
Abraham Ancer ha demostrado que tiene lo que se necesita para contar con una exitosa carrera en el mundo del golf y ahora enfrenta un nuevo reto: representar a México en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 al formar parte de la delegación azteca que buscará una medalla.
Por Sebastián Estrella y Viridiana Leal
En un hecho inédito, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 contarán con la presencia de cuatro golfistas mexicanos; distribuidos en dos mujeres y dos hombres.
Entre la delegación azteca destaca la presencia del reynosense de 30 años, Abraham Ancer, ganador del Abierto de Australia del 2018 y quien clasificó a la justa olímpica tras posicionarse en el número 10 de 60 participantes.
Acompañado por Gabriela “Gaby” López, María Fassi y Carlos Ortiz, el criado en Reynosa afirmó que enfrentará con “total emoción e ilusión” sus primeras olimpiadas, luego de haber quedado fuera de Río 2016.
“Me enorgullece demasiado saber que somos el único país latinoamericano que enviará cuatro representantes a estos Juegos Olímpicos, habla mucho de cómo está el golf en México y hacia dónde vamos”, precisó.
Al ser cuestionado sobre si la presencia de solo cuatro estadounidenses en el certamen aumentaría sus posibilidades de alzarse con una medalla, señaló que la hazaña no es inalcanzable y reiteró que junto a sus tres colegas buscarán poner el nombre de México en alto.
“El field va a ser bastante fuerte, a lo mejor hay una mejor oportunidad obviamente porque son menos jugadores y de hecho algunos decidieron no participar, entonces si lo ves por los números debería ser un poco más fácil, pero debemos de jugar nuestro mejor golf para tener posibilidades de ganar una medalla.
“Hemos estado jugando un golf bastante alto en torneos muy importantes con fields bastante fuertes. Mantendremos la misma mentalidad, seremos bastante aguerridos y buscaremos la oportunidad de regresar con medallas”, añadió.
Respecto a sus fortalezas para ser acreedor a una presea, Ancer destacó su confianza y solidez en campos adversos como principales virtudes, sin embargo, reconoció que por el momento no ha podido encadenar cuatro rondas juntas para levantar un trofeo.
“De mi parte siento que el lado mental lo tengo muy claro, sé muy bien qué es lo que quiero y si voy bien preparado y tengo días buenos en la práctica vamos a tener una muy buena oportunidad de conseguir la medalla”, detalló.
En cuanto al campo sede del torneo admitió que desconoce por completo sus condiciones, al tiempo que recordó que los cuatro golfistas obtuvieron buenos resultados en terrenos adversos, mismos que les permitieron conseguir la clasificación olímpica.
Sobre el mismo tema, Jorge Robleda Moguel, presidente de la Federación Mexicana de Golf (FMG), reveló que ante la crisis derivada por el Covid-19 en el país anfitrión se suspendieron las visitas de reconocimiento.
“Lamentablemente, Japón cerró las entradas previas y todo el trabajo que hicimos meses anteriores con la Conade y el Comité Olímpico Mexicano no se pudo llevar a cabo. Existía una intención con nuestros cuatro representantes de ir previamente al campo para llegar bien preparados”, agregó.
Para finalizar, Ancer reiteró su orgullo por participar en sus primeros Juegos Olímpicos, a la par que externó su agradecimiento a los medios de comunicación por difundir los logros del golf mexicano.
“Compartir esta experiencia con Carlos, María y Gaby será bastante bonito, daremos todo por nuestro país y esperamos traer no solo una, sino varias medallas. No duden que pondremos el nombre de México en alto”, concluyó.
¿QUIEN ES ABRAHAM?
Nacido el 27 de febrero de 1991, Abraham Ancer creció y se hizo famoso en Reynosa, Tamaulipas, su padre le inculcó el amor por el golf y desde los cuatro años ya jugaba en el Club Campestre.
En medio de una crisis de inseguridad derivada por la disputa de la plaza entre dos grupos del crimen organizado, en el 2006 volvió a Estados Unidos y a finales de la década ganó una beca para jugar golf universitario en el Odessa College de Oklahoma.
Convertido en profesional en 2013, durante diciembre del 2014 empató en el puesto 35 en la etapa final de la Escuela de Clasificación del Tour Web. com, disputó la edición del 2015, donde terminó subcampeón en Brasil Champions en marzo y ganó el Abierto de Nueva Escocia en julio.
Su mayor logro se dio al ganar el Abierto de Australia 2018, un año después se convirtió en el primer mexicano en jugar la Presidents Cup y tras quedar en el lugar 10 de 60 del ranking olímpico, consiguió su clasificación a Tokio 2020.
Hambriento de gloria y con la experiencia de superar adversidades, Ancer buscará hacer historia en tierras niponas junto a la delegación azteca conformada por Gabriela “Gaby” López, María Fassi y Carlos Ortiz.
ENTRE LOS MEJORES
En el top 100 de los golfistas del mundo, Abraham Ancer figura al lado de nombres como el de Justin Rose, Brooks Koepka, Dustin Johnson, Justin Thomas, Bryson DeChambeau, Tiger Woods, Tyrrell Hatton, Adam Hadwin y Rory McIlroy.
