
Bastarán 158 millones de pesos, invertidos por el Gobierno de Tamaulipas, para que Reynosa vea cumplidos sus sueños de futbol y pueda finalmente contar con un estadio que albergue a un equipo profesional.
El pasado 18 de noviembre, el gobernador del Estado, Egidio Torre Cantú, y el alcalde de Reynosa, Everardo Villarreal Salinas, encabezaron la ceremonia de colocación de la primera piedra de lo que será el Estadio de Futbol Reynosa, mismo que está ubicado en lo que hasta ahora ha sido la Unidad Deportiva “Solidaridad” (a un costado de la laguna La Escondida).
Aunque no se han dado a conocer todos los detalles del nuevo estadio, así como para cuándo se espera que esté terminado, lo que sí se ha dicho es que el inmueble tendrá una capacidad para 16 mil 400 espectadores, aforo suficiente para que reciba la certificación de estadio de futbol tipo “B”. Contar con este requisito es necesario para que la Federación Mexicana de Futbol autorice que en Reynosa haya una franquicia de futbol de la Liga de Ascenso del circuito profesional.
El nuevo estadio, que constará de dos pisos, estará ubicado en un predio con una extensión total de 4 mil 50 metros cuadrados; tendrá 12 entradas, 16 taquillas, 3 entradas para vehículos y 34 metros de acceso peatonal.
De acuerdo a las autoridades estatales, el estadio se construirá en tres etapas. La primera, necesaria para el arranque de la obra, contará con un presupuesto de 29 millones de pesos y consistirá en ampliar a cinco mil 43 espectadores el actual aforo de la Unidad Deportiva “Solidaridad”.
En su mensaje, el alcalde Villarreal Salinas agradeció al Gobierno del Estado su apoyo para hacer realidad el sueño de muchos reynosenses de contar con un inmueble que le permita albergar a un equipo de futbol profesional.
“Este es un día muy importante para la ciudad, pues se cumple con el sueño del pueblo reynosense de contar con un estadio de futbol, una obra que ya era necesaria considerando el tamaño de la ciudad”, dijo.
Villarreal Salinas recordó que esta frontera ya cuenta con un equipo profesional de beisbol, sin embargo, aseguró que la población ha crecido tanto, que existe afición tanto para el llamado rey de los deportes como para el futbol profesional.
Y aunque no quiso revelar qué franquicia es la que se va a comprar para que Reynosa pueda acceder a la Liga de Ascenso del futbol profesional, se sabe que las negociaciones están muy adelantadas.
Por su parte, el gobernador del Estado, Egidio Torre Cantú, recordó que hace más de 20 años fue uno de los involucrados en la construcción de la Unidad Deportiva “Solidaridad”.
Por ello, se mostró contento de que ahora estas instalaciones serán utilizadas para albergar el nuevo estadio.
Terminado el evento, las autoridades recorrieron las obras de construcción del nuevo Centro de Alto Rendimiento Deportivo que se encuentran en el área cercana con lo que se espera que la ciudad cuente con un moderno complejo deportivo.
LA TERCERA FUE LA VENCIDA
Durante los años recientes, cada alcalde se ha fijado una meta deportiva que, en un principio, parecía difícil de concretarse: Oscar Luebbert Gutiérrez dijo que regresaría el beisbol profesional a la ciudad y, ahora, Everardo Villarreal Salinas prometió un estadio y un equipo en la Liga de Ascenso del futbol mexicano.
En el caso del beisbol la experiencia ha resultado exitosa, con unos Broncos de Reynosa que han destacado dentro del circuito de la Liga Mexicana ya que en más de una ocasión han estado cerca de llevarse el título.
En el futbol la historia ha sido diferente, pues Reynosa ya sabe qué es tener algunos equipos de futbol tanto semi profesionales como en la Liga de Ascenso, sólo que en algunos casos la historia demostró ser un desastre.
