
Tomás Yarrington Ruvalcaba le puso sabor al caldo al arremeter duro, tupido y a la cabeza contra uno de su mismo establo: el alcalde priista de Tampico, Oscar Pérez Inguanzo, a través de su blog de Internet lo calificó de cobarde, arribista, pusilánime
Sin más preámbulos y para saciar el morbo de quienes no leyeron su artículo, aquí se transcribe textualmente, mismo que fue titulado: “Tampico hermoso, ¡oh, puerto tropical!, tu eres la gloria de todo mi país.”
—Quizá porque mi niñez transcurrió corriendo en tus calles, y respiré tu paz y aprendí a quererte… hoy me dueles.
—Sé de ti. Sé de tu gente. Me he sentido siempre orgulloso de los muchos amigos que en ti viven.
—Eres una ciudad modelo. Metrópoli del desarrollo regional de tres Estados.
—Sociedad educada, liberal, moderna. Amante de la cultura y las artes. Emprendedora y comprometida.
—Protagonista de nuestra historia como nación y actor fundamental en el México moderno.
—Tu desarrollo no conoce de dádivas gubernamentales. Eres lo que eres, por el carácter férreo de tu gente. Por su voluntad de progreso.
—Pero no naciste isla.
—Eres, para bien o para mal, coparticipe de nuestro destino como país. Y hoy por hoy, de nuestra circunstancia adversa.
—Sufres, los embates de una delincuencia cada vez más organizada, que reta al mismo Estado nacional.
—Padeces, de un liderazgo municipal cobarde y pusilánime.
—De un arribista de la política que nunca entendió el gran privilegio que le concediste al gobernarte.
—Y que lejos está de comprender lo que significará en su futuro, haberte fallado tanto.
—Pero… Tampico querido, no desmayes.
—Han de arribar tiempos mejores.
—Tu puerto sabe de tempestades. Y tu gente se ha sobrepuesto mil veces a las peores calamidades.
—Sé… bien que sé, parafraseando al poeta, que pisaremos tus calles nuevamente de lo que fue Tampico ensangrentado y en una nueva plaza liberada… Nos detendremos a llorar por los ausentes.
Seguramente a principios de año pocos ciudadanos, políticos y funcionarios públicos se hubieran atrevido a apostar que 2010 iba a ser un año completamente diferente a los anteriores en Tamaulipas, donde los actuales gobernantes cuentan las horas para rendir su último informe y emigrar al Valle de Texas con sus familias, y los electos quisieran renunciar antes de rendir protesta.
Por más que se quiera tapar el sol con un dedo, algunas veces las fantasías superan a la realidad, como en días pasados en Matamoros cuando los celulares y nexteles sonaban con la falsa noticias de un supuesto atentado contra el alcalde Erick Silva Santos.
Días después Silva Santos se encargó personalmente de tirar agua en el fuego, al presentarse en carne y hueso en los principales espectáculos del Festival Internacional de Otoño, como sucedió el jueves 7 en el Parque Olímpico en el concierto del Mariachi Vargas de Tecalitlán.
Silva Santos llegó puntual junto a su esposa como torero partiendo plaza. Se sentó al centro del recinto y esperó paciente la tercera llamada, y durante el repertorio un elemento del Mariachi Vargas agradeció su presencia.
Algo para resaltar esa noche fue que Silva Santos y todos los funcionarios del Ayuntamiento de Matamoros que lo acompañaron terminaron la velada bien portados y sentados, no como otros que asisten y se escabullen a mitad de la función.
Por cierto, también en Matamoros como en el resto de los municipios se tomó la buena decisión de quitar a los Ayuntamientos el control de las acreditaciones y las cortesías, dejando toda la responsabilidad a cada uno de los patronatos ciudadanos.
Eso sí, hubo funcionarios, ciudadanos y empresarios que contribuyeron a la causa sin distinción de ideologías o colores. Uno de ellos fue Humberto Rangel Vallejo, el dirigente del Partido Verde que abrió la cartera para comprar varios abonos.
