
Aunque en el beisbol no hay nada escrito, tras los primeros cinco partidos de la temporada 2011 de los Broncos de Reynosa, parece que al fin las cosas se están poniendo como se esperaban en el equipo.
El staff de picheo –con el que se suponía los reynosenses iban a tener los mayores problemas–, ha ofrecido grandes encuentros, mientras que la ofensiva ha comenzado a despertar. Sin embargo, esta reacción tardó cuatro partidos en llegar, lo que mantiene a la novena local con un promedio de bateo conjunto de .272.
Y como dicen que “los últimos serán los primeros”, Jesse Gutiérrez, Adán Muñoz, Oscar Ramírez y Domingo Castro (seis, siete, ocho y nueve en el orden al bat de los Broncos) fueron los primeros en sobresalir con el madero en los albores de la presente temporada.
No fue sino hasta el segundo encuentro de la serie frente a los Acereros de Monclova, que Yurendell de Caster y Willis Otáñez comenzaron a encontrar la pelota.
De hecho fue en este partido donde el originario de Curazao logró su primer cuadrangular de la temporada, cuando disparó un salvaje batazo por el jardín izquierdo.
Con tres victorias y dos derrotas en su haber, Reynosa se encuentra en el tercer lugar de la complicadísima Zona Norte, que es encabezada por el bicampeón Saraperos de Saltillo y los Sultanes de Monterrey.
Durante la serie inaugural, los Broncos repartieron victorias con Vaqueros Laguna, ante quienes cayeron en el primer encuentro celebrado en Torreón seis carreras a cuatro.
La derrota llegó en una fatídica séptima entrada, cuando el joven lanzador Daniel Vaca falló en el relevo y permitió un rally de tres carreras que fueron definitivas para darle la victoria a los locales.
Sin embargo, la revancha llegó en menos de 24 horas, cuando en la jornada inaugural en el parque “Adolfo López Mateos”, los lanzadores reynosenses Marco Antonio Tovar y Alan Guerrero le cerraron la puerta a la ofensiva lagunera y los dejaron en blanco.
Lo único que empaño la alegría de los locales, fue que el equipo apenas ganó con una carrera, que llegó por los spikes de Oscar Ramírez, quien conectó un home run solitario en la quinta entrada.
Tras el primer encuentro de la serie frente a Monclova, las preocupaciones por la sequía de hits de la ofensiva reynosense se incrementaron una vez que el equipo de lanzadores conformado por Oswaldo Verdugo, Irwing Jiménez, Adrián Ramírez y José Cabrera logró dejar en cero a los fronterizos.
Con el orgullo herido, la pólvora de los Broncos estalló en el segundo de la serie lo que les dio la victoria con un score de siete carreras a cuatro.
En este partido, Yurendell de Caster pegó un cuadrangular de dos anotaciones para encabezar jugoso rally de tres en el cuarto inning, provocando voltereta que a la postre sería definitiva en la victoria de Reynosa.
Monclova tomaría, al igual que el día anterior, la iniciativa en la pizarra, cuando en el segundo inning José Francisco Córdova pegó el primer vuelacercas de la noche, llevándose por delante a Leobardo Arauz e Ismael Salas.
Sin embargo, la reacción de los locales llegó por medio de un sencillo por el jardín izquierdo de Rodrigo Aguirre, quien acarreó al home a Oscar Ramírez y Domingo Castro
Fue entonces cuando Yurendell de Caster conectó sólido palo profundo por todo el jardín derecho, trayéndose al plato a Willis Otáñez.
Domingo Castró cerró en tres la seguidilla del cuarto episodio vía sencillo, para enviar a la registradora a Jesse Gutiérrez y de paso acrecentar la ventaja bronca.
Finalmente, Oscar Ramírez anotó con toque sorpresivo del “mosco” Arredondo concretando el marcador 7-4 en favor de los fronterizos.
Alberto Manrique logró la victoria mientras que Alan Guerrero confirmó su gran inicio al conseguir su segundo salvamento.
Despiertan los cañones
Las cosas comenzaron a pintar mejor para los reynosenses en el tercer encuentro de la serie, cuando una combinación de errores de los Acereros y el despertar de la ofensiva local generó una paliza de 16 carreras a tres.
Los maderos reynosenses lograron conectar un total de 17 imparables los que, sumados a una gran labor de Héctor Chavarría, permitieron una de las palizas más memorables en el parque “Adolfo López Mateos”.
El pícher reynosense trabajó un total de cinco entradas en las que no le anotaron carrera, permitió cuatro imparables, otorgó dos bases por bolas y ponchó a tres enemigos. La derrota fue para Alfredo García, que en 2.1 innings permitió seis imparables, ocho carreras, seis de ellas limpias, dio un regalo y recetó un chocolate.
Ahora sí todos conectaron: Yurendell de Caster, se fue de 5-3 con tres anotadas y dos producidas; Adán Muñoz, bateó de 3-3 con dos anotadas y dos producidas; Rodrigo Aguirre de 2-1 con tres remolques; Marshall McDougall de 4-1 con dos producidas, Eduardo Arredondo de 5-2 con una anotada y una producida y Jesse Gutiérrez de 5-1 con una anotada y una producida.
Aunque la temporada 2011 aún es muy joven, las esperanzas de la fanaticada reynosense cada día son mayores pues los pícheres están desafiando los malos augurios y el bateo poco a poco ha comenzado a encontrar su ritmo.
Y aunque del plato a la boca se cae la sopa, en Reynosa cada vez son más los que sueñan que estos Broncos pueden llegar muy lejos.