
Además de compartir su afición a “La Máquina” del Cruz Azul, “Sangre Azul Reynosa” realiza obras sociales y labores altruistas.
El Cruz Azul es uno de los equipos más populares de México, a pesar de la sequía de títulos y campeonatos que vivió durante algunos años y de que se le relacionara con términos como “cruzazulear”, “frustrazul” y “el eterno subcampeón”, por no conseguir coronarse aunque ha llegado a varias finales.
Quizás por eso sus fanáticos son considerados como unos de los más leales, pues apoyan a su equipo hasta el final.
Pero a pesar de estar unidos por la lealtad y el amor a los colores de su equipo, aficionados de Reynosa, Tamaulipas, también lo están por las ganas de disfrutar del futbol en un ambiente familiar y por las causas nobles.
Hace poco más de un año, en medio de una plática, Jesús Antonio Sáenz Reyna y su amigo Jonathan Martínez, pensaron que sería buena idea formar un grupo para comentar, compartir su afición y apoyar al equipo.
“Se llama ‘Sangre Azul Reynosa’ porque el mote es el de muchas de las porras del club. La original que es de la Ciudad de México así se llama y le agregamos ‘Reynosa’ para tener la identidad de la ciudad”, externó Jesús Antonio.
Recordó que en sus inicios empezaron a reunirse en pequeños grupos de no más de 10 personas, pero a través de Facebook localizaron a otras tres y se convirtieron en fundadores.
Actualmente la agrupación cuenta con una página en la más grande red social y un grupo en WhatsApp, a través de los cuales establecen contacto y se organizan para la realización de sus actividades.
Expresó que su afición les ha valido sufrir bullying, pero lo considera como “folklore mexicano” y está consciente de que “es parte del show”, aunque lo toman de buena manera, como un juego y nunca de forma personal.
Lo cierto es que gracias a “Sangre Azul Reynosa” se han formado grandes amistades y son ya como una familia.
DE NOBLE CORAZÓN
Los integrantes del grupo están en constante comunicación, lo que ha favorecido que se apoyen al pasar por una situación difícil.
“Cuando algún familiar tiene una enfermedad se hacen colectas, acudimos a donar sangre y hacemos todo lo que esté en nuestras manos para apoyar al grupo, y también a los que no sean parte del mismo”, mencionó Sáenz Reyna.
Su última actividad fue una colecta de juguetes que se entregó a los pequeños de la Casa Hogar “San Vicente de Paul”, el día 5 de diciembre.
La finalidad fue provocar la sonrisa de los niños con la colaboración de todos los integrantes, pero también de la sociedad en general, sean “azules” o no.
Se solicitaron juguetes nuevos, no bélicos y que no usaran pilas, logrando un éxito con esta labor que se realiza por segundo año consecutivo.
Lo ganancia que reciben con tales acciones no es económica, sino una gran satisfacción
personal por poder hacer un bien común junto a la nueva familia en la que se han convertido los aficionados.
Sáenz Reyna dijo que ya planean su próxima actividad altruista que será en el Asilo de Ancianos, la cual darán a conocer próximamente.
Además de esto, sus reuniones las realizan en negocios de emprendedores locales y no de franquicias, con la finalidad de apoyar a los comerciantes locales.
“Otras actividades que tenemos es tomarnos fotografías en lugares que reflejen la identidad de la ciudad. Lo hemos hecho en el monumento del sello ‘Hecho en Reynosa’, ubicado en el bulevar Morelos, y hace unos pocos días en el Parque Cultural”, declaró.
Dijo que su reglamento está basado en una convivencia con ambiente cien por ciento familiar, por lo que el respeto para todos, sin importar sin son hombres, mujeres o niños, es uno de sus pilares más fuertes.
Cualquier persona que habite en Reynosa y sea aficionado al Cruz Azul puede integrarse, pero dijo Sáenz Reyna, cuidan mucho que no se filtren quienes deseen molestar a alguno de sus integrantes, fomentar un clima de violencia o alterar la armonía existente.