En esta misma ciudad todo parece indicar que Jesús de la Garza Díaz del Guante podría repetir por tercera vez de manera consecutiva, y con diferente alcalde, como gerente de la Junta de Aguas y Drenaje (JAD), ya que no es mal visto por el presidente municipal electo Alfonso Sánchez Garza, además de que hablan a su favor los resultados obtenidos en seis años al frente del organismo.
De la Garza Díaz del Guante es un servidor público que, aunque no se ha sacado el gordo en la lotería, es institucional, no suda calenturas ajenas y tiene trato respetuoso con el alcalde en funciones, como sucedió con Baltazar Hinojosa Ochoa y Erick Silva Santos.
Y como la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros no es un trampolín seguro para ser candidato a presidente municipal (como en Reynosa), muchos políticos le sacan la vuelta y encienden sus veladoras a otros santos.
Ahora bien, conforme pasarán los días muy pronto aparecerá en escena Alfonso Sánchez Garza, quien se ha mantenido bajo perfil desde que ganó las elecciones municipales el 4 de julio pasado para no hacerle sombra a Silva Santos.
Pero como no hay fecha que no se cumpla ni plazo que no se llegue, Poncho empezará a hacerse notar poniendo a trabajar a su equipo que recibirá la administración municipal y, posteriormente, cuando llegue el momento par dar a conocer a sus colaboradores.
Una pregunta que se hacen en todos los municipios es: ¿qué funcionarios van a repetir, y cuántos vivirán a partir de 2011 en Brownsville, Harlingen, McAllen o Mission?
Otro alcalde electo que se estuvo fogueando en días pasados fue Everardo Villarreal Salinas, sentado hombro con hombro junto a su heredero en Reynosa Oscar Luebbert Gutiérrez.
Everardo acudió a varios eventos del Festival Internacional Tamaulipas (FIT), entre ellos el recital del tenor Fernando de la Mora, quien clausuró de manera magistral el evento acompañado por la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Nuevo León y del Mariachi Gama Mil.
Con excepción de el secretario Técnico del Ayuntamiento, Oscar Alexandre López; el jefe de la Oficina Fiscal, Sergio Zertuche Zuani, del delegado del Transporte, Marcos Olivares y del dirigente del PRI, Raúl Zárate Lomas, muy pocos burócratas, diputados o líderes tricolores fueron a los espectáculos.
Gracias a Dios y benditas ausencias, porque esta vez no hubo boletos de gorra y operativos para llenar los asientos a la fuerza, con el subsecuente desaire y grosería hacia los artistas, como pasó en la inauguración del Centro Cultural Reynosa, cuando se empezó a vaciar la sala en el intermedio del concierto sinfónico en las meras narices del gobernador Eugenio Hernández, de Luebbert Gutiérrez y esposas.
Aplausos para los miembros del Patronato del FIT porque de principio a fin tomaron decisiones acertadas sin la intervención del Ayuntamiento que hace un año en el FIT, y hace semanas durante la inauguración, regó muy feo el tepache.
En Ciudad Victoria el gobernador electo, Egidio Torre Cantú, sigue con reuniones privadas para comenzar su gobierno lo mejor posible, pese a las situaciones que golpean a Tamaulipas.
Todo parece indicar que al menos dos reynosenses tendrían cabida en su gabinete de colaboradores más cercanos a Egidio: uno es José “Pepe” Elías Leal, actual dirigente de la CNOP y quien estuvo muy cerca en la campaña de su hermano Rodolfo; y otro es Ricardo “El negro” Gamundi Rosas, líder del PRI, tan querido como tan odiado, pero que sería una de las pocas herencias de Hernández Flores a Torre Cantú.
Queda en el aire el futuro que tendrá Luebbert Gutiérrez cuando deje la alcaldía. Tiene el colmillo bien retorcido para ocupar un puesto de alto nivel, pero sería inapropiado políticamente.
Con toda seguridad, como sucedió en 1998, Luebbert Gutiérrez negoció alinearse a Rodolfo Torre Cantú y ya tiene segura la candidatura a senador para las elecciones de 2012.
Mientras tanto, y a partir del primero de enero del año venidero, un buen descanso es recomendable. Amén de que su amigo el senador presidenciable, Manlio Fabio Beltrones, lo necesite en su equipo.