Cónclave es un thriller psicológico basado en la novela de Robert Harris publicada en 2016, dirigida por Edward Berger y adaptada por Peter Straughan. Cuenta con la actuación de Ralph Fiennes, Stanley Tucci, John Lithgow, Lucian Msamati, Carlos Diehz, Sergio Castellitto e Isabella Rossellini.
Cónclave vio la luz en los Estados Unidos el 25 de octubre de 2024, logrando recaudar 116.3 millones de dólares a nivel mundial y está catalogada entre las diez mejores películas de 2024 por la National Board of Review y el American Film Institute, además cuenta con seis nominaciones a los Globos de Oro, y obtuvo el premio a Mejor Película en los premios BAFTA 2025.
A propósito de la película y de los tiempos que vive el mundo religioso, después de la intempestiva muerte del papa Francisco, el día de hoy en la ciudad de El Vaticano se hacen los preparativos para escoger al próximo sucesor de Pedro, estamos a días de ver quién ocupará la posición más importante de la aún religión con más fieles y seguidores a nivel mundial. La elección se llevará a cabo mediante un cónclave, el cual dará inicio el próximo 7 de mayo. En dicho protocolo de elección podrán participar 135 cardenales de los 252 que conforman el Colegio Cardenalicio, esto, por tener menos de 80 años, lo que les permite participar según marca su propio reglamento.
Ahora bien, aquí en México el bloque opositor a la presidenta Sheinbaum, al proyecto de transformación que ella encabeza y que si bien AMLO inició, será ella quien de verdad lo lleve a cabo -porque los seis años pasados solo fueron pirotecnía- y permita que México crea en un cambio radical en la ruta política que ha seguido nuestro país. Ese bloque opositor después de los descalabros propinados, en parte por si mismos y en parte por la llegada de Morena a la escena, no han podido elegir quién será su máximo jerarca, necesitan una figura que ellos consideren un santo, un adalid de la justicia, alguien que tenga la suficiente calidad moral -aunque sea en su mente-, alguien que haga frente a la tiranía como ellos le llaman.
Tal parece que el Colegio Cardenalicio de la oposición, el cual está conformado por sus Eminencias Reverendisimas Felipe Calderón, Vicente Fox, Alito Moreno, Jorge Romero, Claudio X. González, Acosta Naranjo, Jesús Zambrano, Lorenzo Córdova, Marco Antonio Baños, Jacobo Molina, entre otros notables cardenales que por espacio es imposible enlistarlos, acaban de elegir a Ernesto Zedillo como el alto jerarca de su ideología, de su bloque y de su cofradía. La primera acción de su Santidad Conservadora, Zedillo primero, fue hacer un decálogo de pureza: En México murió la democracia. El Cardenal supremo se olvidó de escribir como preámbulo de su primera Encíclica sobre los delitos y escándalos que lo persiguen.
Mala elección de los Cardenales escoger a un personaje sumamente criticable. Solo es cuestión de recordar los agravios que ocasionó y que aún padecemos todos. El milagro más notable de Zedillo fue convertir la deuda de los banqueros millonarios en deuda pública, esa que hasta la fecha seguimos pagando la feligrecía mexicana.
La Presidenta Claudia Sheinbaum se encargó de recordárselo a él y a los que no lo tengan muy presente, y por lo que veo, lo seguirá haciendo las veces que sea necesario.
Si lo que quiere la oposición es conseguir más fieles y lograr la conversión de los incrédulos, necesitan dos cosas: repetir el cónclave y que no participen más los que hoy integran ese cuerpo elector. v
Reenviado
“Nuestra fe es algo vivo, precisamente porque camina de la mano de la duda. Si sólo existiera la certeza y ninguna duda no habría ningún misterio y por lo tanto no habría necesidad de la fe”.
Cardenal Lawrence, Cónclave.
