
Queda claro que los famosos cambios que se supone se van a dar en Tamaulipas tras la catástrofe priista del pasado primero de julio, no van a registrarse sino hasta el próximo mes de agosto.
Pareciera que con la llegada de la temporada vacacional se ha decidido darle unas semanas de gracia a aquellos que tendrán que preparar sus maletas y unirse a las filas del desempleo.
Sin embargo que nadie se equivoque, los cambios tienen que darse pues el resultado de las pasadas elecciones lo demanda. Una hecatombe como la que vivió el Partido Revolucionario Institucional hace unas semanas no puede quedarse sin consecuencias.
De hecho los primeros a los que se debería de llamar a cuentas es a los responsables de empresas encuestadoras como Mitofsky y Parametría, quienes les vendieron (a precios altísimos) verdaderos castillos en el aire a quienes toman las decisiones dentro del priismo tamaulipeco.
¿Saben en cuánto se cotizan estos supuestos trabajos de opinión pública? No son baratos y cuando se trata de venderlos a partidos políticos y gobiernos estatales mucho menos.
Desgraciadamente para la causa tricolor, lo único que provocaron estas encuestas fue llenar de falsa confianza a los priistas, quienes decidieron echarse a la hamaca confiados de que le sacaban una ventaja de 40 mil puntos al PAN… como les dijeron los fantasiosos de Mitofsky y Parametría.
Para hacer las cosas peor, hubo quienes dentro del Revolucionario Institucional se creyeron tanto su propia fantasía, que se ponían verdes del coraje cuando les mostraban sondeos más serios y cercanos a la realidad, como los tres que publicó Hora Cero y que mostraban de manera muy clara la tendencia ascendente que tenía el PAN.
Sin embargo, para muchos en el PRI, los sondeos de Hora Cero estaban “empanizados” ignorando de forma bastante conveniente algo que es muy real: Si hay un medio en la entidad que tiene como enemigo natural a un delincuente metido en la política, como lo es Francisco García Cabeza de Vaca, es precisamente Hora Cero.
Cuando sucede algo tan grave como lo que vivieron los priistas, aquí y en China se vuelve necesario un cambio de equipo, una renovación de cuadros y una depuración de liderazgos.
Los que operaron la campaña del PRI en la entidad le fallaron al gobernador, Egidio Torre Cantú, quien ahora tiene todo el margen de acción para plantear un juego nuevo y, si lo quisiera, cambiar a todo su equipo de cara al 2013.
Ya no se puede andar con improvisaciones, es momento de recurrir a la experiencia y allá afuera hay gente muy probada que ha demostrado que tiene lo que se necesita para regresar al PRI al camino del triunfo.
Es urgente que se lleve a cabo pues, después de todo, con el triunfo de Enrique Peña Nieto la correlación de las fuerzas políticas ha cambiado.
Hoy los gobernadores priistas van a perder esa fuerza virreinal que les proporcionaba la presencia de un panista en la residencia oficial de Los Pinos.
A partir de ahora, el eje central de la política priista está
viviendo en Los Pinos y todas las decisiones se van a tener que consensar desde allá.
Además, el PAN tamaulipeco ha demostrado que sí sabe golpear. Basta decir que su militancia aportó más votos que la de entidades consideradas tradicionalmente blanquiazules, como Guanajuato.
Que nadie se equivoque, la carrera en pos de la presidencia municipal de Reynosa ha iniciado y ya hay quienes sacaron su boleto para intentar participar.
Entre ellos podemos mencionar al diputado local panista José Ramón Gómez Leal, quien ya levantó la mano y manifestó su interés de buscar la nominación de su partido.
Para el “JR” es importante que la gente sepa diferenciar las responsabilidades de un alcalde a las de un diputado local y un senador, además de que consideró importante que el sufragio se decida por la persona, no por el partido.
Sin embargo, existe la posibilidad que José Ramón vaya a tener que disputarle la nominación ni más ni menos que a su cuñado, Francisco García Cabeza de Vaca, quien estaría interesado en buscar por tercera ocasión la presidencia municipal de Reynosa (lleva récord de un ganado y un perdido).
