
Los presidenciables de Matamoros se pasearon muy a gusto durante la reciente gira del gobernador, Egidio Torre Cantú, donde el mandatario estatal de muy buen ánimo hasta se dio a la tarea de tomarse la foto del recuerdo con los aspirantes a la silla de la calle Sexta: Jesús de la Garza Díaz del Guante, Raúl César González y Salvador Treviño Garza.
“Chuchín” de la Garza no perdió tiempo y de inmediato subió fotos con el gober Egidio a las redes sociales en Facebook. En todas enseñó diente, apareciendo muy sonriente el jefe de la oficina fiscal de Matamoros.
Raúl César González, cauto como siempre, tampoco perdió el tiempo, pero aprovecho la visita del gober para rendir un informe de actividades, mientras Salvador Treviño Garza por fin pudo pasearse por su Matamoros querido, pues con su chamba a nivel central difícilmente puede estar en contacto con los ciudadanos de su terruño.
En fin, los tres salieron ganando. Hasta Pedro Luis Coronado (Peluco) y Carlos Valenzuela “El Compadrito” se dieron tiempo para unirse al grupo de los presidenciables y tomarse la foto del recuerdo para que vean que la carrera rumbo a la candidatura es libre y sin dedazo.
Para todos hubo chance, y también en el desayuno ofrecido a la sociedad civil estaban el diputado Daniel Sampayo y el jefe del registro civil quien quiere boda con Matamoros, Miguel González Medrano, que sin mucha publicidad también quiere la grande y ya levantó la mano para ser tomado en cuenta.
El dato curioso la dieron dos personajes yarrintonianos: uno es Sergio Argüelles, empresario y dueño del grupo Finsa quien era buscado por la Procuraduría General de la República y la Seido por sus vínculos con el exgobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba.
Argüelles se hizo ojo de hormiga, pero tan pronto salió la procu Marisela Morales y su amigo Tomás Yarrington la demandó, regresó a su terruño a despachar en sus modestas oficinas de la calle Siete, allá por las vías del ferrocarril.
Lo curioso del caso fue que Sergio Argüelles, señalado como prestanombres y testaferro de Tomás, estaba sentado en la mesa de honor junto al gober Egidio Torre, Alfonso Sánchez, y en la mesa de enseguida estaba el exalcalde Mario Zolezzi García, junto al cónsul de Matamoros, Thomas Mittnacht, enfrascados en una amena charla.
Zolezzi García y Sergio Argüelles ni parecía que la ley los andaba buscando. Estaban muy cómodos, muy tranquilos.
Por lo pronto la gira del gobernador fue muy fructífera para el alcalde Alfonso Sánchez Garza, pues el secretario de Obras Públicas, Manuel Rodríguez Morales, anunció una inversión de mil 396 millones de pesos para el puerto de Matamoros.
Este puerto requiere de esa inversión. Vamos a ver si es cierto lo del Puerto Matamoros porque dicho proyecto tiene ya varios sexenios y nunca se ha desarrollado como tal. Ahora con la promesa del presidente Peña Nieto esto podría hacerse realidad, pero eso depende de las licitaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, pero sobre todo, de Pemex que le urge ese desarrollo para comenzar a explotar el petróleo en altamar que está precisamente frente a esas costas.
A decir la verdad, el Puerto de Matamoros lleva dos sexenios de primeras piedras y presuntos desarrollos, y hasta le fecha sigue igual que como estaba hace mas de 12 años. Primero fue Yarrington quien lo cacaraqueó como un proyecto suyo, y luego le siguió el juego Eugenio Hernández Flores, pero con ninguno de los dos casos el puerto se hizo puerto.