
La presentación del programa de obras de infraestructura para Tamaulipas por 48 mil millones de pesos por parte de Eugenio Hernández Flores, estuvo elevada al rango de informe de gobierno, ya que “nomás faltó nadie”, como se dice. A Ciudad Victoria fueron todos, desde empresarios, políticos, aspirantes y conexos.
En el evento acudió además el líder de los priistas en la Cámara de Diputados, Emilio Gamboa Patrón, en una clara “engordación de caldo”. Para estas alturas, si la gente de Gobierno ríe, canta y llora cualquier expresión física, verbal o no verbal, tiene que ver con política.
Vaya, si hasta un perro amanece muerto en las calles de la capital, seguro tiene como trasfondo y conexión –directa e indirecta– con la inminente llegada de los temporales políticos que, por cierto, hacen mucho daño al Estado pues el aparato gubernamental se la pasa grillando de manera desenfrenada.
Porque es muy claro que es este preámbulo poca atención se le pone a las emergencias y a las necesidades reales. Por eso el evento del martes 26 fue como un balde de agua fría y un mensaje directo de Hernández Flores al corazoncito de esos grillos que se la pasan nadando de muertito, dejando a un lado los resultados.
Por cierto, buen detalle del gobernador de apersonarse en la final del Mundial de Ligas Pequeñas en Williamsport, aunque algunos dijeron que su presencia puso nerviosos a los chicos. Pero mejor acción será, sin lugar a dudas, si su gobierno construyera instalaciones más dignas como las que conoció en esa ciudad estadunidense.
Bastante hicieron los peloteritos de la Matamoros, A.C., con lo poco que tienen en cuanto a apoyos municipales y estatales, además de infraestructura deportiva. Y gústele o no, el que tiene mucho mérito en esta hazaña es Jorge Almanza Armas, un gran impulsor del béisbol infantil, no de ahorita, sino desde tiempos de vacas flacas en cuanto a logros, hasta llegar a ser campeones internacionales y subcampeones mundiales.
Una pregunta: ¿por qué el alcalde de Matamoros, Erick Silva Santos, no movilizó a todo el populacho que lo respalda para llenar las calles por donde pasó la comitiva que regresó de Williamsport?, porque estuvo muy desairada la bienvenida. No todo en la vida de los políticos son las campañas, pedir el voto, salir en la foto y en la tele.
Por otra parte, la purga que se aplicó al PAN en Reynosa con la disolución del comité municipal y la destitución de Raúl García Vivián como dirigente local, va más allá de lo que aparenta ser.
La ficha que se colocó en su lugar es el doctor Regino Bermúdez Alvear, quien no sólo es un panista común y corriente, por así llamarlo, sino que fue un militante antagónico, incómodo, una piedra en el zapato y una caries en la muela, de la cuestionada gestión panista de Reynosa.
Como quien dice: a los seguidores de esa nulidad política que se hace llamar Francisco García Cabeza de Vaca, les pusieron una cama de clavos, por si tenían sueño. Sólo hay que recordar que el doc Bermúdez Alvear fue bastante ácido en sus críticas cuando estuvo como regidor panista en el Ayuntamiento de esta frontera.
Y como en política no existen los espacios vacíos, al senador albiazul José Julián Sacramento ya se le empieza a ver ancho en el espejo. Y no porque esté perdiendo la figura, sino que en su manejo y estrategia política es de los panistas que más ha acumulado simpatías dentro del gobierno federal y del comité ejecutivo nacional del PAN por su cercanía con su líder nacional Germán Martínez Silva.
Y no se diga en el Estado, pues uno de los principales operadores políticos es el actual secretario general del albiazul, Rolando González Tejeda. Así que el tal Pepe, como no queriendo y pateando un bote, comienza a moverse rumbo a 2010 en su propia carrera a la gubernatura de Tamaulipas. No lo pierdan de vista.
Con la sacudida del PAN en Reynosa, no se descarta que regresen a sus filas personas como el doctor Alfonso De León Perales, ex diputado local y ex candidato del PRD a la alcaldía, así como el aguerrido Héctor Quiroz, hermano del ex dipudado local Everardo del mismo apellido. También se habla que la membresía será rasurada y saneada considerablemente, pues están siendo detectadas una serie de irregularidades en su padrón.
Hay que recordar que durante la administración de Cabeza de Vaca hubo tal batidero en la presidencia municipal y dentro del comité municipal de Acción Nacional.
Quien está muy cerca de entrar de relevo en la presidencia estatal del PRI es el actual secretario de Desarrollo Social, Cultura y Deportes, Manuel Muñoz Cano, porque ya es inminente la salida de Ricardo “El Negro” Gamundi Rosas.
Cuando Eugenio Hernández Flores fue alcalde de Ciudad Victoria, Muñoz Cano se desempeñó como secretario de Participación Ciudadana y después fue su secretario particular. Ese mismo encargo lo tuvo durante la campaña interna cuando Hernández Flores buscaba ser abanderado del PRI, como candidato y como gobernador. Y luego brincó a su actual puesto en el gabinetazo.
Hay algunos que dicen que algo tiene Muñoz Cano a su favor… que otros no tienen: es un hombre de lealtades y confianza.