
En días pasados seguí con atención una serie de acontecimientos que me generaron tristeza. No preocupación, aclaro, sólo congoja.
En México, el equipo de futbol de primera división Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León preparaba su encuentro contra la Universidad de Sucre, en Bolivia. El duelo formaba parte de la etapa de octavos de final de la prestigiosa Copa Libertadores en su edición 2015.
En la visita recíproca, los mexicanos tenían que acudir al compromiso con los bolivianos, el pasado 28 de abril. Luego, los sudamericanos pagarían la visita.
Sin embargo, más que el partido, cuyo marcador ahora ya debe conocerse, me llamaron la atención detalles previos, detalles generados por el equipo de Tigres. Al aterrizar en la ciudad de Sucre, publicaron un tuit, en el que más o menos señalaban que al llegar a la ciudad, fueron recibidos por rancherías y casas de adobe.
Me entristeció la expresión del equipo mexicano. Cierto, no dijeron una mentira. Bolivia es una nación en vías de desarrollo que tiene numerosas carencias. Su geografía montañosa hace, entre muchos otros factores, que los adelantos de la ciudad no lleguen con la celeridad requerida.
Además, por no ser generador de tecnología, el país depende de numerosos factores para ser auxiliados por el exterior.
Sin embargo, no requerían ser, en lo absoluto descorteses. Tigres entendió su error y lo enmendaron con una aclaración, horas después del primer tuit, en el que ofrecían una disculpa a quienes se hubiesen sentido afectados por la expresión.
El equipo mexicano es uno de los más acaudalados en su propio circuito. Está establecido en la prospera área metropolitana de Monterrey, una de las urbes más pujantes del país. Pertenece a la cementera que es líder en el mundo.
Durante muchos años, los de la UANL han tenido la oportunidad de comprar jugadores de moda, para beneplácito de la afición, aunque con pobres resultados para la institución.
Actualmente pasan por una buena racha, de esas que no les acompañan seguido. En más de 30 años han obtenido un solo campeonato de liga.
Junto a la desafortunada alusión a la rancherías, algunos jugadores se expresaron también indecorosamente, al señalar que la U de Sucre era rival a modo, y cuestiones de esas.
Imaginen que los de aquel país vengan y se expresen de México como el país que es, con sus horribles expresiones de crimen e inseguridad públicos, vividos a diario. No faltarían a la verdad, pero sí estarían siendo desconsiderados al exaltar una cuestión extradeportiva, o negativa, como característica del país que visitan.
Conozco a los directivos de Tigres. El ingeniero Alejandro Rodríguez, su presidente es un gentleman, pero sobre todo es un hombre sabio. Quizás debería aportar un poco de sabiduría a su staff. Estoy seguro que él no permitiría que fluyeran esas expresiones tan desafortunadas de parte del cuerpo directivo y de los mismos futbolistas.
Para cuando esto sea leído, la serie de los dos equipos ya estará seguramente definida. No me importa. Tigres tiene una gran ventaja en su nómina. Sólo falta que los bolivianos los terminen eliminando. Sería una lección de humildad y les habrán infligido la peor humillación de su historia, por soberbios.