Súbitamente dieron un vuelco las tendencias del Frente Amplio por México hacia la pintoresca, maldiciente y claridosa Xóchitl Gálvez, quien hoy de golpe y porrazo desplazó al favorito Santiago Creel, mientras que al resto de prospectos y prospectas del FAP los hace ver como su Corte o más bien partiquinos.
Ese cambio es difundido con vehemencia por la comentocracia anti López Obrador, en una forma tan exagerada que ya hacen ver a la hidalguense como la revelación política y social del siglo XXI.
Pero en el script han omitido algo muy sustancial como lo es quién o quiénes son los creadores de la Xóchitlmanía, que hasta hoy por Tamaulipas no se ve por ningún lado; es más ni siquiera entre panistas y priistas lo que me hace colegir que es igual en el resto del país.
Y es que Xóchitl nunca se ha caracterizado por exponer ideas de las que cimbran el ánimo del electorado, sino por ocurrencias simpáticas como el día en que llegó al Senado disfrazada de dinosaurio, o cuando dijo que ya pensaba irse a talonear al parque Sullivan “pues todavía tengo buena pierna”.
Fuera de los anteriores exabruptos aunque con su dosis de humor no hay mucho para recordar. El tema del indigenismo ya no es pegador y menos cuando ahora lo patrocina un grupo que se caracteriza por el clasismo y hasta el racismo.
En ese grupo en el que no admiten tepujas ni morenacos hay gente pesada que le apuesta a Xóchitl, el cual sin medida le inyecta recursos para hacerla ver como la adalid de los mexicanos y mexicanas que vendrá a rescatarlos de las garras de AMLO el DESTRUCTOR.
Para lo anterior ella se presta al juego y torpemente alude a López Obrador en sus spots tiktokeros prometiendo que ella no aceptará huevones ni pendejos. Ay, ingenua “indita”, te estás metiendo con quien conserva un 60 por ciento del respaldo social y, por ende, obvio no agradará a esa mayoría hablen mal de quien aprecian a pesar de los resultados en las políticas públicas.
En suma: Xóchitl Gálvez será una prospecta pimentosa que levantó el ánimo entre los que detestan a López Obrador, pero si sus ocurrencias y chascarrillos no despiertan a los abstencionistas que regularmente son un 50 por ciento del padrón electoral, su eventual candidatura terminará siendo como un juego pirotécnico:
Cohetones surcando el cielo que al detonar desparraman luces multicolores, pero al día siguiente nadie los recuerda.
Por lo antes expuesto, como finalizan en sus escritos los litigantes ante los tribunales, los papis de Xóchitl van a tener que encontrarle otras historias que contar y sobre todo proyectos de nación.
Están en tiempo y forma de inventar algo más que de niña vendía gelatinas, o que si habla al chile es por su identificación con el pueblo al que sin quererlo calificó de zonzo, pues si ese 60 por ciento sigue respaldando a López Obrador y los suyos es porque no los consideran huevones y menos pendejos, pues gobiernan en 22 estados y salvo el
Movimiento Ciudadano a los demás partidos los tienen al punto del exterminio.
¿QUO VADIS CARLOS?
El presidente municipal de Reynosa Carlos Peña Ortiz, ha sido objeto de una andanada mediática en este mes de julio y la intensificarán en agosto porque, obvio, el objeto es bornear su plan de reelección.
Sin embargo, la única forma de impedir que los zopilotes sigan sobrevolando por la azotea del llamado Palacio Municipal es atendiendo el llamado del juez penal de San Fernando que, si bien el alcalde tiene motivos de sobra para soplarle al jocoque, también lo es que darle largas a ese asunto no parece ser buena decisión, con todo y que lo de Dura Lex Sed Lex hoy en día es más un slogan que una frase que inspire confianza.
En consecuencia, Peña Ortiz debe recurrir a sus conexiones políticas y al asesoramiento de profesionales del derecho que tienen un prestigio que cuidar, para que cuando se presente en el Tribunal de San Fernando él sólo se limite a examinar sin buscarle chiches a la gallina, si el delito que le imputan es de los que admiten defenderse en libertad.
Como el de uso de recursos de procedencia ilícita sí lo permite, además deberá tomarse en consideración que durante el “Vacato” Carlos Peña fue objeto de las iras del entonces gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, y por esas circunstancias era natural que desconfiara de la imparcialidad lo mismo del Ministerio Público que del Juez.
Fue fama pública el sometimiento lo mismo de fiscales que jueces hacia el mandatario, o más bien mandón, y por elemental precaución fue que el edil reynosense no acudió a los citatorios.
Entonces, como Carlos Peña no ha abandonado sus tareas de presidente municipal y menos lo hará ahora en que el gobernador, Américo Villarreal Anaya, aparte de ser correligionario político no gobierna guiado por lo peor que se acumula en las entrañas del cuerpo humano, como sí lo hizo Francisco García de Vaca, quien impulsado por la ira acabó con las carreras políticas de quienes se le opusieron.
Un cambio de circunstancias que debe aprovechar el alcalde reynosense, quien seguramente está en posición de probar que él no anda lavando dinero ajeno ni familiar, pues por Reynosa es un hecho público y notorio que su ascendencia paterna desde sus abuelos es aparte de acaudalada muy estimada.
Darle largas a la solución de su asunto es como arrojar carroña a los zopilotes.
LAS AGUAS SE AQUIETAN
Al asumir sus respectivas posturas los grupos morenistas en torno a las ‘corcholatas’, salvo uno que otro roce como que ya captaron que por Tamaulipas ya hicieron lo que tenían que hacer, y por ello no tiene caso desgastarse en una interna que no se va a decidir por votos.
Y si bien falta que acudan por esta parte del noreste mexicano tanto Marcelo Ebrard, como Ricardo Monreal, Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velásco, salvo el ex canciller que sí tiene porras por aquí, los demás todavía están sin huestes y eso que políticos lo mismo priistas que morenistas se jactaba hasta hace un mes de la amistad con Monreal.
Pero independientemente de lo anterior, es un hecho evidente que Tamaulipas está siendo ‘sheinbaumnizado’, porque las estructuras estatales y las locales de 7 de las 8 principales ciudades se han encargado de ello.
Y ahora a reservar energías para la elecciones federales y locales. La decisión sobre quién será el candidato presidencial está fuera de la entidad, pero antes se le debe todo un homenaje a un grande de la política mexicana como lo fue Porfirio Muñoz Ledo, quien siempre buscó dignificar esta actividad. Descanse en paz.
Y hasta la próxima.