oaxaca, además de varias finales.
Pero su mejor recuerdo es haber sido catcher estelar en la Serie del Caribe de 1990 en Miami, cuando jugó para los Naranjeros de Hermosillo.
EL EQUIPO
Los Potros de Tijuana terminaron entre los últimos tres peores equipos de la zona Norte en 2008, pero tienen elementos interesantes que pueden servir como base de un futuro prometedor.
Destaca el pitcher Alfonso Sánchez, que apenas a sus 20 años logró ganar nueve partidos el año pasado. Pablo Joel Ochoa es un veterano joven que está teniendo buena temporada en invierno.
El norteamericano Ken Ray, puede hacer labores de abridor y relevista.
Como contratación nueva estaría el tercera base Marshall McDougall, que ya se tomó una tacita de café en las Ligas Mayores.
Derrik White es un elemento consistente que terminó la temporada 2008-09 de la Liga Mexicana del Pacífico entre los mejores jonroneros.
Adán Muñoz es un catcher que acaba de ser líder de carreras producidas para los Mayos de Navojoa en el invierno.
Además, están Oscar Ramírez y José Espinoza, dos jardineros mexicanos cumplidores que sin duda serán titulares.
Unido a ellos la experiencia de Ray Martínez, que el año pasado bateó sobre los .300 de promedio.