
Ocho niños de la Academia Indígena de México pasean felices por Barcelona después de una holgada victoria en el campeonato mundial de básquetbol. Son menos altos que sus rivales belgas, franceses y españoles.
A diferencia de ellos, tampoco se entrenan en las mejores instalaciones de Europa. Pero el equipo de niños triqui se ha superado y consiguió en esta edición la victoria que se les escapó en la anterior, cuando quedaron finalistas.
Tras su victoria por 39 a 18 al Gravelins de Francia en el último partido, la prensa española se ha rendido a la historia de los pequeños oaxaqueños que han saltado todas las barreras sociales gracias a un proyecto que integra valores educativos y esfuerzo colectivo para dejar atrás la exclusión.
Sergio Zúñiga, ex jugador profesional de baloncesto, entrenador y gran artífice del proyecto, resume unos días cargados de emoción.
> ¿Cómo se sienten tras el triunfo?
—Estamos orgullosos de poder llevarnos esta copa tan importante. No sólo por la victoria, sino porque demuestra el éxito de un proyecto de educación integral. Estos son niños que no han tenido el derecho a la integración regular a través de la escuela.
El básquetbol y Barcelona les han dado esta oportunidad de crecer, tener un futuro mejor y que no se repitan errores del pasado.
> ¿Los niños son conscientes de lo que representan?
—Ellos están muy contentos por la experiencia y porque saben que este logro es una puerta a la esperanza también para sus familias.
Estar aquí en Barcelona es un premio porque para venir tienen que demostrar un buen rendimiento en la escuela: deben esforzarse, estudiar y leer un libro cada 15 días. Estar en el campeonato es el mayor premio para ellos porque recompensa el esfuerzo de todo el año. Sienten que han cumplido con sus obligaciones, y esto los estimula a seguir estudiando.
> ¿Estos niños son del mismo grupo que ya fue finalista en la misma competición?
Sí, excepto dos nuevos. El resto son el mismo grupo que fue creciendo y perfeccionándose en la Academia. Ahora tienen todos entre 13 y 14 años.
> ¿Cómo fue el campeonato en lo deportivo?
Fue un campeonato muy intenso. Jugamos tres partidos en la fase de grupos, luego los cuartos, la semifinal y la final. El partido más complicado fue la semifinal contra Bélgica, el resto no fueron tan cerrados.
> ¿Cuál será el mejor recuerdo que se lleven los niños?
Para los niños se conjuga todo. Nos llevamos algo muy emocionante a las montañas. Los dos torneos anteriores terminaron con un subcampeonato, y en éste ganaron y ven que han progresado. Siempre es emocionante para ellos asistir a esa progresión y ver que el esfuerzo valió la pena.
También es muy bonita la relación que se llevan con baloncestistas de otros países, como los de Bélgica y Francia. Y Barcelona también ha
sido una experiencia impactante para ellos. Nos recibieron en el Futbol Club Barcelona, recorrimos sus instalaciones y les regalaron playeras firmadas por Leo Messi.
> ¿Y qué pensaron de su proyecto en una institución como el Barcelona?
Se quedaron muy impresionados con el trabajo que hacemos en las montañas. En el Futbol Club Barcelona también tienen un proyecto de formación integral para sus jugadores jóvenes, y eso es un ejemplo importante para los niños.
Ven que este sistema se usa también en el extranjero y los anima. Gracias a estos pequeños gestos los niños regresan a sus casas seguros de sí mismos, estables y felices. Así comprenden que la competitividad no es sólo para el deporte, también te hace avanzar en la escuela y en la vida.
> ¿Y tendrán la oportunidad de aplicar esto en sus vidas diarias cuando vuelvan?
Por supuesto. Estamos creando una nueva sociedad. Con estos ejemplos y esta generación demostramos que México puede crear soluciones y no sólo problemas. Los niños van entendiendo que tienen responsabilidades y que ellos heredan el futuro.
> ¿Qué los espera estos próximos días?
Este martes daremos un último paseo por Barcelona, visitaremos parques de interés cultural y se reunirán con familias mexicanas aquí en España.
Está bien que fortalezcan los lazos con la comunidad mexicana en el exterior y aprendan más del mundo. Luego salimos el miércoles a Miami, y de allá a Oaxaca para seguir preparándonos.