Para Francisco, alcanzar la presidencia municipal calera no es una decisión política o de proyección en su sueño guajiro de convertirse en el gobernador de Tamaulipas.
La idea de buscar la alcaldía es puramente económica, pues Francisco sabe que en cuestión de meses personajes como Gilberto Estrella, Luis Alonso Mejía y otros de sus incondicionales van a dejar las delegaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Desarrollo Social, Capufe y otras dependencias federales.
El corrupto ex alcalde de Reynosa sabe que necesita una vena gruesa para hacerse de recursos económicos para él, su familia y los integrantes de su gavilla que han demostrado que son una verdadera mafia metida en la política.
Esa ubre es precisamente la presidencia municipal de Reynosa, que ya fue una vez saqueada por este delincuente que, gracias a la extraña política mexicana, ocupa un espacio en el Senado en lugar de la penitenciaría.
En caso de ser cierta la versión de que Francisco García Cabeza de Vaca buscaría la presidencia municipal de Reynosa, se abre una situación bastante interesante en el PRI local.
Para nadie es un secreto que tras la derrota del pasado primero de julio existe una especie de desarticulación en el partido, el gobierno del Estado, la Comapa y la presidencia municipal, algo lógico tras un golpe tan devastador como el que se vivió.
Ante estas condiciones, se puede deducir que la cosa no está sencilla, considerando los cuadros a los que se podría recurrir al momento de seleccionar el candidato a alcalde.
¿Podría ser acaso Carlos Solís? ¿Ernesto Robinson Terán? ¿Qué tal Benito Sáenz Barella, Gustavo Rico, José Elías Leal, Amelia Vitales, Serafín Gómez Villarreal, Reynaldo Garza Elizondo, Armando o Rigoberto Garza Faz?
¿Cuál de ellos tiene la fuerza necesaria para ponerse enfrente de Francisco y pararlo en seco?
Sobra decir que si alguno de ellos llegara a ser el designado a buscar suceder a Everardo Villarreal Salinas en la presidencia municipal, Francisco va a tener un serio problema… pero para encontrar una cañada lo suficientemente alejada para que nadie pueda escuchar sus carcajadas.
Como dirían los clásicos: “Vaya que la caballada está muy flaca” o, como dicen en la NASA: “Houston, we have a problem…”.
Y no estamos exagerando. Basta ver el daño que un novato en la política como Humberto Prieto les hizo en las pasadas elecciones para que nos podamos imaginar el desastre que alguien con los recursos y mañas de Francisco les armaría.
Que nadie quiera argumentar que no es posible que García Cabeza de Vaca tenga interés de abandonar el Senado para regresar a Reynosa.
Ese no es ningún pretexto para justificar lo pobre que están los cuadros del PRI en Reynosa.
Y que tampoco se interprete que Francisco es una especie de candidato invencible. De hecho, si tomamos en cuenta sus antecedentes y larguísimo historial, podemos decir que es un pollito bastante rostizable.
Ganarle a Francisco y su gavilla no es nada complicado, pero requiere de una estrategia definida, donde todas las fuerzas vayan para el mismo lugar, al mismo ritmo y bajo la misma dirección.
Si el PRI quiere retener la alcaldía necesita ponerse a trabajar desde este momento, marcando su carta y alineando todas sus fuerzas en una sola persona, que tiene apenas unos meses para fortalecerse políticamente y aprovechar que muchos en esta ciudad no quieren que regrese un grupo de bandidos a la presidencia municipal.
Para topar con el pecho a Francisco se necesita trabajo, más allá de grilla y es urgente que esta labor se inicie a la voz de ya, pues se trata de un asunto de salvaguarda del erario reynosense.
Hay que evitar que el grupo de García Cabeza de Vaca tenga siquiera la posibilidad de pasearse afuera de la presidencia municipal. Ya vimos qué fue lo que pasó la última vez que la ocuparon.