El reynosense ha puesto a México en las grandes ligas; recientemente, al ganar el torneo Abierto de Golf en Australia donde venció a los favoritos Dimitrios Papadatos y Jake McLeod, y después de su participación este 2019 en el Desert Classic de Palm Springs, California fue el mejor entre los cuatro mexicanos en acción, ubicándolo en la posición 25 de la FedEx Cup.
Desde Lorena Ochoa, quien logró 27 victorias en el LPGA Tour, el máximo circuito del golf femenino profesional, México no había tenido tanto reconocimiento en este deporte.
Apenas en septiembre del año pasado Ancer tuvo una destacada participación en Dell Technologies Championship, al ocupar un lugar destacado del que está considerado el segundo de cuatro torneos de playoffs de final de temporada del tour de la PGA.
A unos días de concluir el 2018 en el Club Campestre Reynosa, donde dio sus primeros tiros, recibió también un homenaje y las llaves de la ciudad en reconocimiento a sus grandes logros en el green.
Aunque nació en McAllen, Texas, tiene una estrecha relación con Reynosa, tanto así que en los torneos se presenta como mexicano.
SUS PRIMEROS PASOS EN EL GREEN
Aún cuando Abraham Ancer y Verónica Sagástegui de Ancer eran padres de dos niñas: Claudia y Saira, pensaron tener otro bebé y el 27 de febrero de 1991 llegó Abraham.
Aficionado al golf, don Abraham inculcó el amor por ese deporte a su único hijo varón, por lo que se hizo acompañar de él.
No podía sostenerse por sí mismo cuando Abraham ya tenía un bastón de golf en las manos.
Comenta que no tiene ni idea de cuándo fue su primera vez en el green, pero sí recuerda que aún usaba pañales.
En el Club Campestre Reynosa jugaba con un grupo de niños un poco mayores que él: pasaban las tardes en la piscina, recorrían el campo y practicaban futbol. Acompañaba a su padre al club y se metía hasta la cocina porque le encantaba la comida que preparaba Camilo.
Abraham ha pisado los más famosos escenarios de juego, pero sus raíces no las olvida. Sus pensamientos durante la entrevista se remontan a su infancia donde corría por los jardines; incluso en su memoria guarda aquel día en el que se cayó y se cortó la mano con un vidrio.
Reconoce que era tremendo y lo regañaban continuamente por subirse a los carritos de golf.
“A pesar de que nunca me relacioné con niños de mi edad, nos la pasamos muy bien”, comentó.
‘JUEGA EN SERIO’
A los seis años de edad inició su participación en los torneos y fue parte de la gira infantil y juvenil FMG con la que recorrió diferentes estados de la República Mexicana.
Dependiendo del puntaje obtenido en los torneos, jugaba en verano en los estados de Florida y Virginia.
Cuando culmina sus estudios de secundaria en Reynosa, toma la decisión de estudiar en Estados Unidos para perfeccionar su inglés, por lo que ingresa a Sharyland High School.
En aquel tiempo no fue reclutado por las universidades debido a que no participó en torneos grandes, pero aceptó la oferta de Odessa Junior College en Oklahoma, la que a pesar de ser una escuela pequeña es una de las mejores en su categoría. Jugó un año aquí y le fue muy bien, así que llamó la atención de otras universidades, pero decidió quedarse en ésta agradecido por haber sido la primera en abrirle las puertas y lo recibió con una beca completa.
En el 2013 se graduó en la carrera de Estudios Multidisciplinarios, y cada vez era más profesional en el golf.
EN EL TOP 5
En enero del 2014 pasa las cuatro etapas requeridas en Web.com Tour (que es como la segunda división del golf) consiguiendo un estatus importante.
Al año siguiente vuelve a obtener resultados favorables y adquiere su tarjeta para el PGA Tour, esto es, ser parte de todos los juegos que se llevarán a cabo en el año. Su talento queda evidenciado al ser parte del top 25.
Reconoce que fueron años difíciles, de aprendizaje.
“Eran más de 200 participantes… intenté cambiar mi técnica y aprender a jugar como los demás, me costó un poco ya que estaba acostumbrado a mi estilo, pero crecí profesionalmente”, aseguró.
Volvió a Web.com Tour en segunda división y puso en práctica los nuevos conocimientos. No ganó ningún torneo pero quedó en el top ten, obtuvo el segundo lugar cuatro veces y el título de sub campeón en los torneos Brasil Champions y el Abierto de Nueva Escocia.
“Me fue muy bien gracias a Dios, jugué una temporada muy sólida de principio a fin”, señaló.
En el PGA Tour estuvo a punto de ganar dos veces pero al final la victoria no se le dio, aunque quedó en el top de los 5 mejores jugadores.
“Lo mejor fue ganar el Abierto de Australia, que aunque no es parte de este circuito, es un torneo con una larga historia en los que han destacado reconocidos golfistas”, finalizó.