Con siete años de edad, Mía Lince brilló en el primer Nacional para deportistas con Discapacidad, donde dejó ver cómo la gimnasia y el atletismo le han cambiado la vida.
En la primera edición del Nacional para Deportistas con Discapacidad Intelectual, Síndrome de Down y Autismo, que se realizó en Tampico, Tamaulipas, la pequeña Mía Lince representó a Reynosa con una gran actuación al colgarse ocho medallas en el mencionado certamen.
Para llegar a este punto de su historia, es necesario contar toda la travesía que ha vivido Mía a lado de Isabella Lince, su madre, quien contó para Hora Cero que su pequeña fue diagnosticada con autismo a la edad de tres años y también cómo la gimnasia y el deporte han transformado la vida de la pequeña.
Neurológicamente, Mía presentaba un atraso verbal y motriz en su cerebro apenas en sus primeros años de vida, lo que le impedía realizar acciones como hablar, socializar o simplemente agarrar su biberón.
CAMBIO DE CIUDAD
Isabella cuenta que estuvo viviendo por 10 años en Monterrey, Nuevo León, tiempo en el que nació Mía y fue diagnosticada con autismo, por lo que tuvo que acudir a un centro especializado en esa ciudad para recibir los tratamientos requeridos.
Aún siendo muy pequeña, Mía tuvo que dejar Monterrey junto a su mamá y se mudaron a Reynosa por diversas cuestiones, algo que marcó a la pequeña ya que por su condición estos cambios deben darse poco a poco, explicó Isabella.
“Llegando a Reynosa descubrí que fue un golpe muy fuerte para ella, porque fue cambiarla de escuela, casa, recámara y eso le afectó conductualmente, pero con el apoyo de algunos psicólogos logramos pasar esa etapa”, comentó la mamá de Mía.
Estando en su nueva escuela, sus maestras se percataron del problema conductual de Mía, por lo que a su mamá le recomendaron tomar ayuda psicológica con una especialista de la ciudad.
EL ATLETISMO CAMBIÓ SU VIDA
Recibiendo esta ayuda, la psicóloga de Mía detectó los problemas de hiperactividad de la pequeña, señalando que tenía que canalizar su energía, por lo que les recomendó tener actividad física practicando algún deporte y fue la mejor de las recomendaciones, aseguró Isabella Lince.
Así fue como Mía llegó a la Fundación de Atletas Adaptados México con la entrenadora Aída Islas, quien se dio cuenta sobre las cualidades que tenía la pequeña para destacar en el deporte.
“Una vez que llegó a la fundación se notaba que era algo agresiva, porque no sabía canalizar su energía y sus emociones estaban desordenadas, afortunadamente con los días notamos un cambio en ella”, comentó Isabella.
LA GIMNASIA, SU MEJOR TERAPIA
Isabella externó que la gimnasia sin duda ha servido como terapia para su pequeña, pues le ha ayudado a desenvolverse socialmente con otras niñas de su clase; a pesar de que comenzó a practicarla apenas hace un año, la gimnasia se convirtió en la mayor pasión de Mía.
Aurora Sánchez, maestra de gimnasia de la pequeña, externó que al principio no fue fácil tratar con ella debido a que temía que se lastimara o por su condición no lograra encajar en la clase con las demás niñas, sin embargo, con el tiempo Mía se fue adaptando y le ha permitido mejorar cada vez más.
“Ella fue mi primera alumna con esta capacidad, al principio temía lastimarla o que le diera miedo ver a las demás niñas corriendo, gritando y saltando, pero la verdad es que puso mucho de su parte y se nota que ama la gimnasia”, mencionó la maestra Aurora.
SU PRIMERA COMPETENCIA
Con tan solo 7 años de edad, Mía logró destacar en dicho certamen siendo la primera vez que participa en competencias de este tipo, obteniendo grandes resultados y siendo una de las competidoras más destacadas.
En su participación en gimnasia se colgó cinco medallas de oro y una de bronce y obtuvo la medalla de plata en los 100 metros planos junto con el oro en lanzamiento de bala en atletismo.
Acompañada de su maestra de gimnasia, Aurora Sánchez, Mía obtuvo el oro en las categorías Salto, Viga de equilibrio, Rutina de piso libre y en ‘All Around’, la cual abarca el puntaje total de la competencia; en la categoría Barra fue donde consiguió la única medalla de bronce.
Aída Islas, entrenadora de la Fundación de Atletas Adaptados acompañó a su pupila en las competencias de atletismo, donde la pequeña se colgó la medalla de plata al correr los 100 metros planos y la de oro en lanzamiento de bala.
“Estos deportes le han ayudado para canalizar su energía y desarrollar de mejor manera sus habilidades”, comentó la mamá de Mía.
El atletismo y la gimnasia jugaron un rol muy importante en la vida de Mía y su mamá, ya que funcionaron como terapia para que la pequeña mejorara sus habilidades, tanto que hoy en día ha logrado convivir con sus compañeritas, comunicándose de mejor forma y demostrando su gran talento en estos deportes.