Al son de mariachi y con el coro de “Mi Matamoros querido”, familiares, aficionados y ciudadanos en general, se reunieron para darle la bienvenida a los integrantes de la Liga Pequeña de Matamoros, A.C., subcampeones mundiales de béisbol y quienes fueron recibidos como todos unos héroes del deporte.
Entre aplausos, porras y gritos que ovacionaban a los jugadores de la liga pequeña de esta ciudad fronteriza, cientos de personas ofrecieron a una calurosa bienvenida a los integrantes de la selección mexicana que participó en el Campeonato Mundial de Ligas Pequeñas celebrado en Williamsport, Pennsylvania.
Montados en camionetas, cuatrimotos y aún portando camisetas con leyendas alusivas a los jugadores, las familias de los pequeños aguardaron la llegada a Matamoros de los peloteritos procedentes de la ciudad de Brownsville, donde habían llegado la mañana del 25 de agosto y en donde fueron objeto de un homenaje por parte de las autoridades de esta ciudad encabezados por el alcalde de la vecina ciudad fronteriza, Pat Ahumada.
“Ustedes tienen orgullo, empeño, ese amor por el juego y de luchar, demostraron que aunque no ganaron, son profesionistas en juego del béisbol”, les aseguró el edil al momento de recibirlos con un pequeño convivio en el aeropuerto, para después ofrecerles una cena donde él mismo les entregó la llave de la ciudad como visitantes distinguidos.
Fue el mismo alcalde de Bronwsville, quien escoltó a los jugadores hasta el cruce internacional donde vestidos con su uniforme de béisbol y portando una medalla que los identificaba como ganadores, los peloteritos hicieron su entrada triunfal a Matamoros, rodeados de fotógrafos y aficionados que no querían perderse la primera foto de la llegada de los paladines del béisbol.
Como toda una tradición para los ganadores de las ligas pequeñas de Matamoros, los peloteritos subieron a un camión de bomberos, adornado especialmente para ellos, donde emocionados como cualquier niño saludaron a la multitud que se congregó para recibirlos. “Bienvenidos campeones 2008”, se leía en el cartel del vehículo, que con las sirenas encendidas los dirigió por toda la Avenida Rigo Tovar hasta la plaza principal Miguel Hidalgo.
Durante el trayecto, los transeúntes se detenían para ver pasar a los jugadores que se convirtieron en el orgullo de la región. La celebración llegó hasta la plaza principal Miguel Hidalgo, donde cientos de matamorenses esperaban a los deportistas.
En la plaza principal, cientos de matamorenses hacían suya la celebración, recibiendo con algarabía a los peloteritos, al grito de ¡son campeones! los niños subieron al estrado instalado en frente al palacio municipal para recibir el premio de su desempeño en Williamsport.
Cada jugador fue ovacionado por las gargantas de los aficionados, sin embargo, fue el pitcher del equipo Jesús “Chuy” Sauceda quien se llevó las vivas de la noche, pues el público recordó su hazaña en el juego contra Italia.
“¡Chuy Sauceda!” fue el grito unísono que se escuchó tres veces en la heroica plaza de Matamoros.
“Quiero decirles que dimos todo nuestro empeño, coraje y corazón. Gracias a Dios pusimos el nombre de Matamoros y de Tamaulipas muy en alto –y añadió– les queremos pedir que nos sigan apoyando porque esto apenas comienza”, dijo Sauceda.
Con la promesa de seguir jugando béisbol, pero sobre todo de poner muy en alto el nombre de Matamoros y México, los niños se despidieron del público con una gran sonrisa y alzando sus gorras ante las ovaciones de los fanáticos del deporte que llenaron la plaza, como si fuera un quince de septiembre en pleno agosto.
Para despedir a la Liga Pequeña de Matamoros, A.C., el cielo de la plaza se iluminó con fuegos pirotécnicos en honor a los peloteritos que después de recibir sus reconocimientos y las felicitaciones del secretario de Desarrollo Cultura y Deporte, Manuel Muñoz Cano y el alcalde, Erick Silvia, con la mayor sencillez se dispersaron por la plaza con sus familias, no sin antes repartir autógrafos entre los aficionados, como verdaderos campeones.