
Aunque su producción de jonrones bajó más del 50 por ciento en comparación al año pasado, la productividad de Jorge Cantú en la temporada 2009 de las Ligas Mayores no se vio mermada e incluso subió un poco.
Se dice que el pelotero cobra por sus carreras producidas y en ese aspecto el tamaulipeco cumplió con creces la confianza del manager Fredi González, quien lo mantuvo como su cuarto bat todo el calendario.
Con 29 vuelacercas y 95 producidas en 2008, la expectativa sobre Cantú era que siguiera repartiendo “leñazos” por todos los confines y así empezó la temporada 2009, con cuadrangulares en sus primeros dos juegos y un total de siete en el mes de abril.
Con esa actuación muchos comenzaron a soñar con una campaña de 40 jonrones, pero el dominicano Daniel Cabrera le pegó un pelotazo en la mano izquierda que lo puso “entre algodones”.
Unas semanas después sufrió mareos y fatiga debido a un medicamento que tomaba contra el colesterol.
Mayo y junio fueron meses malos para el renglón de los cuadrangulares porque apenas “parqueó” dos para la calle.
“Uno siempre quiere lograr grandes números al final del año. Trato de enfocarme (en el terreno). Lo que se presente hay que aprovecharlo. Es lo que quiero hacer”, dijo Cantú a una publicación nacional.
“Cuando hay gente en posición de anotar, ahí es que te separas de los bateadores del montón y te unes a la élite de bateadores productivos. Eso es lo que estoy tratando de hacer”.
Fue notorio que aunque la producción de jonrones no subía, Cantú se mantenía como el cuarto tronco de los Marlines, equipo que siempre estuvo en la pelea por el primer lugar de su división contra los Filis de Filadelfia.
A partir del 31 de julio, cuando contrataron al inicialista Nick Johnson, el tamaulipeco comenzó a jugar de nuevo la tercera base o de bateador designado.
En julio y en agosto sumó cuatro estacazos y en septiembre la cifra mejoró a tres.
“Eso es lo bonito del beisbol, que no hace falta el batazo largo para tener una gran reputación”, dijo Cantú. “Mientras empujes esas carreras, eso es lo más importante para tu equipo. El batazo largo vendrá por sí solo. A veces tienes un año por debajo. No sé a dónde se fue mi poder. Pero quiero ayudar a mi equipo”.