Uno de los más tristes se dio el Torneo Apertura 2007, cuando el entonces alcalde panista, Francisco García Cabeza de Vaca, convenció a la directiva de equipo B de los Tigres de la UANL a que llegaran a Reynosa para disputar el torneo de ascenso al máximo circuito del balompié nacional.
Para este entonces la filial juvenil del equipo regiomontano había demostrado ser un verdadero “trotamundos”, pues en menos de una década habían cambiado su sede de Monterrey a Ciudad Juárez, Saltillo, Ciudad de México y Los Mochis.
Sin embargo, en ese entonces Reynosa no contaba con la infraestructura necesaria para albergar con un equipo de futbol profesional, pues aunque existe una cancha que casi cumple con las medidas reglamentarias en la Unidad Deportiva “Solidaridad”; el inmueble no cuenta ni con el aforo o las instalaciones necesarias para ser considerado una sede oficial.
Por ello, lo mejor que se les ocurrió a las entonces autoridades municipales fue modificar el estadio de beisbol “Adolfo López Mateos” y utilizarlo para que ahí se jugaran los partidos de esta temporada.
Lo pobre de esas instalaciones y el hecho de que el equipo nunca hizo conexión con la afición local, pues sus jugadores sólo estaban en Reynosa para disputar los encuentros y luego regresaban a Monterrey, provocó que conforme pasaron las fechas en el calendario el aforo a los encuentros se desplomara.
En 2009, Reynosa volvió a vivir un intento por traer el futbol profesional a sus tierras, cuando un grupo de empresarios locales encabezados por Roberto Chávez Castillo, anunció que había comprado una franquicia en la Liga de Ascenso Profesional.
Buscando evitar cometer el mismo error que los Tigres B, los empresarios convocaron a los aficionados locales a que bautizaran al nuevo equipo, por lo que se decidieron por el nombre de Cazadores de Reynosa.
Para dirigir a la escuadra local, la directiva se decidió por el ex jugador profesional Gastón Obledo, quien encabezaba un grupo conformado por futbolistas como Omar Osorno, Sergio “Alvin” Pérez y Omar “Van Basten” Gómez.
De hecho los Cazadores entrenaron durante unas semanas en esta frontera, sin embargo, tuvieron que hacerlo en las instalaciones deportivas de la maquiladora Shin Etsu, ubicadas en el Parque Industrial Reynosa Norte, sobre la carretera Reynosa-Matamoros, ya que la cancha de la Unidad Deportiva “Solidaridad” se encontraba en muy malas condiciones.
La falta de un estadio con las condiciones mínimas necesarias para contar con un equipo profesional, provocaron que los Cazadores tuvieran que mudarse a Hermosillo, Sonora, donde disputaron con muy poca fortuna su temporada debut en la Liga de Ascenso.
Omar Reyes García, quien en ese entonces fungía como director de Fomento Deportivo en el Ayuntamiento local, señaló que el equipo regresaría a Reynosa una vez que fuera rehabilitada la unidad deportiva.
Por su parte el entonces alcalde, Oscar Luebbert Gutiérrez, reconoció que la unidad deportiva no contaba con las condiciones exigidas por la Federación Mexicana de Futbol.
“Lo que dificultó el arranque de este proyecto fue principalmente el asunto de las gradas”, indicó.
Ante ello, consideró la posibilidad de que el municipio donara un predio donde se pudiera construir un estadio con la capacidad suficiente para albergar a un equipo de futbol profesional. El problema era que el Ayuntamiento no participaría en la edificación de este inmueble o en las negociaciones para traer a la ciudad una franquicia.
Tuvieron que pasar dos años para que las autoridades locales y el Gobierno del Estado de Tamaulipas decidieran invertir 158 millones de pesos para derruir la antigua Unidad Deportiva “Solidaridad” y comenzar a construir un nuevo estadio de futbol profesional.
De esta forma, todo parece indicar que ahora sí Reynosa vivirá cumplidos sus sueños de futbol, mismos que hasta la fecha no han sido más que pesadillas.