
Sin duda que los pronósticos del PRI de Tamaulipas, en voz del dirigente Ricardo Gamundi Rosas, estarían muy cerca de ser realidad: Ganar el 4 de julio las elecciones con “carro (casi) completo”, ayudado por una serie de situaciones de las cuales el PAN no está ajeno.
El 60.4 por ciento de cerca de tres mil potenciales votantes consultados por Hora Cero en 13 ciudades de la entidad, votarían por el priista Rodolfo Torre Cantú para gobernador, según los resultados del sondeo publicado en esta edición y que seguramente los mismos panistas no pondrán en duda.
Porque hace seis años, con Gustavo Cárdenas Gutiérrez como su candidato, el PAN logró 31.5 por ciento de la votación luego de una larga campaña, contra 57.6 del ganador y actual gobernador, Eugenio Hernández Flores.
Ahora bien, si en el primer sondeo de Hora Cero el senador con licencia José Julián Sacramento Garza, obtuvo 30.2 por ciento, las posibilidades que tiene de crecer y superar a su cuñado (Cárdenas Gutiérrez) no están descabelladas, porque la campaña oficial todavía no comienza.
Con el 60.4 por ciento de preferencias, Torre Cantú está por encima del resultado que obtuvo Hernández Flores en la elección constitucional, sin embargo, las probabilidades de crecer son pocas, porque el ambiente que atraviesa Tamaulipas puede ayudar a Sacramento Garza.
Y quizá este incremento favorable al abanderado del PAN no alcanzaría para arrebatarle al PRI la gubernatura, pero sin duda el senador con licencia obtendría la mayor de las votaciones para un candidato de su partido en la historia de Tamaulipas. P’al baile vamos.
En las elecciones de 2004, Cárdenas Gutiérrez era un cartucho quemado de antemano, al haber competido y perdido seis años atrás (en 1998) ante Tomás Yarrington Ruvalcaba.
Aunque los detractores dentro de su partido afirman que Sacramento Garza es un candidato “a modo para perder”, cierto es que por primera ocasión el PAN eligió bien en un contrincante que desde los primeros días olfateó que el tema de la inseguridad en Tamaulipas podría acarrearle simpatías.
Mientras el PRI firmaba pactos con otros partidos para que la inseguridad no fuera un tema en las campañas, el panista se armó de valor y encabezó una caravana por la paz con vehículos que partieron de Nuevo Laredo con destino a Reynosa.
Y aunque se dijo que a Sacramento Garza sólo lo acompañó su esposa y un reducido grupo de panistas, la verdad es que se metió entre las patas de los caballos al abordar la violencia por la que atraviesa México.
Como los acuerdos son para violarse, el sábado 10 de abril, a casi un mes de que comiencen las campañas, Torre Cantú se refirió a la inseguridad en Tamaulipas y se comprometió a combatirla de ganar las elecciones, durante la toma oficial de protesta en Ciudad Victoria.
Ante la dirigente nacional, Beatriz Paredes Rangel, notables tricolores de Tamaulipas, entre ellos Hernández Flores, así como gobernadores de otros Estados, Torre Cantú se echó ese trompo a la uña.
De esa forma, aquel pacto firmado por Gamundi Rosas con la comparsa de dirigentes de otros partidos, fue tirado al cesto de la basura, al entender que los candidatos que anden pidiendo el voto, en vez de ofrecer cobijas y despensas, deben llevar en sus discursos promesa de que algún día volverá la calma en el Estado.
Manuel Muñoz Cano, coordinador de la campaña de Torre Cantú, entendió que abstraerse de esa realidad podría perjudicar al candidato, quien ganaría 2 a 1, según el sondeo de Hora Cero. Claro, si las elecciones fueran hoy.
En este trabajo hay que destacar que el candidato del PRI lograría casi el 70 por ciento de las preferencias en Ciudad Victoria, sólo superado por el 75.9 por ciento de San Fernando.
Y donde el PRI deberá poner atención es en Tampico y Reynosa, dos de las principales manchas urbanas del Estado, bastiones albiazules en elecciones recientes y con alta densidad de electores, donde Sacramento Garza logró 36.0 y 33.3 por ciento de votos, respectivamente.
Es en Tampico y Reynosa donde el tricolor deberá meter el acelerador, ya que corre el riesgo de perder diputaciones locales, sobre todo en esta última donde el PAN lleva la ventaja en los Distritos 6 y 7, precisamente en el sur y sureste, trincheras panistas desde el 2000.
Para la buena salud de la democracia en Tamaulipas, es bueno que el PRI y sus aliados no se lleven el “carro (casi) completo”, pues en las elecciones de 2007 sólo perdieron una diputación local de mayoría.
El alcalde de Reynosa, Oscar Luebbert Gutiérrez, seguramente se aplicará para ver ganar a Amelia Vitales en el Distrito 6, donde el panista Raúl García Vivián busca hacerle la travesura.
Igual en el Distrito 7 con Héctor Pérez Ibarra que aventaja al líder obrero, Reynaldo Garza Elizondo, que ya perdió la elección hace seis años.
Mientras en el Distrito 5 que abarca la cabecera de Reynosa, el priista Carlos Solís va en caballo de hacienda contra el panista Hugo Ramírez Treviño.
Valle Hermoso, en estos momentos, es un foco rojo para las aspiraciones del candidato del PRI a la alcaldía, Efraín de León, quien saca ligera ventaja a un fasntasma, porque el PAN todavía no resuelve.
Sin embargo, al enfrentar a De León contra el logotipo del PAN, preocupa que, sin candidato y sin aún comenzar las campañas, la ventaja del diputado local con licencia sea muy reducida (ver nota del sondeo).
En Río Bravo el PAN podría dar la sorpresa con el hermano del difunto Juan Antonio Guajardo, en el resto de Tamaulipas pasa lo que diría el soldado raso a su superior: “Sin novedad, mi General”.
Por último va un sentido pésame a la senadora, Amira Gómez Tueme, por el sentido fallecimiento de su sobrino, Edelmiro Gómez Leal, quien murió el sábado 10 de abril pasado.
Un pésame extensivo a otros familiares de víctimas inocentes de la situación actual.